HISTORIAS DE VIDA: RECUERDOS Y LECTURAS CONTRA EL ALZHEIMER
Se busca que los abuelos lean y cuenten historias a chicos para estimular la mente.
Roxana Badaloni. MENDOZA.
mendoza@clarin.com
02.11.2004
Un 5% de las personas de 65 años padecen una pérdida progresiva de la memoria, a los 70 años afecta al 10% y se eleva al 30% en las personas mayores de 80. La población con enfermedades neurodegenerativas de la vejez, como el Alzheimer, aumenta por la mayor expectativa de vida.
El mal de Alzheimer no tiene solución médica porque no existe la droga que detenga y, menos aún, revierta el inexorable declive cognitivo y de memoria de la enfermedad. Pero se puede atenuar y mejorar las condiciones de vida del enfermo con un tratamiento de multiestimulación de la mente y asistencia interdisciplinaria para prevenir las consecuencias sociales y psicológicas que produce en todo el núcleo familiar. Así lo cree el psicólogo Juan Carlos Aguiar, del Programa preventivo de demencias y la integración social del adulto mayor del PAMI en Mendoza. Este licenciado, junto a un equipo de profesionales del Ministerio de Salud de Mendoza, de la obra social de empleados públicos de la provincia y la Dirección de Escuelas, comenzó a desarrollar un programa para que los abuelos lean y cuenten relatos a los chicos en las escuelas.
El grupo de abuelos narradores de historias propias o ajenas y lectores de libros de literatura infantil concurrirán una hora semanal a las aulas. "Buscamos una estimulación preventiva cognitiva en los adultos mayores a través de la lectura a chicos del primer ciclo de la educación básica (entre 5 y 8 años)", dice Aguiar. La idea es que se ayude a ejercitar la memoria, de la misma manera que la persona que tiene un problema de movilidad de las piernas realiza ejercicios o caminatas para tonificar sus músculos.
Aunque los talleres se pondrán en marcha en el próximo ciclo de clases, esta semana comenzó la detección de los abuelos que pueden padecer algún trastorno de la memoria. Se constituyó un registro único provincial de la población en riesgo y los enfermos de Alzheimer de la provincia. En el país, no hay estadísticas del número de personas que padecen esta enfermedad ni programas de detección precoz del Alzheimer. El PAMI nacional calcula que el 10% de sus afiliados, 300 mil personas, pueden tener algún grado de trastorno de memoria.
En coordinación con los organismos nacionales y provinciales, el PAMI Mendoza creará una historia clínica única, con un test psicológico, para todas las personas mayores de 60 años, que permita realizar una detección precoz de las demencias. Los enfermos serán derivados por los 150 médicos de cabecera que tiene el PAMI a distintos programas con ayuda de psicólogos, asistentes sociales y otros profesionales, como arquitectos que ayudarían a reformar las casas si hubiera riesgo de accidente. Los profesionales deberán informar y asistir a las familias del paciente para darles contención social y afectiva. "El Alzheimer es como una bomba atómica que cae en una familia, de a poco va destruyendo todo lo que lo rodea", asegura el neurólogo Miguel Tabarovsky, coordinador del consejo científico asesor del PAMI.
"Es un programa personalizado, y lo lanzamos en Mendoza porque tiene una historia y prestigio en el tratamiento de la salud mental. También vamos a atender a los sanos que tienen el riesgo de padecer la enfermedad", agrega. El neurólogo explica que hay tres estados de demencia: leve, cuando por ejemplo se olvida de apagar el gas; moderado, cuando se olvida de cómo cocinar; y grave, cuando sus descuidos en la cocina pueden llegar a provocar un incendio.
"Los médicos sabemos que la enfermedad sigue su camino, pero podemos contribuir a que todo lo que esté alrededor mejore", dice Tabarovsky. La familia debe tener información. En los primeros años, sólo se da cuenta el paciente, pero a medida que avanza comienza a advertirlo el resto de las personas de su entorno.