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Noviembre 15, 2004
QUE ES LA ARTRITIS?

Artritis significa inflamación de las articulaciones y es un término que se
aplica a numerosas dolencias relacionadas. La artritis puede afectar al ser
humano en cualquier edad, causando diversos grados de dolor, inflamación y movimientos limitados. Comparada con enfermedades cardiovasculares, cáncer o diabetes, la artritis es la que más restringe las actividades habituales. Las formas más comunes de artritis son tres: osteoartritis; artritis reumática y gota.

Fuente:http://www.portaladultomayor.com
Publicado por Mayores en Movimiento
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OSTEOARTRITIS

Es la forma más común de esta dolencia. Aunque raramente se presenta antes de los 40 años, la osteoartritis afecta, en diversos grados, a casi todas las personas mayores de 75 años y es más común en el sexo femenino.

La osteoartritis ataca el cartílago, un tejido gomoso que cubre las terminaciones de los huesos y se ubica entre las articulaciones. En una persona sana, el cartílago es liso, permitiendo el movimiento de las articulaciones, pero al mismo tiempo tiene la firmeza suficiente como para absorber golpes. A medida que la osteoartritis avanza, la superficie del cartílago y del hueso correspondiente se comprime y se torna irregular. También se produce un crecimiento anormal del hueso, en forma de puntas o espolones, causante de la rigidez y del dolor.

Aunque no se conocen las causas de la osteoartritis, hay factores que aumentan el riesgo de padecerla: edad de 45 años o más; sexo femenino; condiciones hereditarias; heridas en las articulaciones provocadas por trabajo físico o deportes; obesidad y enfermedades que cambian la estructura normal y la función de los cartílagos.

Síntomas

Los síntomas más comunes de esta forma de artritis son:

Dolor: se produce un dolor agudo en la articulación afectada, especialmente luego de usarla en exceso o si ha estado inactivo por un período prolongado de tiempo. A veces el origen del dolor no es aparente, como en el caso de osteoartritis en la cadera que puede producir dolor en la rodilla.

Rigidez: es muy probable que se experimente rigidez al levantarse en la mañana o cuando está de pie. Después de un par de minutos, esta rigidez desparece.

Dificultad de movimiento: actividades rutinarias como abrir un frasco, pelar fruta o coser un botón se tornan cada vez más difíciles.

Inflamación: en osteoartritis, la inflamación de una articulación se puede producir después de su uso excesivo.

¿Cuáles son las articulaciones afectadas?

Dedos: la osteoartritis ataca en particular a las articulaciones de los dedos (especialmente las de los extremos), agrandándolas y dándole a la mano una apariencia agarrotada.

Columna: se produce un paulatino deterioro de los discos entre las vértebras de la columna, que puede traducirse en rigidez de la espalda y cuello.

Caderas, rodillas y pies: éstas son las partes del cuerpo que soportan la mayor parte del peso y, por lo tanto, son más susceptibles de ser afectadas por la osteoartritis. A medida que los cartílagos se deterioran, la persona afectada puede experimentar dolor crónico e incomodidad al estar de pie o caminando. También se puede producir hinchazón, especialmente en las rodillas.

Consejos para proteger las articulaciones
Evite tomar o girar objetos con fuerza: trate de utilizar aparatos domésticos que le alivian tareas que impliquen girar o tomar cosas con fuerza. Al leer un libro, sosténgalo con la palma de las manos, nunca los tome de sus bordes. Escoja cuchillos, abrelatas, peladores de frutas o verduras que tengan un mango de goma grueso.

Distribuya el peso: “comparta” el peso de un objeto entre varias articulaciones. Por ejemplo, siempre use ambas manos para levantar una olla pesada.

Prefiera el uso de articulaciones grandes: si tiene que abrir una puerta pesada, no lo haga con las manos sino cargándose con los hombros.

Mantenga una postura correcta: cuando esté de pie, hunda el estómago y mantenga sus hombros atrás.

Planifique sus movimientos: analice cada etapa de sus actividades favoritas y luego modifíquelas para facilitar sus movimientos. Por ejemplo, si le gusta jardinear, plante en altura para evitar agacharse.

Descanso: tiéndase o ponga sus pies en alto cada cierto tiempo durante el día. Evite períodos prolongados de inactividad ya que éstos disminuyen la tonicidad muscular.

Ejercicios: se recomienda realizar actividades físicas de bajo impacto tales como caminar, natación y ejercicios en piscinas temperadas, y ejercicios de fortalecimiento de los músculos. Cuando practique estas actividades físicas tenga presente que es beneficioso mantener un ritmo lento y continuado, sin contener la respiración y detenerse inmediatamente si le duele la articulación afectada.

Aplicación de frío y calor: si experimenta dolor agudo, la aplicación de frío puede ser de gran ayuda para suavizarlo. Ponga hielo en una bolsa de plástico, cúbrala con una toalla y aplíquela sobre la articulación afectada, nunca por más de diez minutos a la vez. Repita este procedimiento varias veces durante el día. Cuando el dolor haya disminuido en intensidad, aplique calor (con guatero o lámpara infrarroja), también por un máximo de diez minutos cada vez.

Dieta equilibrada: una dieta rica en fibras y baja en grasas, le ayudará a mantenerse en el peso ideal. Tenga presente que el sobrepeso es uno de los factores de riesgo de padecer esta dolencia.

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Noviembre 15, 2004 06:42 PM
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