Casi el 70% de los mayores de 65 años dice que su salud es buena
TERCERA EDAD : SEGUN DATOS DE LA ENCUESTA DE HOGARES, EN EL 20% DE LAS VIVIENDAS PORTEÑAS VIVE AL MENOS UN ANCIANO
Un porcentaje superior aseguró además que puede realizar sin ayuda tareas cotidianas. Existe coincidencia en que aquellos que tienen mayor nivel de actividad en general se sienten más saludables.
Elena Peralta.
eperalta@clarin.com
Miércoles | 11.01.2006
Nilda Duplessi (74) pasó la mitad de su vida en Tribunales. Hizo toda una carrera entre expedientes: se jubiló en 1993 como prosecretaria de un juzgado laboral. Cuando se retiró no se quedó ni un sólo día quieta. Ahora, en lugar de causas corre detrás de subsidios y visitas guiadas. Forma parte de Días Felices, un centro de jubilados de Parque Patricios en el que aprendió que para sentirse útil no hay límite de edad. "A la mañana hago trámites y a la tarde participo en las actividades del centro. Tengo un montón de amigas, hago cosas y me siento bien", cuenta. No es la única. El 65,85% de la población de más de 65 años entrevistada en la última Encuesta Anual de Hogares del Gobierno porteño evaluó su estado de salud como bueno o muy bueno. Un porcentaje mayor aseguró que puede realizar sin ayuda actividades cotidianas, como cocinar, higienizarse o trasladarse (ver La encuesta). Para los especialistas, los dos indicadores están conectados. "Buena parte de los encuestados que aseguraron tener un mayor nivel de actividad también dijeron sentirse bien de salud", explicó Martín Moreno, director de Estadísticas. En 2004, un equipo de encuestadores visitó 7.500 hogares indagando aspectos básicos de la vida de los porteños. Esta edición, cuyos resultados acaban de darse a conocer, fue la primera en que se incluyeron preguntas relacionadas con la tercera edad. En el 20% de las casas censadas encontraron adultos mayores. Este dato muestra un importante crecimiento demográfico en esta franja: en 1950, los mayores de 65 representaban el 5,8% de los habitantes. Los hombres fueron los que tuvieron una mejor percepción de su calidad de vida. El 68,8% de los varones dijo que su salud era buena y sólo 62,9% de las mujeres dijo sentirse bien. Pero ellas admitieron que se cuidan más. El 84% contó haber ido en los últimos seis meses al médico. "Mis achaques tienen que ver con el sobrepeso, pero eso no me impide hacer gimnasia y participar en cuanta excursión organicemos", afirma Amanda Montoya (66), del centro de jubilados Nuevos Horizontes de San Telmo. "Una de las patas fundamentales de nuestro trabajo es hacer que los abuelos lleguen a una vejez activa", sostiene el director de Tercera Edad porteño, Daniel Magliocco. En los últimos cinco años, la Comuna duplicó la cantidad de hogares de día. Son instituciones abiertas para abuelos autoválidos o con niveles de dependencia menores en las que almuerzan y toman la merienda, pero en donde se les exige que se anoten en algún taller. Para el director de la maestría en gerontología de la Fundación Barceló, Miguel Angel Acanfora, hoy los mayores tienen más actividad, pero todavía queda mucho para remediar. "No sólo se trata de poder trasladarse o comer sin ayuda. Hay una dependencia económica a la que muchos ancianos están supeditados y que enhebra otras limitaciones. A veces es difícil seguir integrado y activo sin dinero en el bolsillo". Vida social Adriana Santagati asantagati@clarin.com Cuando nuestros abuelos eran chicos, a una persona de 60 años se la consideraba tan mayor que a su vida productiva se le podían contar los días. Hoy, los especialistas hablan de una cuarta edad. Vitales, activos, con proyectos: así se ven los ancianos porteños. La expectativa de vida crece de la mano de la ciencia y la tecnología, y muchos aprendieron además a valerse de los recursos del sistema, aprovechando su diversa oferta gratuita. Ahora que tienen más tiempo libre, lo usan para aprender, compartir con otros y pasarla bien. Y esa mayor vida social tiene un beneficioso efecto para la salud.
http://www.clarin.com/diario/2006/01/11/laciudad/h-03601.htm