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Ataque cerebral: sólo el 30% recibe rehabilitación

Faltan centros especializados en el país

Sólo tres de cada diez pacientes que sufrieron un accidente cerebrovascular (ACV) reciben en el país atención fisioterapéutica para rehabilitar el habla o las zonas del cuerpo con secuelas, como la cara, los brazos o las piernas.

La Nación Ciencia/Salud
Jueves 16 de febrero de 2006

Así lo muestran los datos actualizados en estos últimos siete meses de un registro de vigilancia epidemiológica de ACV o stroke, en el que trabajan ad honórem 92 médicos miembros de la Sociedad Neurológica Argentina.
"Que un 30% de los pacientes con ACV concurra a centros de rehabilitación es muy poco. En realidad, ocurre que hay muy pocos centros en la Argentina y los que son muy buenos están con la capacidad saturada", dijo ayer a LA NACION el doctor Luciano Sposato, director del Registro Nacional de Accidentes Cerebrovasculares (Renacer), horas antes de viajar a los Estados Unidos para presentar hoy los resultados en la Conferencia Internacional de Stroke, organizada por la American Heart Association.
En esta segunda etapa del registro, que comenzó en julio de 2005, los datos epidemiológicos de 2056 pacientes mayores de 18 años de 222 hospitales públicos y privados del país permitieron a los investigadores saber que el destino de la mayoría de ellos al salir del hospital era el hogar (72%); es decir, que no recibieron reeducación fisioterapéutica.
"Cuando esto ocurre, se pierde un tiempo fundamental que son los primeros días, cuando el paciente está más permeable a rehabilitarse dada una mayor plasticidad neuronal, un fenómeno que permite que las neuronas sanas reemplacen el trabajo de las dañadas", explicó Sposato, coordinador del Servicio de Enfermedades Neurovasculares del Hospital de Clínicas.
Cada año, en el país se producen unos 100.000 ataques cerebrales y recibir tratamiento en las tres primeras horas eleva la posibilidad de revertir las consecuencias. "De todos modos, si un paciente no hizo rehabilitación en los primeros meses, aún tiene posibilidades de rehabilitar brazos y piernas", agregó.
El registro también señala que el 11% de los pacientes muere en el hospital, el 5% es trasladado a un geriátrico y el 3% pasa a un régimen de internación domiciliaria, con controles en el hogar.
De los pacientes estudiados, el 83% de los ataques fueron isquémicos (infarto cerebral) y el 14%, hemorrágicos (hemorragia cerebral). "Los primeros ocurren por una obstrucción arterial causada por una obstrucción de la irrigación en un lugar del cerebro [isquemia], mientras que los ACV hemorrágicos o derrames cerebrales se dan cuando se produce la rotura de una arteria cerebral que sangra", explicó Sposato.
A diferencia de los países de América latina, esas cifras confirman que la Argentina sería más parecida epidemiológicamente a Europa y a los Estados Unidos, donde los ACV isquémicos alcanzan el 80% y los hemorrágicos, el 20 por ciento. Una hipótesis para explicarlo, según ensayó Sposato, sería que "aquí, a diferencia del resto de América latina, influiría la ascendencia italiana y española".
Los tratamientos
Evaluar qué tratamiento reciben los pacientes al llegar al hospital fue uno de los objetivos de esta segunda etapa del Renacer. Al momento de sufrir el ACV, al 78% se le suministró aspirina. Los trombolíticos, en cambio, que son las drogas que permiten disolver los coágulos arteriales y que deben ser administradas en las primeras tres horas de ocurrido el ataque, sólo los recibe uno de cada cien pacientes.
"Esto, a priori, aparenta ser bajísimo, pero cuando se analizan datos de grandes bases de los Estados Unidos con 250.000 pacientes, se ve que sólo recibieron trombolíticos 2500 pacientes, es decir, el 1% del total y la misma cantidad aplicable a nuestro país. Para estar empezando, no nos va del todo mal con estas drogas", comentó Sposato.
En cuanto a la internación en una Unidad de Stroke, lo que reduce el riesgo de mortalidad y permite que la mejoría de las discapacidades que causa el ACV dure más de 10 años, sólo ocurrió en el 7% de los pacientes. "Ese momento en el tratamiento de un paciente agudo es crucial para su mejoría -dijo Sposato-. En el Renacer, muy pocos pacientes estuvieron en una Unidad de Stroke y esto fue así porque hay muy pocas en el país. Es que a veces es muy difícil hacerles entender a las empresas gerenciadoras del sistema de salud o a los responsables de manejar los recursos que tener una unidad especializada le hará bien al paciente y ahorrará costos."
Según la severidad del ACV, un paciente puede permanecer internado unos nueve días. Informes:
renacer@sna.org.ar o www.renacer.sna.org.ar .

Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION

La hipertensión, en primer lugar

* El Renacer confirmó que la hipertensión arterial sigue siendo el mayor factor de riesgo de ACV, aunque estuvo presente en una cantidad menor de pacientes (64%) que en la primera etapa, cuando alcanzaba al 78%. "Lo malo de este dato es que un tercio de los pacientes que eran hipertensos nunca habían recibido tratamiento", destacó el doctor Sposato. Otros factores de riesgo registrados fueron el tabaquismo (25%), haber tenido un ataque previo (21%), la diabetes (19%), la enfermedad coronaria (14%) y las arritmias (8%). "Casi el 60% de los pacientes recibía algún tratamiento preventivo, pero luego del alta esa cantidad subió al 90%", afirmó.

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