La jubilación no tiene por qué significar el fin de la actividad. Es lo que están demostrando más de 850 profesionales jubilados y prejubilados con experiencia técnica, industrial, financiera y jurídica, entre otros.
Son todos voluntarios de Seniors Españoles para la Cooperación Técnica (SECOT), una asociación sin ánimo de lucro que desde 1989 se dedica a asesorar a colectivos y personas que no pueden pagar un servicio comercial, como son los jóvenes emprendedores, las pequeñas y medianas empresas y las ONG con recursos económicos escasos.
Uno de sus miembros es José Gutiérrez, que hasta los 60 años trabajó en el departamento de relaciones internacionales del Banco Exterior de España. Él ahora tiene 71 años y dedica a su labor dos días de la semana, desde las 10 a 13.30.
Compartiendo el conocimiento
Su papel en SECOT es de generalista: “Recibimos cualquier tipo de petición y una vez que deducimos qué es lo que se necesita en concreto o bien actuamos directamente o bien lo pasamos a un experto si se trata de un asunto que no conocemos”.
Él ha atendido a seis organizaciones sociales: “La última visita la tuvimos ayer con una organización internacional de deportes”. La ONG solicitaba un programa de márketing para lograr que sus actividades fueran reconocidas a nivel internacional. “Les hemos recomendado la captación de nuevos socios, el estudio de las actividades que van a realizar y de las necesidades de los países”, explica.
“SECOT hace falta por dos motivos -explica José María Llorente, ingeniero, economista y antiguo presidente de la asociación-. Por la gente profesional a la que le gusta poner sus conocimientos a disposición de la sociedad y por la cantidad de gente que necesita esos conocimientos”.
Así, a parte de a asociaciones y fundaciones, los miembros de SECOT han colaborado directamente con inmigrantes, personas que sufren largos períodos de paro, personas con discapacidad o emprendedores y emprendedoras que son la cabeza de familias monoparentales.
A ellos les asesoran para que sus ideas se transformen en proyectos empresariales con futuro. Por ejemplo, les informan sobre cómo establecer planes de negocio viables o cómo acceder a microcréditos.
Un intercambio
No sólo las personas de escasos recursos se ven beneficiadas por esta iniciativa, ya que para los voluntarios significa una oportunidad para continuar en movimiento, pero sin una actividad tan estresante como puede ser la laboral: “Por una parte te permite salir de casa, es decir, te permite mentalmente estar activo y, por otra, también te permite estar físicamente activo porque estás moviéndote de un lado a otro”, argumenta José María.
SECOT atiende más de 3.000 consultas anuales y tiene sedes en Vitoria, Alicante, Zaragoza, Barcelona, Oviedo, Cádiz, Santander, Gerona, Granada, San Sebastián, Huelva, Jaén, Coruña, Madrid, Málaga, Pamplona, Sevilla, Valladolid, Valencia, Vigo y Bilbao.
Además, durante este año los voluntarios también empezarán a reforzar las consultas por internet.