La hipertensión arterial es el factor de riesgo cardiovascular más relevante
La hipertensión arterial es el factor de riesgo cardiovascular más relevante en la práctica clínica, por lo que su control es uno de los pilares de la prevención de accidentes cardiacos
Madrid, 6 febrero 2006 (azprensa.com)
Aunque la probabilidad de sufrir un evento cardiovascular viene determinada por un conjunto de factores muy amplio (algunos de los cuales incluso son desconocidos actualmente), los resultados obtenidos en el estudio INTERHEART ponen de relieve que con cambios en el estilo de vida (dejar de fumar, llevar a cabo una dieta rica en frutas y verduras, moderar el consumo de alcohol...) y con la corrección de factores de riesgo modificables y de fácil identificación en la práctica clínica (hipertensión arterial, dislipemia, diabetes y obesidad) es posible reducir en más de un 90% el riesgo de sufrir un infarto de miocardio.
“Estos datos enfatizan la importancia de disponer en la práctica clínica de intervenciones que puedan ejercer un beneficio multifactorial, si bien debe destacarse la importancia de garantizar el control individual de cada uno de los factores de riesgo”, afirma el doctor José Ramón González Juanatey, Catedrático de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Director del Departamento de Medicina de la Universidad de esta ciudad gallega y uno de los formadores de la Reunión Nacional “Formación de formadores”, organizada por AstraZéneca el pasado fin de semana en Santiago de Compostela.
Como son varios los factores de riesgo implicados en la aparición de un evento cardiovascular y no se dispone de pruebas que permitan conocer la importancia de cada factor de riesgo en un individuo concreto, es necesario actuar sobre todos estos factores para reducir la probabilidad de sufrir un infarto o de otro accidente cardiovascular, “especialmente sobre la hipertensión arterial, al que podría considerarse como el factor de riesgo más relevante en la práctica clínica, aunque sólo sea por su elevada prevalencia”, asegura González Juanatey.
De hecho, los pacientes españoles que han padecido un evento cardiovascular de naturaleza aterotrombótica (cardiopatía isquémica y enfermedad cerebrovascular) suelen ser pacientes con obesidad abdominal y, sobre todo, hipertensos. “Por lo tanto, el control de la hipertensión arterial constituye uno de los pilares de la prevención cardiovascular en todo el mundo y también en nuestro país”, añade el especialista.
Objetivo: la prevención cardiovascular
Tanto la hipertensión arterial como el resto de factores de riesgo asociados a las patologías cardiovasculares pueden ser controlados adecuadamente mediante la puesta en práctica de hábitos de vida saludables, algo que ha venido a confirmar el estudio INTERHEART; por ejemplo, en esta investigación se demuestra, además de que es posible reducir en más de un 90% el riesgo de sufrir un infarto de miocardio gracias a los hábitos de vida saludables, que el abandono del tabaco disminuye en un 50% la probabilidad de padecer este mismo accidente coronario.
“También sería conveniente combatir hábitos nocivos como la obesidad, el sedentarismo o la alimentación escasa en fruta, verdura y pescado”, afirma González Juanatey, que considera que el control de presión arterial, de lípidos plasmáticos y del metabolismo de la glucosa, así como la ingesta de aspirina, son los pilares de la prevención cardiovascular, tanto primaria como secundaria, si bien la indicación de objetivos terapéuticos y fármacos concretos depende de las características individuales de cada paciente.