Miembros de la Sociedad Europea para la Investigación de la Diabetes aseguran que uno de cada diez europeos podría sufrir esta enfermedad en 2025
La colaboración entre especialistas en diabetes y cardiólogos es esencial para frenar la incidencia de la patología en toda Europa, según expertos
Viena, 20 febrero 2006 (EFE)
Uno de cada diez europeos podría sufrir en 2025 de diabetes, enfermedad que constituye un riesgo grave para la población del continente. Así lo advirtieron los expertos reunidos recientemente en Viena en una conferencia de la Unión Europea centrada en la prevención de esta patología, y con la participación de la Sociedad Europea para la Investigación de la Diabetes (EASD).
Unos 200 especialistas de 30 países recomendaron ante todo medidas de profilaxis a través del ejercicio y una alimentación sana, en el marco de unos programas que encuentren la aceptación de importantes grupos sociales, señalaron.
Acudieron a la conferencia representantes de todos los países miembros de la UE, de los estados candidatos a la adhesión, así como de la Comisión Europea, del Parlamento Europeo y de la Organización Mundial de Salud (OMS) para elaborar estrategias del futuro. Los congresistas prestaron especial atención a la cooperación entre los médicos especializados en diabetes y cardiólogos, así como la prevención en grupos de riesgo, entre los que figuran las personas de nivel económico bajo y las mujeres que han tenido temporalmente síntomas de diabetes durante el embarazo.
Las estadísticas afirman que el 7,8 por ciento de los ciudadanos de la UE padecen diabetes y, según Ulf Smith, de la Sociedad Europea para la Investigación de Diabetes, la frecuencia de esta enfermedad podría ascender al 9,1 por ciento en 2025. Habría que añadir a estas cifras las referentes a la intolerancia de glucosa, fase previa a la enfermedad sufrida ya ahora por un 10,2 por ciento de los europeos.
El problema se halla en que la diabetes del tipo 2, adquirida en el curso de varios años, queda durante mucho tiempo desapercibida, según indicaron los expertos, y en el momento del diagnóstico, muchos afectados padecen ya daños secundarios, por ejemplo de los vasos sanguíneos o una evolución acelerada de arteriosclerosis.
Entre un 5 y 10 por ciento de los gastos totales de los sistemas sanitarios recaen en presuntas complicaciones de la diabetes, como el infarto cardíaco, fallo de los riñones, amputaciones y ceguera, afirmaron los especialistas.
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