Gerontología - Universidad Maimónides

« Las personas mayores en situación de dependencia | Página Principal | Abuelas niñeras, en riesgo »

Ellas son más vulnerables

Los conflictos cardíacos se manifiestan en la mujer una década después que en los hombres, pero lo hacen con mayor severidad. La sintomatología sólo está definida médicamente para el sexo masculino.

La Nueva Provincia
1 de Marzo de 2006

Durante muchos años la mujer luchó por la igualdad frente al hombre. Y paradójicamente, lo que en algunos campos consiguió como un avance, en otros le significó un retroceso. Las enfermedades cardiovasculares son un triste ejemplo de esto.
"Hoy la mujer se muere exactamente igual que el hombre por problemas cardíacos", asegura la cardióloga Liliana Grienfeld, jefa de Cardiología Intervencionista del Hospital Italiano de Buenos Aires, investigadora principal de la Cleveland Clinic Foundation y flamante presidenta de la Fundación Cardiológica Argentina.
Si bien en ellas se manifiesta casi una década más tarde que en el hombre, como contrapartida los pronósticos son menos alentadores. La mujer no tiene una cultura de ir al cardiólogo ni de hacerse chequeos preventivos. Y los médicos no perciben del mismo modo la enfermedad cardiovascular en el hombre que en la mujer. Ante el dolor en el pecho, a él le indicarán un electrocardiograma y que tome aspirinas, y a ella, probablemente, que se cuide del estómago y algún antidepresivo.
"Una de cada 9 mujeres entre los 45 y 65 años tiene alguna patología cardiovascular: enfermedad coronaria, hipertensión arterial, accidente vascular cerebral, disección de aorta o valvulopatías", enumera Ana María Salvati, jefa del Servicio de Cardiología de la Clínica Modelo de Morón e integrante de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Cardiología y de la Fundación Cardiológica Argentina.
"Los estrógenos parecen desarrollar un rol protector en las arterias coronarias, ya que antes de la menopausia, la enfermedad coronaria es menos frecuente en la mujer --explica Salvati--, pero esto no significa que una premenopáusica esté protegida frente a otras afecciones del aparato cardiovascular, como la hipertensión o la enfermedad valvular."
Los factores de riesgo que inciden en el desarrollo de la enfermedad coronaria son los mismos para ambos sexos: el cigarrillo, el estrés, el sedentarismo, la obesidad, la diabetes, la hipertensión, las dislipidemias y el síndrome metabólico, caracterizado por la acumulación de grasa en la zona abdominal.
No obstante, algunos de estos factores tienen un efecto mucho más agresivo en las arterias de la mujer.
Mientras en el hombre la diabetes duplica su riesgo de padecer enfermedad coronaria, en la mujer implica un incremento de 3 a 7 veces ese riesgo. Algo parecido ocurre con el hábito de fumar y la hipertensión.
En el estudio FRICAS (Factores de Riesgo Coronario en América del Sur) y en el "Consenso de prevención primaria y secundaria de enfermedad coronaria", publicado en la "Revista Argentina de Cardiología" , puede hallarse una comparación entre la incidencia de los factores de riesgo en hombre y en mujeres.
Con un antecedente familiar de enfermedad coronaria, un hombre duplica su riesgo; con 2 o más, lo triplica. Una mujer lo triplica con un solo antecedente familiar, y lo cuadruplica con 2 o más.
A la hora de prevenir.
El menor tamaño de las arterias coronarias de la mujer podría jugar un rol decisivo en la mayor vulnerabilidad que tiene la mujer a la isquemia miocárdica, dada por insuficiente llegada de sangre por las coronarias al músculo cardíaco.
Por otra parte, los médicos indican menos estudios diagnósticos y tratamientos con fármacos cardiovasculares a sus pacientes de sexo femenino.
En cuanto a los síntomas, son mucho más difusos en las mujeres, ya que el típico está definido para los hombres, no para ellas.
Las reglas para la prevención, en el más amplio sentido, no hacen diferencia de sexos: no fumar, controlar la presión arterial y el colesterol, hacer ejercicio diariamente (al menos una caminata de 30 minutos), mantener un peso óptimo, llevar una dieta con poca sal y azúcar, rica en frutas, vegetales y pescado y controlar la diabetes.
Además de los estudios ginecológicos, conviene incluir chequeos periódicos con un electrocardiograma y una ergometría o prueba de esfuerzo.
En cuanto a las terapias de reemplazo hormonal, si bien alivian los síntomas de la menopausia como sofocones y sequedad vaginal, estudios recientes comprobaron que aumentan el riesgo de padecer eventos vasculares o cardíacos durante el primer año y medio de recibirla. La tasa de complicaciones es especialmente alta si la mujer es fumadora. Por eso conviene consultar al médico.
La prevención es irreemplazable. Una vez que se manifestó la enfermedad, más del 50 por ciento de las personas que sufren un ataque cardíaco, no llega a ser atendidas, muere en el camino. Ni hombres ni mujeres tienen un dios aparte.
------------------------------------------------------------------------
Demasiado común aunque no parezca
Los siguientes datos proceden de la Fundación Cardiológica Argentina y del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.
1
En la Argentina, el 50 por ciento de las muertes de mujeres mayores de 45 años son consecuencia de enfermedades cardiovasculares y circulatorias.
2
Mientras que una de cada 25 mujeres muere de cáncer de mama (el de más frecuencia, pero con relativa baja mortalidad), una de cada 20 muere de cáncer de pulmón y una de cada dos fallece por causas cardiovasculares.
3
Al llegar a la menopausia, la mujer suele duplicar y hasta triplicar su riesgo de padecer enfermedad cardiovascular.
4
En los últimos 10 años se redujo la aparición de enfermedades cardiovasculares en el varón, mientras que en las mujeres se incrementó levemente.
5
La mortalidad durante el infarto agudo de miocardio es más del doble en la mujer que en el hombre (19,4 por ciento contra 8,1).
------------------------------------------------------------------------
Peligros comparados
* Hipertensión.
En hombres duplica el riesgo; en las mujeres lo triplica.
* Tabaquismo.
Fumar más de 20 cigarrillos diarios duplica el riesgo cardíaco en el varón, y en la mujer lo triplica.
* Dislipidemia.
Niveles altos de colesterol total (CT mayor de 200) y bajos de colesterol bueno (HDL menor de 45) aumentan el riesgo de enfermedad coronaria, y los triglicéridos elevados aumentan el riesgo en un 14 por ciento. En las mujeres de más de 65 años este peligro es mayor que para los hombres de la misma edad. Y los triglicéridos elevados aumentan el riesgo en un 37 por ciento.
* Diabetes.
Crece el riesgo 2 a 3 veces en los varones, y de 3 a 7 en mujeres.