Los préstamos a jubilados, en medio de una pulseada
Buscan bajar las tasas de interés en un negocio que mueve millones de pesos.
Gustavo Bazzan
gbazzan@clarin.com
MAR 14.03.2006
El envión que les dieron el Gobierno y la ANSeS a los bancos para que se involucren de lleno en el negocio de los préstamos a jubilados volvió a reeditar una pulseada entre el sistema financiero y las mutuales.
Ambos sectores pugnan por el denominado "código de descuento", es decir la posibilidad de que el acreedor (banco o mutual) se cobre la cuota antes de que el beneficiario de la jubilación reciba su paga mensual.
En el caso de un préstamo común, el jubilado primero recibe el haber y luego el cajero del banco le recuerda que tiene una cuota pendiente. La diferencia es que aquí el jubilado puede no pagar la cuota.
El negocio de los préstamos a jubilados no es menor. Se calcula que mensualmente se originan préstamos por 600 millones de pesos. Cada operación ronda, en promedio, los 1.000 pesos y se pacta a 20 meses de plazo, según le comentó a Clarín un especialista en el tema, que prefirió reserva de su identidad.
Pese a la presión que ejercieron los bancos para obtener el código, o para que se lo quiten a las mutuales, la utilización del código de descuento sigue siendo exclusiva de mutuales, cooperativas y organismos oficiales (como el Banco Nación, por ejemplo).
Así, las mutuales lograron repeler nuevamente el avance de los bancos, como lo hicieron en 2000. En agosto de ese año, el ex presidente Fernando de la Rúa firmó el decreto 691 que les permitía a los bancos utilizar el código de descuento, pero diversos amparos interpuestos por las mutuales lograron frenarlo.
En el medio se mezclaron denuncias de los mutualistas contra ex funcionarios (los hijos de la sindicalista Mary Sánchez) por supuestos pedidos de coimas, que generaron un escándalo por aquellos días.
Si bien el Gobierno no modificó ese punto, sí les amplió el terreno a los bancos con otras prerrogativas.
Por ejemplo, si un jubilado toma un crédito en el banco X, durante un año estará obligado a cobrar su haber jubilatorio en ese banco. Además, si el jubilado tiene una deuda con el banco, que lo obliga a pagar una cuota equivalente al 25% de su haber, la mutual no podrá acceder a un código de descuento para prestarle plata a ese jubilado.
Otra limitación es que el jubilado no podrá destinar al pago de deudas más que el 40% de su haber, (hoy era del 50%).
Además, las mutuales no podrán dar préstamos a más de 24 meses de plazo, con seis de gracia.
Las tasas de interés de este mercado son otra obsesión del Gobierno. Por eso para darle impulso al negocio el Banco Nación salió a anunciar una línea de créditos para jubilados al 15% anual. Es una tasa que, según los funcionarios, debería jugar como "techo" para el resto de los prestamistas.
El anuncio de los cambios en esta normativa fue hecho por el presidente Kirchner y el titular de la ANSeS, Sergio Massa. La presencia de los titulares de todas las cámaras de entidades financieras sin duda fue un respaldo para la movida oficial.
Massa destacó que ese apoyo se traduciría en un involucramiento de todos los bancos en este negocio, que podría derivar en una mayor competencia por captar jubilados para pagarles sus haberes, el primer paso en el mecanismo que concluye con el otorgamiento de un préstamo.
Ocurre que hasta ahora el pago de haberes a jubilados se concentra en unos pocos bancos, todos nacionales.