Gerontología - Universidad Maimónides

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"Todavía soy un chiquilín"

eduardo_calamaro.jpgEduardo Calamaro (88)

El padre de Andrés y de Javier publicó su sexto libro. Defiende a Kirchner y se reconoce como un padre egoísta. Claves de la eterna adolescencia.

Revista Noticias

Bastan cinco minutos para imaginar a Lino Palacios inspirándose en este hombre para crear a su entrañable "Don Fulgencio". A días de cumplir 89 años, Eduardo Calamaro, sí, el padre de Andrés y de Javier, se divierte con travesuras de niño. "Mi mujer todavía me tiene que retar y mandarme quedar quieto. Todavía soy un chiquilín que hace chiquilinadas", confía el abogado que acaba de publicar su sexto libro, "Historia de una traición argentina", y que está esperando que un comité de lectura apruebe el próximo.
Defensor acérrimo de Néstor Kirchner, el primero de abril cumple 66 años con la Abogacía. Jocoso, a veces irónico, tiene la energía de varios jóvenes que no cruzan la treintena. Parece una fuente inagotable de palabras. Pero hable de lo que hable, Eduardo siempre volverá a la carga con la política y la economía, sus dos pasiones. "Mi libro es una crítica a la crisis nacional iniciada en junio de 1975, con el gobierno de Isabel y López Rega", apunta. Durante la dictadura pensó que iba a ser un perseguido más, "porque tenía antecedentes izquierdistas como secretario jurídico de la Liga por los Derechos del Hombre; había defendido a abogaditos recién recibidos, obreros, sindicalistas… Estuve preso tres o cuatro veces. Pero me trataban bien, en la cárcel de Devoto me conocían, yo era el que iba a sacar a los presos políticos". En su libro, Calamaro habla de una argentina que dejó de crecer con el gobierno de facto, "que abrió la Aduana a la importación de toda clase de productos; barrió con decenas de miles de establecimientos industriales -se enardece-. Impulsó un mercado financiero que transformó la riqueza en recursos para la especulación".
Noticias: ¿Qué opina de Felisa Miceli? Se dice que hace sólo lo que le ordena Kirchner…
Eduardo Calamaro: No sé qué le ordena, pero lo que sé es que Kirchner es continuamente difamado en la forma más vulgar y grosera. Creo que Kirchner está embarcado con su gobierno y con la gente que lo votó el 23 de octubre, en fomentar créditos, facilidades de pago y proteger derechos y tratados internacionales, como el Mercosur.
Noticias: ¿Usted cree que el Presidente no se equivoca en nada?
Calamaro: Es humano, falible. Estoy viendo con mi experiencia política-económica que está haciendo lo que la mayoría del país necesita y lo que necesita toda la población para desarrollarse.
Noticias: Publicó su sexto libro a los 88 años, ¿de dónde saca las energías?
Calamaro: ¡Las tengo! Como tengo cinco dedos, unos 18.000 pelos… (aclara con cara de chico travieso) Se me están cayendo los pelos de las piernas, ¿a todos los viejos les pasará lo mismo? ¡Tengo las piernas como las mujeres, peladas! ¿Qué hago, me compro una peluca para las rodillas?
Noticias: Cuénteme de dónde saca tanta energía…
Calamaro: Mi clínico es homeópata, pero es como usted, le echa la culpa de la Homeopatía a Kirrrchchchnnner. Él me dice que heredé un cuerpo de joven. Mis padres no fueron longevos, me dieron muchísimo: independencia, autonomía y libertad cuando era un chiquilín, y me las pude arreglar solo porque este es un bendito país.
Noticias: ¿Cómo se siente a días de cumplir los 89?
Calamaro: Gracias a mis padres hice mucha vida al aire libre y ejercicios metódicos: gimnasia, natación, básquet, rugby, mucha equitación. A mí me curaron los dolores de viejo con ejercicios. (insiste) ¿A usted le parece correcto que se le eche la culpa de todo a Kirrrchchchnnner, cuando tenemos un ministro tan bueno como Ginés (González García)? ¿O cuando tuvimos a Lavagna, en Economía? Este es un gobierno de gente decente, se acabó el cinismo de los menemistas...
Noticias: Quiere volver al periodismo, ¿no prefiere descansar un poco?
Calamaro: Para descansar, los centinelas cambiamos de pierna. Un gran amigo mío, Rogelio Frigerio, decía que el único descanso digno de los humanos es cambiar de actividad. Póngale un poquito de abogacía, uno de gimnasia, uno de política, mucha literatura, muchos ensayos…
Noticias: Usted dijo que se había separado de su primera esposa para ayudarla a casarse con otro…
Calamaro: Ella me pidió el divorcio para poder viajar con su nuevo marido, quien se iba a hacer cargo de un empleo en Roma. Estábamos separados amigablemente, repartimos un tenedor para cada uno… Me presenté en la Justicia y dije que estaba en una relación concubinaria con la señora tal con la que había tenido un hijo (ríe). El juez no tuvo más remedio que darme el divorcio, por injuria grave. Nuestro hijo era Andrés Calamaro, ¿lo conoce? ¡Culpa de Kirrrch-chchnnner! (ríe mucho).

Noticias: ¿A qué edad se casó por primera vez?
Calamaro: A los 36. Era un poco chiquilín, no tenía la madurez para hacer una familia. Con ésta estamos juntos desde el ’59. También es culpa de Kirrrchchchnnner, que le está haciendo muy mal al país.
Noticias: Volvamos a su matrimonio.
Calamaro: Después mi ex mujer murió. Entonces con Esther dejamos pasar un tiempo prudencial y nos casamos. Le voy a decir algo que le va a sonar a mentira: a mí me fue muy bien en los dos matrimonios, tengo un recuerdo muy afectuoso de mi ex, y la de ahora es una maravilla.
Noticias: ¿Y por qué se separó de la primera, entonces?
Calamaro: ¡Ella se separó! Yo la quería y la seguiré queriendo, pese a que hace 35 años que murió. Me dijo que se quería separar.
Noticias: ¿Ya había conocido al que fue el segundo marido?
Calamaro: Sí, era amigo nuestro, venía siempre a casa…
Noticias: ¿Y a usted cómo le cayó cuando se enteró?
Calamaro: Me enfermé. No sé si me curé todavía. Tuve pena, tuve rabia, tuve mucho amor… y mejor que no me queje ni me haga la víctima (ríe).
Noticias: Algo habrá hecho usted también, ¿no?
Calamaro: No, yo sé cómo empezó: se murió nuestro chiquito a los seis meses, había nacido con una falla cerebral. Y eso la afectó muchísimo. Ahí se separó de mí, y yo se lo respeté hasta las últimas consecuencias.
Noticias: Usted era un adelantado, en esa época no había divorcios…
Calamaro: Había de todo, hasta un servicio en el Jockey Club: resulta que los señores tenían un "cotorro", un departamento donde llevaban mujeres "en su afán de dar su amor", como decía el tango. Y a veces se morían en pleno acto sexual, arriba de la pobre mujer. Entonces el Jockey Club mandaba a retirar el cuerpo y le decía a la viuda que había muerto en el club haciendo gimnasia. Un buen servicio…
Noticias: ¿Cómo se sentía con Charly García, Fito Paéz y Miguel Abuelo dando vueltas por su casa con sus hijos Andrés y Javier?
Calamaro: Poca relación, pero muy buena. Miguel Abuelo vino a casa a pedirme algo profesional y después murió. Con los demás me encontraba en los recitales. A Spinetta no lo conocí, cosa que lamento. Fito era compañero de Andrés cuando estaban con Charly. Es al que más conozco, porque además vivía acá a la vuelta con Cecilia (Roth).
Noticias: ¿En qué se parecen y en qué se diferencian sus hijos?
Calamaro: Se parecen en que aman la música y son felices haciendo lo que aman. Javier era más doméstico y Andrés, un intelectual preocupado por las cuestiones sociales, acá y en España donde vivió varios años. Andrés es un creativo, desbordante a veces. Javier es más previsor, piensa mucho en lo que está haciendo. Son distintos, pero todos somos revoltosos.
Noticias: Andrés tuvo un cambio muy grande, dejó de…
Calamaro: No voy a hablar de ningún asunto familiar.
Noticias: De sus mujeres me habló…
Calamaro: Desde este momento no hablo más.
Noticias: ¿Se reprocha algo como padre?
Calamaro: Uyyyyyyyyy… Egoísmo, egolatría, narcisismo, ignorancia, despreocupación… (le habla al fotógrafo: "vino a convencerme de que hable mal de Kirchner"). Lo que hice con mis hijos fueron todas las pavadas que hacemos los pequeños burgueses que viven holgadamente. Y se creen geniales porque mandan al chico al colegio, a inglés, al médico… Y eso vale tanto como afeitarse o ir al baño, es lo que hay que hacer. Tampoco hay que enorgullecerse de no saber cocinar ni coser un botón. Lo que hice fue disfrutar con mi mujer; después trabajar en la profesión; después hacer política; después escribir literatura. Y después mis hijos. Pero a pesar de los padres, algunos hijos salen buenos.
Noticias: Andrés dijo que lo salvó el amor…
Calamaro: El secreto de la vida no es descubrir América, sino que todos tenemos por delante una montaña y no hay más remedio que tratar de subirla, para comer, para satisfacer nuestros impulsos. Si alguno llega a la cima, lo que deja atrás es otra montaña. Y hay que subir sí o sí esa montaña. Y si mata para comprar un par de zapatillas, ésa es su forma de subir la montaña.
Noticias: ¿Le gusta su nueva nuera, Julieta Cardinali?
Calamaro: Sí, nos conocemos poco porque está en la etapa de hablar poco. Es una chica que da la impresión de madurar, de trabajar, de querer hacer algo bien. Se quieren… Y con eso basta para empezar... l

Por: Mónica Soraci | Fotos: Julio Romero