La personalidad displicente, distante e independiente podría caracterizar a los mayores con inteligencia elevada
Este estudio es el primero en el que adultos jóvenes y mayores son comparados sobre la base de las características de personalidad que predicen la inteligencia en una muestra en la que participan 381 adultos de entre 19 y 89 años.
Estados Unidos, 14 de agosto de 2006 (Europa Press)
La personalidad displicente, distante e independiente podría caracterizar a los mayores con una inteligencia elevada, según sugiere un estudio de la Universidad de York en Toronto (Canadá) que ha descubierto diferencias en los indicadores de la personalidad que denotan inteligencia entre los adultos jóvenes y de más edad con similares capacidades cognitivas y los adultos mayores con un nivel de inteligencia superior.
Investigaciones previas sobre las relaciones entre inteligencia y personalidad utilizaban sobre todo a adultos jóvenes como participantes. Este estudio es el primero en el que adultos jóvenes y mayores son comparados sobre la base de las características de personalidad que predicen la inteligencia en una muestra en la que participan 381 adultos de entre 19 y 89 años.
Los participantes fueron divididos en tres grupos: adultos jóvenes (entre 18-60 años); adultos mayores comparables cognitivamente al grupo anterior (entre 18-60 años); y adultos mayores que eran cognitivamente superiores al primer y segundo grupo (de más de 60 años). El grupo de mayores se estableció siguiendo las puntuaciones recibidas de una batería estándar de pruebas de personalidad e inteligencia.
Los indicadores de personalidad de las habilidades cognitivas diferían entre los tres grupos estudiados. La apertura psicológica y la extraversión eran indicadores importantes del conocimiento general en los adultos jóvenes. Aquellos que puntuaban más alto en apertura y más bajo en extraversión tenían puntuaciones superiores en conocimiento general. La apertura se consideró un indicador fuerte de la capacidad de estos adultos jóvenes de retener el conocimiento general y almacenar información a corto plazo.
En el caso de los adultos comparables al primer grupo, las características de personalidad anteriores tenían poco o ningún impacto en su capacidad para retener conocimiento general. En global, dentro de este grupo, la personalidad parecía menos importante para explicar las diferencias generales en las capacidades cognitivas en comparación con los adultos más jóvenes.
En el grupo de mayores cognitivamente superiores, que funcionaron mejor en comparación con los dos grupos anteriores en todas las pruebas de capacidad, el desagrado mostró una relación contradictoria con el conocimiento general, sugiriendo que una naturaleza displicente podría corresponderse con una mejor retención del vocabulario y el conocimiento en los mayores. Este resultado apoya investigaciones previas que sugieren que aquellas personas muy inteligentes podrían ser más distantes e independientes.
Los autores señalan que la escrupulosidad y la apertura psicológica fueron indicadores de una fuerte memoria y procesamiento visual y auditorio a corto plazo, lo que sugiere que la escrupulosidad no tiene necesariamente que convertir en más inteligentes a los individuos pero podría permitirles realizar mejor las pruebas.