Gerontología - Universidad Maimónides

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El consumo habitual de té verde protege el corazón

te_verde.jpgEl té es la bebida que más se consume en todo el mundo por detrás del agua. Por ello, cualquier pequeño beneficio que pueda desprenderse de esta costumbre puede tener importantes implicaciones sanitarias a gran escala. Un gran estudio llevado a cabo en Japón señala esta vez que el consumo de té verde permite reducir la mortalidad en población adulta por cualquier causa, especialmente de tipo cardiovascular.

miércoles 13/09/2006
MARÍA VALERIO (elmundo.es)

Hasta ahora, varios estudios con animales y muestras 'in vitro' ya habían indagado en los efectos positivos de sus ingredientes para frenar, por ejemplo, el proceso tumoral, pero su acción real en grupos de población estaba menos clara. La investigación que esta semana publica la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA) evaluó los datos de más de 40.000 japoneses entre los años 1994 y 2005.

El objetivo de los investigadores de la Universidad Tohoku (en Sendai) era comprobar los efectos del té verde en las cifras de mortalidad por enfermedades cardiovasculares o por cualquier otra causa, incluido el cáncer. Para ello eligieron la prefectura de Miyagi, al noreste del país, donde el 80% de los habitantes consume té verde y más de la mitad toma tres o más tazas diarias.
Mayor efecto en mujeres

Los sujetos, con edades comprendidas entre los 40 y los 79 años, fueron seguidos durante 11 años para determinar la mortalidad cardiovascular y siete para evaluar los otros factores de muerte.

Y aunque los beneficios del té verde fueron más significativos entre las mujeres, en ambos sexos se apreció una reducción de la mortalidad relacionado con este hábito: frente a quienes bebían 'sólo' una taza diaria, los que tomaban cinco raciones tenían un índice de mortalidad por cualquier factor 16% menor y un 26% inferior de trastornos cardiovasculares.

Contando únicamente a las participantes femeninas esta ventaja se elevaba hasta el 31%. Y aunque los autores excluyeron el resto de factores de riesgo, sospechan que el tabaco podría estar detrás de esta pequeña diferencia entre hombres y mujeres.

Por otro lado, y contrariamente a lo que se sospechaba hasta ahora, el consumo de esta infusión no redujo la mortalidad por cáncer pese a que in vitro sí había logrado frenar el proceso cancerígeno. Además, el efecto de otras variedades de té (como el negro o el Oolong, una variedad semifermentada) no pudo equipararse a las ventajas del verde. Esto hace sospechar a los investigadores que detrás de este efecto protector existen mecanismos biológicos propios de sus ingredientes característicos, los polifenoles.

A pesar de las buenas noticias que se desprenden de estas páginas para los amantes del té, el trabajo admite que serán necesarios ensayos clínicos para confirmar definitivamente que esta bebida tiene efecto real en las cifras de mortalidad. De ser así, añaden, "el té contribuiría a prolongar la esperanza de vida debido a que las enfermedades cardiovasculares, junto al cáncer, son la principal causa de muerte en todo el mundo".

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/09/12/corazon/1158076435.html