Lente intraocular: una solución para las cataratas
Durante su colocación también se puede corregir la presbicia
El 40% de los mayores de 60 las padece
Tan sólo 15 minutos pueden cambiarle la vida a una persona. Y un claro ejemplo es la operación de cataratas, que permite que aquel que perdió la calidad de visión puede recuperarla o incluso mejorarla. Ese es el caso de Gladys Salazan Broide, de 66 años, que pasó por el quirófano hace un año.
La Nación Salud
Sábado 2 de Septiembre de 2006
"Mi catarata era incipiente, pero al salir al sol no podía abrir los ojos. Además, como estudio Derecho usaba anteojos para todas las distancias. Ahora ya no los llevo colgando, no se empañan con el café ni se mojan los días de lluvia", cuenta.
"La catarata es la opacidad del cristalino, que es una lente natural del ojo con la que se enfoca", define Marcelo Sterzovsky, médico oftalmólogo y director del Primer Centro de Microcirugía Refractiva de Buenos Aires. La aparición de este problema puede deberse a diferentes causas, pero la principal es el paso del tiempo.
"Después de los 50 años, el 20% de las personas padece esta afección. Mientras que los de más de 60 duplican ese índice", afirma Daniel Scorsetti, director de la carrera de Médico Especialista en Oftalmología de la Universidad del Salvador. "Es que el cristalino envejece. Está en constante crecimiento y, después de cierta edad, las células nuevas ya no son tan transparentes y provocan la opacidad. Hoy, como vivimos más tiempo, crece la posibilidad de desarrollar esta enfermedad."
También existen otros orígenes. "Están las cataratas congénitas, que se forman durante la gestación. Estos casos necesitan una intervención inmediata, ya que la vista de los bebes es inmadura y cuanto antes se opere es mejor para que pueda ser estimulada -describe Scorsetti-. También están las llamadas cataratas secundarias, provocadas por traumatismos, enfermedades como la diabetes, o por el uso de corticoides, como los que contienen algunos colirios, que muchas veces se usan de manera indiscriminada."
El lugar donde la opacidad se aloje definirá su clasificación en nuclear o cortical. "La primera se da en el núcleo del cristalino, y provoca molestias ante la luz fuerte, mientras que la segunda crece en la corteza y enturbia la vista o genera visión doble", aclara Sterzovsky.
Con el paso del tiempo, la catarata avanza y muchas veces dificulta la vida del paciente. "Veía todo más opaco, sin brillo, hasta a veces doble. Me faltaba claridad para leer, por eso apenas me dijeron de operarme, acepté", dice, contento, Pablo Chami, de 63 años, que lleva 10 días recuperándose y espera volver a sus clases de gimnasia.
En otro consultorio, Martha Mattera llora al recordar cómo vio cuando salió de la operación. "Me siento más joven, liberada. Puedo leer el menú en un restaurante o comprar anteojos de sol lindos, sin aumento", cuenta.
Cómo es la cirugía
"Durante la intervención, que es ambulatoria, se remueve el cristalino natural. Se absorbe el contenido y queda una cáscara, que será la base de la nueva lente intraocular. La incisión es sólo de 2 a 3 milímetros; esto es posible porque la lente, de unos 13 mm de diámetro, es flexible. Además, la anestesia se da en gotas, y es local. Es tan chica la herida que no lleva puntos. Generalmente, al otro día el paciente puede volver a sus actividades", explica Robert Kaufer, director médico de Kaufer Clínica de Ojos.
Uno de los detalles importantes para tener éxito en la intervención es elegir bien qué tipo de lente hay que colocarle al paciente, ya que la idea es que no dependa más de los anteojos. "Hay que decidir entre las lentes intraoculares monofocales o multifocales", observa Scorsetti. Las primeras son usadas por el 80% de las personas operadas, pero las segundas permiten enfocar tanto de lejos como de cerca. Incluso, algunas vienen con filtro contra la luz azul para proteger la retina.
Un ejemplo de esto es Carola Isenrath. "Usaba anteojos bifocales. No veía nada ni de cerca ni de lejos. Ahora no uso nada. Como me colocaron unas lentes intraoculares multifocales, los primeros días tuve que acostumbrarme para ver de cerca, pero con el tiempo eso se acomodó. Ahora me veo en las fotos con anteojos y no me gusto."
La misma cirugía permite solucionarse también la presbicia, que es la pérdida de la acomodación de la lente natural del ojo. "Hasta los 40 años el cristalino hace autofoco (se engruesa y alarga), pero luego queda plano. Es entonces cuando la gente empieza a usar anteojos para leer. Hoy los pacientes pueden ser operados y solucionar el problema con unas lentes multifocales", aclara Kaufer. Incluso, con esa intervención es posible evitar la posible aparición de una futura catarata.
¿Cuándo es el momento adecuado para animarse a entrar en el quirófano? "Antes se decía que la catarata tenía que madurar, eso significaba que la persona llegaba a la operación casi sin ver. Hoy, se interviene apenas exista alguna limitación en las actividades diarias", advierte Sterzovsky.
Por Marysol Antón
De la Redacción de LA NACION
Una forma de ceguera reversible
Con las técnicas actuales que se emplean en una cirugía de cataratas es muy improbable que una persona que tenga cataratas quede ciega. Sin embargo, si esta enfermedad no se trata el campo visual va disminuyendo hasta ser nulo. Por eso, uno de los índices que marcan el subdesarrollo de un país es la cantidad de personas que quedan no videntes a causa de esta enfermedad. A pesar de saber eso, en el mundo la principal causa de ceguera tratable siguen siendo las cataratas. Pero hay una parte positiva en esto: si las operaran las personas volverían a ver.
Dónde consultar
Kaufer Clínica de Ojos: www.kaufer.com .
Primer Centro de Microcirugía Refractiva de Buenos Aires (Cemir): www.cemir.com .
http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/salud/nota.asp?nota_id=836721