Gerontología - Universidad Maimónides

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Sólo el 24% de los que sufren un infarto cerebral vuelve a trabajar

En la Argentina, el 30% de los pacientes accede a programas de rehabilitación

Cada año, en la Argentina, 100.000 personas sufren un accidente cerebrovascular (ACV), que consiste en el taponamiento o la rotura de una arteria cerebral. De ellas, sólo el 24% logra reintegrarse a la vida laboral, según revela una reciente encuesta realizada en nueve países de América latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa rica, Ecuador, México, Perú y Venezuela) a familiares de personas que habían sufrido un ACV.

La Nación Ciencia/Salud
Domingo 17 de Septiembre de 2006

"Si tomamos en cuenta las estadísticas locales que muestran que sólo el 30% de las personas que sufren un ACV accede a un programa de rehabilitación, no es ilógico que el resultado sea que sólo el 24% logra volver al trabajo", dijo a LA NACION el doctor Luciano Sposato, jefe del Programa de Stroke (ACV en inglés) del Hospital de Clínicas.

"Los datos de esta encuesta son consistentes con lo reportado en la literatura científica", coincidió el doctor Gustavo Saposnik, neurólogo argentino a cargo del Programa de Investigación del Accidente Cerebrovascular del hospital St. Michael s de la Universidad de Toronto, Canadá, al comentar el estudio realizado por el laboratorio Merck Sharp & Dohme sobre 900 entrevistas con familiares de pacientes.

La encuesta ofrece un panorama sobre qué tan severo es el impacto del ACV en la vida del paciente y la de su familia. El 58% de los encuestados dijo que ese evento vascular obligó a realizar cambios importantes en los esquemas laborales de la familia para poder hacerse cargo del cuidado de paciente, mientras que el 52% dijo haber experimentado problemas financieros como consecuencia de la enfermedad.

Sucede que un porcentaje no menor de quienes sufren un ACV necesita ayuda para realizar sus actividades cotidianas. "De cien pacientes, sólo el 10% se recupera por completo -señaló Saposnik, echando mano a estadísticas internacionales-. Un 25% queda con alguna discapacidad menor, un 40% queda con una discapacidad de moderada a severa y un 10% requiere cuidados paliativos."

¿Cuáles son los problemas que arrastran los pacientes? Según la encuesta, el 54% sufrió parálisis de un lado del cuerpo; el 41%, problemas de movilidad y dificultad para caminar, y el 23%, trastornos del habla. Para quienes padecen estas secuelas, el único camino de vuelta es la rehabilitación.

Trabajo multidisciplinario

"Muchos pacientes y familiares piensan que no hay ninguna posibilidad de rehabilitación, pero en la mayoría de los casos se puede -dijo Sposato, director del Registro Nacional de Accidentes Cerebrovasculares (Renacer)-. La rehabilitación debería empezar lo antes posible; pero incluso para quienes no han podido acceder durante los primeros meses es aconsejable la rehabilitación, ya que aún puede haber posibilidades de obtener alguna mejoría."

Actualmente se considera que el primer año de ocurrido el ACV es el período crítico para obtener una buena recuperación de las funciones cognitivas y motoras dañadas. "En el lenguaje incluso se pueden obtener mejorías después del año", comentó Saposnik.

La rehabilitación, llevada a cabo por un equipo multidisciplinario, comprende varias áreas de trabajo: física, para recomponer el programa de movimientos del paciente; del lenguaje, para mejorar la comunicación verbal y no verbal, y ocupacional, que apunta a que la persona pueda volver a reinsertarse en sus tareas cotidianas.

"No hay dudas de que con rehabilitación se podrían mejorar los porcentajes de pacientes que pueden volver a trabajar después de haber sufrido un accidente cerebrovascular", concluyó el doctor Saposnik.

Sebastián A. Ríos

http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=841244