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A cien años del Alzeheimer, ¿cuáles son las nuevas líneas de investigación para su tratamiento?

neuronas.jpgLa atención está dirigida al desarrollo de drogas modificadoras de los cambios cerebrales que produce esta patología. Incluso se habla de la regeneración neuronal y el desarrollo de vacunas. Cien años después del descubrimiento de la enfermedad, crece la investigación para revelar sus secretos.

Mariana Nisebe. De la Redacción de Clarín.com
02.10.2006 | Clarin.com

La enfermedad fue descubierta en 1906 por el médico alemán Alois Alzheimer, quien advirtió cambios en el tejido cerebral de una mujer que había muerto de una rara patología mental. Alzheimer halló en ese cerebro depósitos anormales, conocidos como placas de amiloide y la acumulación de estructuras fibrilares entrelazadas en las neuronas u ovillos neurofibrilares, que son carácterísticas de la enfermedad que lleva su nombre. Esas modificaciones, producen la destrucción de las neuronas en áreas del cerebro que son vitales para la memoria y otras facultades mentales. Cien años más tarde, y dada su complejidad, muchas líneas de investigación están creciendo con el objetivo de terminar de revelar sus misterios.

"Hoy estamos aprendiendo más acerca de los detalles y las causas de la enfermedad, y los investigadores están explorando terapias prometedoras para su prevención", explicó a Clarín.com Facundo Manes, director del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y del Instituto de Neurociencias de la Fundacion Favaloro. Actualmente, agrega, "la atención está dirigida al desarrollo de drogas modificadoras de los cambios cerebrales que produce esta patología. Existe un amplio optimismo de que nuevos avances importantes en el tratamiento estén en un horizonte cercano". Según la Asociación Alzheimer Argentina, el envejecimiento cerebral patológico conocido como enfermedad de Alzheimer está entre "los nuevos problemas a los cuales se enfrenta la humanidad comparable a los cambios ecológicos, al SIDA o al peligro nuclear. Es que cuando el hombre vivía mucho menos esta enfermedad era casi desconocida, pero a partir del alargamiento de la vida se empezaron a conocer nuevos problemas asociados a la vejez, y uno de los más importantes es éste".

"En la Argentina se estima que son 315.000 las personas con Alzheimer", indicó a Clarín.com Ricardo Allegri, presidente del Comité Científico de la Asociación lucha contra el Mal de Alzheimer (A.L.M.A) y jefe de Neuropsicología del CEMIC. Por lo general, afecta a personas de 60 años y más, aunque puede aparecer en pacientes más jóvenes. Según datos de la fase piloto del primer estudio epidemiológico poblacional de demencias en Argentina, informó el doctor Allegri, "se encontró una prevalencia de deterioro cognitivo del 16.9% en sujetos entre 60 y 69 años; del 23.3% entre 70 y 79 años y del 42.5% en mayores de 80".

Por el momento, explicó el doctor Manes, "no existe un test diagnóstico de laboratorio para determinar o confirmar la enfermedad de Alzheimer. Los métodos actuales combinan la evaluación neurológica, las pruebas neuropsicológicas, las neuroimágenes, con las referencias del cuidador y el juicio del médico entrenado en el diagnostico de demencia". En relación al diagnostico y tratamiento, el doctor Allegri brinda datos provenientes de Estados Unidos que revelan que sólo el 50% de los pacientes están diagnosticados, el 25% tratados y sólo el 10% tratados adecuadamente. Cómo darse cuenta Para poder diferenciar el Alzheimer de otro tipo de demencia, el director de INECO subrayó diez síntomas: reciente pérdida de la memoria que afecta su trabajo, dificultad en realizar tareas familiares, problemas con el lenguaje, desorientación en tiempo y/o lugar, pobre o disminución del juicio, problemas con los pensamientos abstractos, poner cosas fuera de lugar, cambios en el comportamiento, cambios de personalidad y falta de iniciativa. El deterioro es progresivo y gradual por lo que los síntomas se pueden agrupar en tres etapas de desarrollo: temprana, intermedia y tardía. Una "división que sirve como guía para entender el progreso de la enfermedad, para ayudar a los cuidadores a estar alertas a problemas potenciales y permitir planificar las tareas futuras. Cada persona seguramente vivirá el progreso de la enfermedad de una manera distinta", explican en ALMA.

Al principio, relató Manes, "la persona puede olvidar eventos recientes o tener problemas al hacer cosas de diarias. En etapas más avanzadas también puede haber confusión mental, cambios de comportamiento, depresión y problemas de comunicación". Pero aclara que los lapsos en la memoria pueden ser más frecuentes a medida que envejecemos, lo que no siempre es señal de padecer Alzheimer. La importancia de un pronto diagnóstico reside, aclaró el doctor Manes, en "poder iniciar terapias con fármacos que si bien no curan puedan enlentecer o retrasar el curso de la enfermedad. Además es importante para ofrecer consejos apropiados, pronóstico, consejos genéticos y servicios disponibles".

Sobre las causas, destacó el profesional, aún no hay seguridad sobre qué conduce a la demencia. "Esto significa que es difícil estar seguros de qué se puede hacer para prevenirla. Sin embargo, hay evidencias que parecen indicar que una dieta y un estilo de vida sanos pueden proteger contra la demencia. Mantener el colesterol bajo, tener una dieta baja en grasas y reducir los factores de riesgo cardiovascular es de utilidad. Se debe realizar prevención de la hipertensión arterial. No fumar, hacer ejercicio regularmente, evitar comidas grasas, también mantenerse mentalmente activo y tener una actividad social intensa en la vejez puede ayudar a prevenirnos de desarrollar la enfermedad de Alzheimer". Pero esto no es todo, "la depresión, el hipotiroidismo, la deficiencia de vitamina B12, la hidrocefalia, la vasculitis cerebral, el alcohol y algunos medicamentos también causan demencia" agregó Manes.

Actualmente la enfermedad de Alzheimer no tiene cura y su tratamiento estándar incluye, informó el director de INECO, "un inhibidor de colinesterasa (que aumenta los niveles de acetilcolina –un mensaje químico involucrado en la memoria y aprendizaje-) con la adición de memantina en los estados moderados de la enfermedad. La terapia antioxidante (generalmente con altas dosis de vitamina E) es comúnmente recomendada en los estadios iniciales. Además existe un tratamiento no farmacológico como la estimulación cognitiva y la terapia ocupacional".

Avances en la investigación

El doctor Allegri destaca que la importancia de los años 1995, cuando se trabajó con modelos animales de la enfermedad para testear nuevas drogas. Luego, en 1999, donde se identificó la beta-secretasa, la cual produce la placa amiloidea y, en el mismo año, la prueba exitosa de la vacuna antiamiloidea en ratones.

Actualmente, remarcó Allegri, hay nuevas drogas que se encuentran en fase clínica de investigación. Hoy, el camino terapéutico futuro está marcado por, "la regeneración neuronal, el factor de crecimiento nervioso y el desarrollo de vacunas que estimulen el sistema inmune de modo tal que éste evite el desarrollo de las placas de amiloide y haga desaparecer las ya existentes, sin dañar el cerebro sano", resumió, por su parte, Manes.

Han pasado 100 años desde que la enfermedad de Alzheimer fue descripta por primera vez. Sin embargo, sólo en los últimos 25 ha habido una mayor inversión en la investigación de la misma, lo que permitió un mejor entendimiento de esta enfermedad y otras demencias. Y no sólo creció y mejoró la asistencia al paciente sino también la de su familia, que es uno de los protagonistas más involucrado ya que acostumbrada a convivir con una persona inteligente y orientada comienza a ver como esta persona empieza a desmoronarse intelectualmente y a presentar conductas atípicas. Sin embargo, el doctor Manes cree que será necesario esperar "varios años o décadas" para la posible aplicación de líneas terapéuticas como la regeneración neuronal y las vacunas. "En mi opinión en los próximos años vamos a usar diferentes drogas con diferentes mecanismos de acción en forma simultánea para tratar a los pacientes con Alzheimer", concluyó Manes.

http://www.clarin.com/diario/2006/10/02/conexiones/t-01282166.htm