En julio pasado la administración de Felipe Solá concretó la exención automática masiva del pago del Inmobiliario bonaerense para unos 400.000 jubilados que cobran sus haberes mínimos a través de la ANSES y del Instituto de Previsión Social bonaerense (IPS).

A continuación se comenzaron a liquidar los beneficios desde la fecha en que se cumplieron los requisitos formales exigidos por la normativa, lo que originó, en los casos en que se hubieran registrado pagos, créditos a favor de algunos contribuyentes.
En esa instancia, la ANSES y Rentas firmaron un acuerdo para que el organismo previsional comenzara a devolver los créditos a los beneficiarios a partir del 20 de noviembre último.

De acuerdo con los cálculos oficiales, unos 40.000 contribuyentes fueron beneficiados por la medida, que implicará la devolución de $16 millones.

La ANSES informó que los jubilados alcanzados por el beneficio no deberán realizar trámite alguno para obtenerlo. El único requisito es presentarse donde cobran la jubilación en la fecha que indica la notificación domiciliaria.

Se estima que si bien el promedio de devoluciones será de $400, en algunos casos llegará a 3.500 pesos. La medida comprende a los jubilados y pensionados que viven en hogares con ingresos inferiores a $1.250 mensuales y que tienen una propiedad única edificada en la provincia de Buenos Aires con una valuación fiscal de hasta 180.000 pesos.

De acuerdo con las planillas de la ANSES, los partidos con mayor concentración de jubilados, y que por lo tanto percibirán mayores devoluciones, son General Pueyrredón (Mar del Plata), con una partida prevista de $1.637.733; La Matanza ($1.391.013); La Plata ($1.052.749); Lanús ($ 938.878), y Lomas de Zamora ($ 879.709).

A cinco meses de vigencia de la medida, más de 300.000 jubilados quedaron eximidos del pago del impuesto.