Un componente del vino podría retrasar el envejecimiento
En los años 30, los investigadores encontraron una manera sencilla de detener las fuerzas biológicas que rigen el envejecimiento: reducir en un tercio el consumo de calorías. Los científicos descubrieron que el método extiende la vida de los animales entre un 30% y un 40%, y pruebas importantes sugirieron que la restricción de calorías (RC) podría disminuir el envejecimiento humano. Pero sólo algunos ascetas con voluntad de hierro pudieron aguantar los ataques de hambre. De modo que el hallazgo se convirtió en una curiosidad poco conocida.
November 3, 2006
Por David Stipp
Especial para The Wall Street Journal
Ahora, un grupo de científicos y empresas de biotecnología han vuelto a estudiar la RC con la intención de producir medicamentos que imiten sus efectos antienvejecimiento. Todavía es una búsqueda muy teórica y no se ha librado de la asociación con siglos de dudosas panaceas para alargar la juventud, desde inhalar el aliento de vírgenes hasta comer oro.
Una parte importante de los esfuerzos se centra en un componente del vino tinto llamado resveratrol. El interés comenzó hace tres años, cuando un grupo liderado por David Sinclair, biólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, anunció que el resveratrol aumentaba la vida de las células de hongos en un 70% mediante un mecanismo parecido a la RC. Otra investigación mostraba que funcionaba en la mosca de la fruta y en las lombrices. Este año, científicos italianos informaron que el resveratrol ampliaba el ciclo de vida de los peces en más de 50%. Lo curioso es que el pez tratado con resveratrol registraba una mayor velocidad de nado a medida que envejecía y pasaba más tiempo desplazándose que los peces que no recibían la sustancia.
Al menos dos grupos de investigadores están haciendo ensayos para ver si el resveratrol puede ampliar el ciclo de vida de los ratones, el primer estudio de esta clase llevado a cabo con mamíferos. En junio, Sinclair presentó resultados preliminares de un estudio que mostraba que el resveratrol tenía "efectos protectores similares a la RC" en la acumulación de depósitos de grasa en el hígado de ratones alimentados con una dieta alta en calorías. Los datos sugieren que el resveratrol podría producir nuevos medicamentos importantes para enfermedades de la vejez relacionadas con las dietas abundantes como la diabetes. Una compañía que Sinclair cofundó en 2004, Sirtris Pharmaceuticals, ya comenzó a ensayar un medicamento basado en el resveratrol para pacientes con diabetes.
Varias compañías biotecnológicas siguen la misma senda, pero aseguran que esperan crear terapias para enfermedades y no pastillas contra el envejecimiento. Una razón es que las autoridades de salud de Estados Unidos no reconocen el envejecimiento como un problema que necesite tratamiento. Pero si un medicamento puede demorar el envejecimiento, también aplazaría la progresión de las enfermedades relacionadas con la edad. "Cuando se retrasa el envejecimiento", dice S. Jay Olshansky, epidemiólogo de la Universidad de Illinois, "se contiene el desarrollo de varias enfermedades como el cáncer, enfermedades del corazón, Alzheimer, diabetes, entre otras".
Muchos investigadores creen que los medicamentos contra el envejecimiento mejorarían la salud en las últimas etapas de la vida. Este argumento se basa en parte en el aspecto esbelto y energético que exhiben los animales viejos sometidos a una RC.
Algunos expertos dudan que se sepa suficiente sobre la RC como para producir medicamentos. "Sabemos mucho sobre lo que produce la RC", dice Edward Masoro, experto en gerontología. "Pero lo que me molesta es que no creo que hayamos averiguado aún el mecanismo básico de la RC".
Las dosis de resveratrol usadas en los estudios con los animales son mucho más altas que las cantidades que consume la gente al beber vino. De hecho, equivaldrían a unas 300 copas de vino al día. El resveratrol está disponible como suplemento dietético, pero para replicar las dosis de los estudios, sería necesario tomar una gran cantidad de píldoras todos los días.
Estos suplementos no se han probado en ensayos clínicos, así que su eficacia no está demostrada, ni está claro qué dosis puede llevar a una vida más sana o más prolongada.