El 15 de marzo, se celebró en Salzburgo (hasta el domingo) la VIII Conferencia Internacional sobre las enfermedades Alzheimer y Parkinson. Uno de sus participantes, Ramón Cacabelos, presidente del Grupo EuroEspes y uno de los máximos especialistas en este tipo de patologías, ha hablado con El Cultural sobre las terapias que se están llevando a cabo y sobre algunos aspectos de su ponencia: los factores farmacogenéticos en el tratamiento del Alzheimer.
El Cultural
Identificar los factores de riesgo, establecer modernos procedimientos diagnósticos moleculares, poner en marcha planes de prevención, incorporar estrategias multifactoriales e invertir en programas terapéuticos son algunas de las iniciativas científicas que el doctor Ramón Cacabelos considera necesarias para abordar y entender enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.La institución que preside el doctor Cacabelos (Cambados, 1955) acaba de anunciar que participa en el desarrollo de una vacuna contra el Alzheimer, un proyecto que ha sido denominado como MimoVax y que cuenta con financiación de la Unión Europea.
-¿Cree que las dianas actuales contra el Alzheimer son correctas?
-No. Todos los medicamentos que se usan actualmente para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer están basados en la concepción errónea de que esta enfermedad es el resultado de un déficit de acetilcolina en el cerebro, responsable de la pérdida de memoria. Bajo esta premisa se desarrollaron los fármacos inhibidores de la acetilcolinesterasa (tacrina, donepezilo, rivastigmina, galantamina). El otro fármaco existente en el mercado es la memantina, un agonista parcial de los receptores glutamatérgicos NMDA, que fue aprobada por la FDA como potencial fármaco neuroprotector, sin que ningún estudio de los publicados hasta el presente haya demostrado ni eficacia probada ni buena relación coste-beneficio, lo cual también es aplicable a todos los anticolinesterásicos. La pregunta consiguiente es obvia: entonces ¿por qué se mantienen en el mercado? Y la respuesta es simple: porque los laboratorios farmacéuticos tienen que resarcirse de sus inversiones y porque no hay otra cosa mejor hasta el momento.
Enfermedad y genética
-¿Qué lugar ocupa la genética en el proceso neurodegenerativo?
-Los factores genéticos son los principales responsables de la aparición de la enfermedad de Alzheimer. El Alzheimer es la principal causa de demencia. Aproximadamente la mitad de los casos de demencia son Alzheimer, pero en el otro 50% de casos encontramos la demencia vascular (30-40%), las demencias metabólicas, las demencias post-traumáticas, demencias tóxicas, y demencias degenerativas raras. Todo esto quiere decir que a la condición médica de demencia se puede llegar por muy diversos caminos o factores de riesgo, pero en el caso concreto de la demencia degenerativa primaria que conocemos como enfermedad de Alzheimer, el principal factor de riesgo es genético. Se conocen más de 200 genes potencialmente relacionados con la degeneración cerebral. Cuantos más genes están afectados más temprana es la aparición de la enfermedad, más rápido su curso y más difícil su tratamiento. En este sentido el conocimiento de los genes responsables de la enfermedad de Alzheimer es esencial porque aunque la demencia aparece en la mayoría de los casos después de los 60-65 años, en realidad las neuronas están muriendo 30-40 años antes, desde los 25-30 años de edad, cuando el cerebro deja de madurar. La identificación de las personas vulnerables muchos años antes de que desarrollen los síntomas es vital para poder poner en marcha planes de prevención eficaces.
-¿Hasta qué punto interviene el medio ambiente en hábitos como el estrés o la alimentación?
-El segundo factor de riesgo, junto con la edad, son los factores ambientales. La demencia vascular es la segunda causa más importante de demencia, y a partir de los 75-80 años casi todos los casos de demencia tienen un importante componente vascular, sin que a penas podamos ver casos degenerativos puros. En la aparición de la demencia vascular los factores de riesgo principales son los problemas cardiacos, la hipertensión arterial, la diabetes y las alteraciones del metabolismo lipídico con aumento del colesterol y los triglicéridos. Las alteraciones de las grasas, aunque en muchos casos también tienen una base genética, en la mayoría de los casos son debidos a problemas alimentarios. A su vez, el exceso de grasas, azúcares, sal u otras dietas inadecuadas son factores de riesgo esencial para los problemas del corazón, la diabetes y la arteriosclerosis. Muchas de estas enfermedades podrían tener una prevención más factible si fuésemos capaces de racionalizar nuestra alimentación y ajustarla a las necesidades reales de cada individuo.
Daños irreversibles
-En este sentido, ¿qué alimentos son los más hostiles contra el envejecimiento cerebral?
-Todo exceso de grasa e hidratos de carbono no es bueno para el cerebro. Las grasas se acumulan en las paredes de las arterias y pueden acabar ocluyéndolas, dando lugar a ictus graves o a pequeños problemas cerebrovasculares que en un momento determinado, después de años de destrucción vascular progresiva en el cerebro, pueden acabar causando un daño cerebral irreversible. La diabetes es otro factor nefasto para el cerebro, porque el cerebro no es capaz de regular el exceso de azúcar, el cual se vuelve tóxico para las neuronas. Otros factores importantes en la dieta, con relevancia funcional en el cerebro, son el ácido fólico y la vitamina B12. En nuestro país existe un 3-10% de personas genéticamente deficientes en fólico y B12. Cuando estas personas adultas permanecen años con bajos niveles en sangre de fólico y B12 esta circunstancia es suficiente para provocar una demencia metabólica deficitaria que se comporta igual que una demencia degenerativa; por lo tanto, estas demencias pueden prevenirse mediante el aporte crónico de fólico o B12 en aquellas personas que a lo largo de su vida hayan demostrado su déficit en los análisis de sangre o en aquellas personas que por análisis genético se haya podido demostrar que son genéticamente deficitarias.
-¿Es posible en estos momentos extraer de los alimentos sus propiedades esenciales para prevenir las patologías del cerebro?
-Existen tecnologías suficientemente sofisticadas para que desde un punto de vista bioquímico podamos analizar a un nivel molecular las propiedades nutricionales, metabólicas, preventivas y curativas de los medicamentos. Es más, hoy día podemos llegar hasta el nivel genómico y saber qué alimentos son convenientes o perjudiciales para un perfil genómico determinado. Esta disciplina se conoce como nutrigenómica y está desarrollándose a gran velocidad en Estados Unidos y Japón, en donde se avanza hacia dietas personalizadas según el perfil genómico y las necesidades nutricionales de cada persona. De esta manera también podemos descifrar el perfil nutricional de determinadas dietas con utilidad especial para proteger al cerebro, prevenir alguna enfermedad cerebral, especialmente las cerebrovasculares, e incluso complementar tratamientos farmacológicos con dietas terapéuticas.
-¿Cómo definiría los productos nutracéuticos?
-Los productos nutracéuticos son sustancias biológicas naturales extraídos de fuentes naturales (vegetales, especies marinas) que se caracterizan mediante procesos biotecnológicos no desnaturalizantes para que conserven todas sus propiedades originales sin ningún tipo de manipulación química. Una vez extraídos de su fuente natural, los nutracéuticos son estudiados con procedimientos similares a los que se emplean para identificar las propiedades biológicas de los fármacos en animales y humanos, y cuando sus propiedades han sido bien documentadas entonces se aplican al consumo humano como complementos nutricionales, no sustitutos de la dieta habitual. Otras veces, algunos de estos bioderivados naturales actúan como medicamentos potenciales en virtud de sus propiedades biológicas y pueden prescribirse como coadyuvantes terapéuticos con fines preventivos y/o curativos. Como concepto, el producto nutracéutico está a medio camino entre un producto natural no elaborado y una sustancia química xenobiótica o extraña para el organismo.
Futuro biotecnológico
-¿Qué papel jugará en este proceso la biotecnología?
-Creo que la comunidad médica tiene que empezar a entender que si somos entes biológicos cuyas enfermedades resultan de la alteración de circuitos o rutas metabólicas biológicas es una paradoja anacrónica empecinarnos en tratar las enfermedades humanas o animales con sustancias químicas ajenas a la estructura biológica alterada. Este es el enorme campo futuro que tiene que desarrollar la biotecnología aplicada a la medicina, que progresivamente irá desplazando a los medicamentos químicos convencionales, obtenidos por química de síntesis, y los irá sustituyendo por sustancias biológicas de naturaleza proteica, oligonucleótidos y otras múltiples variantes farmacobiológicas que implantará la proteómica y la farmacogenómica.
Nuevos protocolos
-¿Sería posible combinarlos con la llamada farmacogénica?
-La farmacogenómica es la nueva ciencia que estudia la relación que existe entre los fármacos y el genoma de la persona. Desde un punto de vista didáctico diferenciamos la farmacogenética de la farmacogenómica. La farmacogenética estudia los genes responsables del metabolismo de los fármacos; y la farmacogenómica estudia los genes y las rutas metabólicas que se alteran en una enfermedad y que pretenden ser tratadas con un medicamento concreto. El objetivo de ambas disciplinas es optimizar el tratamiento para evitar reacciones adversas y efectos indeseables de los fármacos así como mejorar los niveles de eficacia y reducir costes derivados del uso farmacológico por ensayo y error. La farmacogenética es potencialmente aplicable a cualquier fármaco de los que hoy están en el mercado y la FDA ya recomienda que todos los nuevos medicamentos que la industria farmacéutica desarrolle en el futuro vayan acompañados en sus modelos de solicitud de aprobación a las autoridades de protocolos farmacogenéticos. Las nuevas tecnologías permiten detectar variantes genéticas con las cuales podemos tipificar a pacientes que son buenos respondedores de otros que son malos respondedores, con lo cual podemos predecir quién va a responder bien a un fármaco y quien no. En el futuro, los nuevos vademécum en los que figuran los medicamentos y sus propiedades incluirán también el perfil genético de los pacientes a los que se puede dar un fármaco y a quien no.
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Entre la ciencia y la sabiduría celta
Foto: Mercedes RodríguezUno de los aspectos más desconocidos del doctor Cacabelos es su faceta de escritor. Tras Pensamientos de Outsider, acaba de publicar El legado de Garkok (Fundación Ebiotec), un análisis de la historia del hombre desde su aparición como homo sapiens en Africa hace 150.000 años hasta el Renacimiento, guiados de la mano de un sabio celta. En el libro se analiza con espíritu crítico la evolución humana a través de la política, la cultura, el arte, la religión, la guerra y, como no, el conocimiento científico. Una parte importante del libro está dedicada a la historia de los celtas y el papel que su cultura ha jugado en el desarrollo de Europa en general y España en particular. Según el doctor Cacabelos, para quien el progreso científico surge siempre de la genialidad de quien es capaz de superar las dificultades de cada tiempo, la idea del libro surgió con el fin de hacer un "ejercicio intelectual desde una perspectiva histórica. También pensé en la desfiguración que sufre la historia en función de quién la escribe. En el caso de Garkok, la idea era que su historia transcurriese sin manipulación ni color político: sólo guiada por los cánones de la sabiduría con el fin de encontrar una síntesis filosófica y existencial que nos sirviera de guía para el futuro".
http://www.elcultural.es/HTML/20070315/Ciencia/Ciencia20046.asp