Las personas que son internadas durante el fin de semana a causa de un ataque cerebrovascular, corren más riesgo de muerte en los 7 días subsiguientes, que los pacientes hospitalizados en días hábiles. Lo demuestra un estudio realizado en Canadá por un investigador argentino, y coincide con una tendencia ya comprobada en otros países respecto de otras enfermedades.

El doctor Gustavo Saposnik, director de la Unidad de Investigación de Ataque Cerebrovascular de la División de Neurología de la Universidad de Toronto, rastreó en los registros de las personas internadas en los 606 hospitales canadienses entre abril de 2003 y marzo de 2004. Hizo foco en los 26.676 pacientes que habían sufrido un ataque cerebral isquémico —cuando un coágulo bloquea una arteria que irriga el cerebro—, por constituir el 85% de las causas de ataques cerebrovasculares. Los resultados de su análisis fueron publicados en Stroke, una de las revistas de la American Heart Association.

En Canadá, donde todos los hospitales son públicos, el 24,8% de los hospitalizados por este tipo de ataque cerebral en ese lapso, habían ingresado en sábado o domingo. Al examinar su evolución, Saposnik detectó en ese grupo que el riesgo de muerte era un 14% mayor que en los internados en días hábiles. Y se incrementa al 26% si el enfermo acude a un hospital rural, y al 52% si el paciente queda en terapia intensiva. En fines de semana también hay más probabilidades de que su evolución sea desfavorable si lo atiende un médico generalista y no un especialista, y si concurre a un hospital no universitario. En cambio, en hospitales universitarios no se registraron diferencias significativas según el día de la semana: "Los neurólogos estamos siempre de guardia", dice Saposnik.

"Es muy probable que estas disparidades estén en relación con los recursos existentes en los distintos hospitales —aventura el médico—. En general, los fines de semana son cubiertos por médicos con menor capacitación y por enfermeros menos entrenados.

"En los hospitales de Argentina, tanto públicos como privados, los fines de semana no están los enfermeros de todos los días, que son los de mayor experiencia, sino los franqueros", agrega Saposnik. Los datos recogidos hasta ahora en el Registro Nacional de Accidentes Cerebrovasculares no revelan diferencias relevantes entre días hábiles y fines de semana; no obstante, el director del ReNACer, Luciano Sposato, advierte la necesidad de contar con un universo más amplio.

"Una forma de evitar ese sesgo según el día de internación es contar con una unidad de stroke (ataque cerebrovascular, en inglés), donde todo el personal es experto", observa el doctor Sposato, también jefe del Centro de Stroke de la Fundación Favaloro. Los enfermeros, por ejemplo, cumplen una función crucial en la prevención de complicaciones, las que podrían ser una de las causas del "efecto fin de semana".

Si bien la mayoría de los hospitales públicos argentinos no cuenta con guardia neurológica, "el médico de emergencias está entrenado para tomar las medidas que hay que tomar en los primeros minutos, y tiene tiempo de llamar al neurólogo vascular, que decidirá el tratamiento", agrega Sposato.

Por esa razón, el doctor Saposnik recalca que los resultados de este estudio deben servir para corregir prácticas, pero de ningún modo para esperar hasta el lunes.

"El ataque cerebrovascular es una emergencia. Hay posibilidad de recibir tratamiento específico en las primeras tres horas —recuerda—. Cuanto antes llegue el enfermo al hospital, mejor. No importa el día de la semana, ni dónde esté, ni a qué hospital: lo importante es la atención médica".

http://www.clarin.com/diario/2007/04/25/sociedad/s-03001.htm