La formación continua de neuronas en el cerebro de las personas adultas puede servir para proporcionar la misma clase de capacidad de aprendizaje que poseen los cerebros más jóvenes, al tiempo que permiten la existencia de un circuito neuronal maduro para mantener la estabilidad, según un estudio de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) que se publica en ""Neuron".
Jano Online
24/05/2007
En sus experimentos con ratones los investigadores utilizaron un virus para "etiquetar" de forma selectiva las nuevas células cerebrales con una proteína fluorescente del hipocampo, centro cerebral esencial para el aprendizaje y la memoria. Tras ello, analizaron las propiedades electrofisiológicas de las nuevas neuronas en momentos diferentes después de su formación, un análisis que les permitió medir su plasticidad.
Descubrieron que las nuevas neuronas mostraron un patrón de plasticidad cambiante muy similar al observado en las células cerebrales de animales recién nacidos. Las nuevas neuronas en el cerebro adulto mostraron un "período crítico" en el que eran muy plásticas, antes de situarse en las condiciones menos plásticas de las células cerebrales maduras. En los animales recién nacidos, ese período crítico permite un importante y precoz proceso de creación de un circuito cerebral nuevo a través de la experiencia.
Además, el análisis molecular mostró que la plasticidad de las nuevas neuronas adultas depende de la función de uno de los mismos tipos de receptores que está asociado con los procesos asociados al aprendizaje en los animales recién nacidos. Tales receptores reciben señales químicas, enviadas desde las neuronas vecinas, para desencadenar un impulso nervioso en las neuronas receptoras. Las alteraciones sutiles en el número de receptores son los medios a través de los que las conexiones cerebrales establecen los mecanismos preferentes en el proceso de aprendizaje y memoria.
Los investigadores también observaron en las nuevas neuronas adultas evidencias de la misma clase de formación de nuevas conexiones que las que tienen lugar en los cerebros de los recién nacidos en el momento en el que crean nuevos mecanismos en respuesta a la experiencia.
Los autores concluyen que la neurogénesis adulta podría representar no sólo un mecanismo de reemplazo para las neuronas que se pierden sino un proceso de desarrollo en marcha que continuamente rejuvenece el sistema nervioso maduro al ofrecer una capacidad ampliada de plasticidad en respuesta a la experiencia a lo largo de la vida.