El paso del tiempo puede ser un acontecimiento difícil de superar para cualquier persona; un generador de malestares e inseguridades que rápidamente acosan el bienestar psicológico. Ahora se sabe que atravesar la quinta década es un escollo riesgoso, fundamentalmente, para las mujeres. Estudios hechos por profesionales locales advierten que en el 25% de la población femenina que cruza la barrera de los 50 se agravan los trastornos de ansiedad, depresión o, incluso, la bipolaridad.

Los especialistas concluyen que el momento es crítico porque se dan situaciones cúlmines como el abandono de los hijos del hogar (conocido como el síndrome del nido vacío), la conciencia de la pérdida de la juventud y, el más importante en la mujer: la "caída" abrupta de las hormonas; la llegada de la menopausia. Estos trastornos tienen, además, sus manifestaciones concretas: la pérdida del autoestima, irritabilidad, falta de interés por cosas que antes causaban placer, y alteración de los vínculos sociales, entre otros.

"Vemos regularmente que tanto los hombres como las mujeres, pero sobre todo ellas, a partir de los 50 años, desarrollan mayor cantidad de trastornos psicológicos. Esta situación, atribuible a varias circunstancias, no es reconocida muchas veces por los pacientes o sus familias como algo anormal, sino como un costo inherente de adaptación a esta etapa de la vida", explica el psiquiatra Jorge Coppola, director del Area Asistencial del Instituto Nacional de Psicopatología (INAPsi). El hecho de que estos síntomas sean interpretados como algo común de la edad produce entonces una fuerte caída en la calidad de vida que también se traduce en falta de deseo sexual, inestabilidad afectiva y también en síntomas físicos como dolores crónicos, fatiga, debilidad y contracturas, entre otros. Coppola asegura que la mujer tiene mayor predisposición que el hombre, en los que se ve, solamente en un 6 o 7% de la población de esa edad. "Pero la mujer es natural y biológicamente más inestable que el hombre, por eso siempre lo mejor es intentar balancear para el lado del placer", recomienda Coppola.

"Yo pude sobrellevar mis 50 cuando me di cuenta de que se venía una etapa hermosa de mi vida y que no todo era pérdida, a pesar de lo fuerte que es recibir a la menopausia. Lo que más llamaba la atención en los que me conocen era que lucía desganada y eso no era común en mí. Me costó un tiempo de análisis recuperarme pero lo hice", reconoce Marta, de 55 años, docente.

"Siempre se ha dado trascendencia a la menopausia como crisis. La lengua china escribe la palabra crisis utilizando los dos caracteres de "peligro" y "suerte". Por consiguiente, la crisis es una amenaza y también una oportunidad de cambiar", explica Margarita Murgieri, médica y directora de la Diplomatura en Gerontología de la Sociedad Argentina de Gerontología.

No obstante, los especialistas recomiendan un tratamiento de al menos un año para no sufrir la crisis. "Por desinformación, mucha gente no entiende que la situación puede modificarse. El tratamiento consiste en una intervención biológica con fármacos antidepresivos y psicoterapia de apoyo", aconseja Coppola, y concluye: "lo importante es resolver esta situación y que la mujer tome conciencia de que se puede disfrutar de la postmenopausia". Murgieri coincide: "La clave es de qué manera hombres y mujeres encuentran sentido a sus vidas, originan proyectos y evalúan sus potencialidades".

http://www.clarin.com/diario/2007/11/16/sociedad/s-03201.htm