"Teníamos la casa de nuestros sueños, que nos llevó más de 20 años construir... y nuestros hijos ya no viven con nosotros, con lo cual nos quedaba enorme. Todos nuestros amigos se habían mudado a algo más chico, para quedarse con algo de dinero para paliar la jubilación. Pero nosotros no queríamos eso... Entonces a mí se me ocurrió la idea", dice Mercedes. Transformó la casa familiar en un bed & breakfast . Lo bautizó Altos de Agronomía y, como está cerquita de la Facultad de Agronomía, no tardó en recibir los primeros pasajeros.

"En poco tiempo, nuestro emprendimiento se convirtió en nuestra muy digna jubilación", contó.

La mujer se encarga de recibir y atender a los pasajeros con el cariño de una madre. Prepara tortas y dulces caseros, delicias que ofrece en los desayunos. Dice que encontrar esta actividad la llenó de vida. "A mis amigas les digo, «no se depriman, pongan un bed & breakfast »", bromea.

Norma Moreno dio un gran golpe de timón en su vida. Es profesora de matemática, pero un día, hace algo más de cinco años, cerca de su cumpleaños N° 60, descubrió una "gran oportunidad" en el mercado, que nada tenía que ver con su profesión.

"Cuando empecé a interiorizarme en la comida natural, me di cuenta de que en las dietéticas la gente que atiende no tiene mucha idea del contenido de los productos. Al menos aquí en Castelar pasa eso. Empecé a pensar en poner un negocio de comida naturista atendido por especialistas", cuenta Norma.

Lo cierto es que hace cinco años abrió la dietética Semillas Vitales, en el centro de Castelar. A pesar de estar rodeada por otros 15 locales del rubro, no para de crecer.

"Los desafíos a esta edad te mantienen joven y viva. Veo mucha gente de mi edad que está sin metas. Mis amigas, siempre que me ven, me dicen «estás joven». Tengo 65 años, pero hay algo que me mueve. Eso me hace sentir joven", reconoce.

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