El riesgo de suicidio en personas de edad avanzada con enfermedad mental es de un 15% y la consumación del acto es más habitual que en la etapa adulta
JANO.es · 30 Abril 2008
En España, la prevalencia de depresión en el anciano es de un 10-15% en las consultas de Atención Primaria y de hasta un 50% en ancianos de residencias geriátricas.
Existen diversos factores de riesgo, como son los sociodemográficos –por ejemplo ser mujer-, los acontecimientos vitales adversos y ciertos factores estresantes que pueden actuar como desencadenantes de la depresión en la edad geriátrica. Este hecho no está exento de dificultades diagnosticas debido a las diferentes formas de presentación de la depresión en la edad avanzada y a la tendencia da minimizar la sintomatología cognitiva que se achaca al proceso normal de envejecimiento.
El Dr. José Ángel Arbesú, coordinador del Grupo de Trabajo de Salud Mental de SEMERGEN comenta que "los pacientes ancianos padecen mas enfermedades crónicas discapacitantes, algunas de ellas como las neurológicas alteran las vías neuroquímicas y los neurotransmisores cerebrales, al igual que otras alteran los ejes neuroendocrinos, pudiendo actuar como causa de depresión. La deficiente adaptación a las enfermedades que van surgiendo con el envejecimiento puede así mismo ser un desencadenante de la depresión en el anciano".
El paciente anciano depresivo que acude a la consulta de AP "suele tener escasos –afirma el Dr. Arbesú- vínculos familiares o sociales y presenta una sintomatología somática importante así como hipocondrías, suele presentar cambios en su forma de ser como volverse más irritable y menos sociable con aislamiento en su domicilio; la tristeza como síntoma nuclear de la depresión puede tener menos importancia que en la edad adulta".
Además, la comorbilidad depresiva es elevada en algunas patologías médicas como la enfermedad de Parkinson, el ictus, la propia demencia, las cardiopatías, las enfermedades endocrinológicas y las neoplasias.
Depresión diagnosticada en AP
La mayoría de las depresiones y de los deterioros cognitivos en ancianos se diagnostican en las consultas de Atención Primaria, en donde la práctica clínica es indispensable para la evaluación y el tratamiento del paciente anciano.
Para ello, señala el Dr. Arbesú, "el médico de Atención Primaria debe interpretar las formas de depresión en el anciano, algo muy difícil ya que la persona no suele expresar de manera espontánea, verbalmente, el estado de ánimo, por lo que el medico debe explorar el lenguaje no verbal y el metalenguaje en la entrevista clínica, principal herramienta de diagnostico de la depresión".
Además, es frecuente que acudan acompañados de su familia, la cual se muestra preocupada por los cambios que observan. El manejo del acompañante en la entrevista clínica no está exento de dificultades pues en ocasiones se muestra introvertido, forzando a la persona a realizar actividades que el paciente rechaza debido a su apatía y anhedonia, lo que provoca malestar familiar.
Ante esto, los expertos aseguran que es necesario establecer un diagnostico diferencial con otras enfermedades psiquiátricas y otras enfermedades por el proceso de envejecimiento normal.
La presentación con síntomas fronterizos a la demencia como la falta de concentración o de memoria, puede dificultar y retrasar el diagnostico de depresión, haciendo pensar al médico que está ante un deterioro cognitivo de inicio. La utilización de test de cribado (Pfeiffer) y otros como el "mini mental state examination" (MMSE) pueden ayudar en el diagnostico diferencial demencia-depresión.
Riesgo de suicido
La tasa de suicidio en pacientes ancianos con enfermedad mental es del 15%, y los expertos aseguran que el suicidio consumado es más frecuente en la edad avanzada, con un alto grado de letalidad, ya que cada cuatro intentos reales uno lo consigue.
Por ello, tanto psiquiatras como médicos de Atención Primaria confirman la necesidad de hacer una valoración del riesgo existente en toda depresión.
Para el Dr. Miquel Roca, psiquiatra del Hospital Juan March de Palma de Mallorca "por todas estas razones es importante que el médico de Atención Primaria evalúe al paciente anciano depresivo y su eventual de riesgo suicidio. El médico de AP, en ocasiones, se ve obligado a realizar una entrevista dirigida a evaluar la ideación suicida, con tentativas previas".
La formación de los facultativos en la evaluación del suicidio, erradicando mitos falsos, es por tanto muy importante. Y es que existen muchos tópicos como que hablar del suicidio induce a cometerlo, que las personas que aluden al suicidio nunca lo ejecutan, o que el suicidio se comete sin previo aviso.
Los estudios demuestran que 8 de cada 10 pacientes que se suicidan hablan de ello previamente y que la mitad de los suicidas habían consultado al médico de AP la semana anterior.
"En los casos en los que el médico de Atención Primaria detecta ideación clara o riesgo de suicidio, este paciente tiene que ser derivado a la Unidad de Salud Mental, aunque a partir de este momento la colaboración entre esta Unidad y el médico de Atención Primaria es indispensable para seguir a corto y medio plazo su evolución", asegura el Dr. Roca.
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