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Jubilados de Europa y EE.UU. eligen vivir en las costas uruguayas

Les atrae la amabilidad de la gente, la variedad de restaurantes y que los niveles de corrupción sean bajos. Otros señalan que los servicios son buenos y accesibles

NICK FOSTER
El Cronista
20-06-2008

Cuando en 2006, la editorial irlandesa International Living organizó su primer seminario para jubilados interesados en saber si Uruguay sería un buen destino para vivir, sólo ocho personas se inscribieron. Un año después, la compañía repitió el ejercicio y la cantidad de participantes fue diez veces superior, en su mayoría parejas todavía no jubiladas de América del Norte interesadas en informarse sobre ese pequeño país sudamericano.

Lee Harrison, representante de International Living en el país, explicó que el mayor interés como destino para jubilados se debe en especial al efecto boca en boca, apuntalado por el marcado incremento de turistas.

“Uruguay quizás no sea el mejor lugar del mundo para que viva un jubilado, y tampoco es el más barato, pero es bueno”, señaló Harrison. “Tiene un entorno de calidad y los visitantes de Estados Unidos, Canadá y Europa invariablemente sienten menos el cambio cultural comparado con muchos de los otros países latinoamericanos.”

Harrison, que proviene de Pennsylvania, se mudó a Punta del Este después de 30 años de trabajar en la industria eléctrica en Estados Unidos y un corto período en Quito. “Las principales razones por las que vivo aquí son los bajos niveles de corrupción comparados con gran parte del resto del continente, más la sensación general de que los contratos se cumplen”, dijo.

Paola Fornari, una italiana que pasó su infancia en Tanzania y Kenia, y parte de su vida adulta en Bélgica, elogia los buenos y accesibles servicios que brinda el país. “Adoro que haya cuatro estaciones distintas, la gente es muy amable y hay poco tránsito. Es casi demasiado bueno para ser real”, señaló.

A una hora en auto de Montevideo, cerca del pintoresco balneario de Piriápolis, el desarrollista David James está construyendo un barrio cerrado con 114 viviendas y áreas compartidas cerca del cerro Pan de Azúcar. El desarrollo de James es el primero que se comercializa específicamente apuntando a norteamericanos y europeos. “Cuando uno llega a Uruguay, se da cuenta enseguida que este es un lugar al que le ha llegado el momento. Montevideo y Punta del Este están repletos de restaurantes modernos, algunos vinos locales ahora son muy buenos y los locales comerciales son excelentes”, señaló James, “Por otro lado, el país logró mantener las tradiciones; con frecuencia veo vaqueros que pasan cerca del emprendimiento o que descansan a la sombra tomando mate”, contó.

Es difícil saber cuántas personas retiradas provenientes de Norteamérica y Europa se están estableciendo en Uruguay. Marcelo Larroque, un agente inmobiliario local, contó que hay jubilados que pasan el verano en el hemisferio norte y luego se mudan a Uruguay para el otoño. “Esas personas entran al país con visas de turistas por tres meses y no se registran como residentes. Cuando se cumple el trimestre, cruzan el Río de la Plata, entran en la Argentina y cuando regresan automáticamente renuevan su visa. Por lo que estuve investigando, la cantidad de jubilados que hace eso se duplicó entre 2006 y 2007”.

http://www.cronista.com/notas/140218-jubilados-europa-y-eeuu-eligen-vivir-las-costas-uruguayas

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