Recursos para mantener una sexualidad plena durante toda la vida, una nutrición que favorezca el bienestar y una serie de hábitos que promuevan un óptimo funcionamiento del cuerpo y la mente. Cómo llegar jóvenes a la cuarta edad.
Por: Mónica Soraci. ESPECIAL PARA CLARIN
Fitness y neuronas. El sexo y el cerebro. Vitaminas y omega 3
Cumplir 40 es una buena noticia: comienza la etapa de mayor plenitud y de proponerse nuevos proyectos para las próximas cuatro o cinco décadas. Es que la expectativa de vida aumentó y la Tercera Edad ya no es el último escalón de la vida; desde hace tiempo la ciencia empezó a hablar de Cuarta Edad. Y aunque parezca increíble, la franja etárea que más crece es la de los llamados old oldest (viejos más viejos), que superan los 80. El censo de 2001 realizado por el INDEC determinó que sólo en la Ciudad de Buenos Aires vivían 103 mil octogenarios; en la próxima década se prevé que ese número se duplicará.
La medicina sigue de cerca estos nuevos cambios que presenta el ser humano, con el objetivo de sumar calidad a los años. Ya no se trata de tener niveles óptimos de colesterol para ser una persona saludable; hoy la salud está emparentada con el bienestar del cuerpo, la mente y las emociones. "Dado el aumento creciente de la expectativa de vida en los últimos años, son cada vez más los estudios que buscan desentrañar los factores que protegen al adulto mayor frente al deterioro cognitivo", explica Facundo Manes, director del Instituto de Neurología Cognitiva.
Pero ¿a qué edad hay que empezar a cuidarse para llegar lo más entero posible a los 90? "Desde el punto de vista teórico, desde la adolescencia. Desde la práctica, siempre hay algo para prevenir", dice el doctor Isaac Jakter, especialista en adultos mayores, director de la clínica Jakter. El doctor José Manuel Ribera Casado, docente de Geriatría de la Universidad Complutense también apuesta a la prevención: "Hoy es la única vía eficaz para retrasar el envejecimiento. La vacuna contra la gripe prolonga la vida, pero también una buena dieta, evitar la obesidad, paliar el déficit de vitaminas y de calcio".
Nutrición
"Son fundamentales las proteínas (carnes magras vacunas, de pescado, pavo o pollo), carbohidratos de baja densidad (frutas y verduras), que también aportan fibras, vitaminas y minerales; Omega 3 proveniente de los pescados, como salmón y atún, aceite de oliva, almendras y aceitunas. Hay que evitar las frituras, y tabaco y alcohol en exceso", aconseja Jakter. La licenciada Vega añade: "Con la acumulación de grasas se resiente la columna y la circulación venosa en las piernas. Comer en exceso puede favorecer la aparición de enfermedades del metabolismo, dice Vega, como la diabetes y la gota". Una dieta saludable también aporta vida al cerebro. "El pescado, los vegetales y las frutas ayudan a mantener las neuronas y construyen mejores conexiones entre sí", apunta el doctor Manes.
Movimiento
Los ejercicios periódicos de respiración "ayudan a expandir los pulmones y mantener la elasticidad de la caja torácica", comenta Vega. La actividad física "mejora la circulación y la oxigenación, mantiene el tono muscular y la elasticidad, evitando el dolor ante movimientos cotidianos, y disminuye el riesgo de padecer enfermedades, como diabetes, dislipidemia y gota", refieren en la Universidad Maimónides. Además promueve la liberación de endorfinas, las llamadas hormonas del placer. El doctor Robert Butler, presidente del Centro Internacional para la Longevidad del Hospital Monte Sinaí de Manhattan, es contundente: "Si se pudiera comprimir el ejercicio en una tableta, sería el medicamento más importante contra el envejecimiento". También beneficia las funciones cerebrales. "El ejercicio continuo aumenta el flujo sanguíneo cerebral, lo que conduce a un menor riesgo de padecer demencia; estimula los lóbulos frontales; la producción de BDNF, una suerte de 'fertilizante' para las nuevas conexiones neuronales -dice Manes-; también libera serotonina, un neurotransmisor que promueve el estado de ánimo positivo."
Quiéreme
Los afectos ocupan un lugar preponderante. "Es indispensable sumar afectos a la vida para mantener la fluidez en la comunicación, la actividad neuronal, la memoria y la creatividad", destaca Vega. El contacto con los otros también estimula la función cerebral. "El adulto mayor tiene que participar de reuniones sociales, estar en contacto con la familia y los amigos -subraya Manes-. Y establecer charlas interesantes para mantener la mente ejercitada". Según Manes, "se ha demostrado que los que realizan ejercicios cognitivos periódicos muestran menor deterioro; por eso el consejo es hacer crucigramas, juegos de mente, practicar la lectura y escritura con regularidad".
Sexualidad
El sexo no es patrimonio de los jóvenes. Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine sostiene que "tres de cada cuatro adultos de entre 57 y 64 años son activos sexualmente; así como el 53 % de los que tienen entre 65 y 74". Además, sexualidad no es sólo genitalidad, sino caricias, besos, el encuentro con el cuerpo del otro. "Muchos estudios demuestran que la frustración o la negación al sexo exponen a la mujer y al hombre a contraer mayor cantidad de enfermedades -dice Olga Cartañá, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina. " Ricardo Iacub, psicólogo especialista en mediana edad y vejez, coincide: "Cada día hay más personas grandes que no relegan el deseo de volver a formar pareja". El doctor Juan Carlos Kusnetzoff, sexólogo, director del Programa de Sexualidad Clínica del Hospital de Clínicas José de San Martín, sostiene que "hacer el amor mejora ostensiblemente el ánimo, los trastornos de ansiedad y del sueño y provoca descenso de la presión arterial".
Diversión y juego
Cuando llega la jubilación muchos sienten que se les acabó el mundo. "Hay que usar las horas libres para aprender, divertirse, jugar, caminar, compartir -aconseja José Luis Leone, docente de Recreación y Tiempo Libre en la licenciatura de Gerontología de la Universidad Maimónides-. La vejez es una excelente oportunidad para revisar cómo se ha vivido y elegir nuevos proyectos y aprendizajes". Según Olga Cartañá, lo "importante es mantenerse activos. Hay gente que se jubila pero se incorpora a una ONG para sentirse útil y encontrar nuevos grupos de pertenencia". Es que no se trata de agregar años a la vida. Lo ideal es agregar vida a los años.
-El ejercicio físico reduce el riesgo de padecer demencia
-Hacer el amor mejora el ánimo y los trastornos de ansiedad y del sueño
-El pescado, los vegetales y las frutas ayudan a mantener las neuronas
http://www.clarin.com/diario/2008/07/18/um/m-01717736.htm