Durante su intervención en el curso "Sexualidad: edades, discursos y vivencias", que se imparte en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, Ramos ha explicado que en la sociedad actual se "patologiza mucho" el proceso de envejecimiento y no se ve como "algo natural, que es lo que es".

Ramos ha señalado que la vejez constituye un proceso fisiológico natural en el que se producen cambios a todos los niveles, ya sean físicos, afectivos o sexuales.

A su juicio, esta visión desnaturalizada del envejecimiento y de las relaciones sexuales en este etapa vital, tiene como consecuencia que muchas personas mayores, cuando tienen determinados patologías asociadas a la vejez, como deficiencias en la vista, acuden a un especialista, pero no actúan de la misma manera si se tratan de problemas ligados a la sexualidad.

Según ha explicado, muchas personas mayores se sienten "culpables" por buscar soluciones a estos problemas sexuales asociados a la vejez, como falta de lubricación vaginal o dificultades para la erección, y, en ocasiones, directamente no las buscan.

Ramos ha abogado por un modelo sexual no tan ligado a la juventud y al atractivo físico y sí basado en el placer, una visión de la sexualidad que va mucho más allá del coito y que engloba la masturbación, la fantasía, la ternura o la pasión, algo que "absolutamente nadie" puede decir que se acabe en algún momento de la vida.

"Somos seres sexuales desde que nacemos hasta que nos morimos, padezcamos Alzheimer, una discapacidad o vayamos en silla de ruedas o seamos perfectamente autónomos. Es decir, que las ganas de gozar, de disfrutar y de sentir placer lo tenemos a todas las edades", ha añadido.

Mónica Ramos ha explicado que esta "visión coital" de la sexualidad está presente sobre todo en la cabeza de los hombres, que no la entienden de otra manera, mientras que las mujeres tienen una visión "mucho más compleja del sexo".

En este curso de la UIMP, se ha analizado cómo han ido cambiado los diferentes discursos acerca de la sexualidad y sus modelos.

Una de las codirectoras del cursos, Maribel Blázquez, ha afirmado que la sociedad actual vive una especie de "tiranía de la sexualidad", en la que todas las personas, sobre todo las mujeres, deben estar dispuestas a mantener relaciones sexuales, con un modelo muy definido y con la mayor frecuencia posible.

En el curso también se ha hablado de la medicalización de los problemas sexuales, que en ocasiones responden a aspectos internos y no a problemas físicos, y al papel que juega internet en torno lo relacionado con el sexo.