"Voy a hacer el papel más difícil de mi vida: ser yo", bromea. A los 86, será tema de un documental de Darío Lanis, que reflejará su intensa historia. Viajará a París, Londres y Montevideo para recrear capítulos de su biografía. "Me estoy acordando de cosas que tenía olvidadas", dice.
Clarin
13-10-2008
La periodista, la enfermera sin título, la chica criada en París, la jovencita que escapó a Londres, la oficinista en Nueva York, la que quería ser monja, la que finalmente fue actriz. Todas las Chinas que forjaron a esta China de 86 años serán tema de un documental dirigido por Darío Lanis donde la uruguaya hablará en primera persona. "Voy a hacer el papel más difícil de mi vida: ser yo. Debuto con un personaje al que no conocía tanto", juega, poética, en el departamento de la calle bautizada como su país, a donde uno podría quedarse a vivir unos días sin cumplir el cometido de agotar su anecdotario.
Nada parece amedrentarla a casi nueve décadas de haber nacido. Tras una neumonía que ella jura "exageraron los medios", va y viene como una abuelita incansable, generando a su paso proyectos, curioseando como quien recién sale al mundo. Piensa en el futuro China. Y escarba en su pasado para despacharse con la mejor trama de su película. "'Si esto es un homenaje? Y sí, y eso es lo malo. A lo mejor no aceptaba, pero era divertido. ¡Me estoy acordando de cosas que tenía olvidadas!".
En el último tiempo, lo suyo fue una especie de carrera contra el tiempo: más de 1000 funciones de Camino a la meca, El diario privado de Adán y Eva, la dirección de Eva y Victoria, el filme Tocar el cielo, eventos sociales, cientos de entrevistas. Como un modelo de juventud en la vejez, de pugilista que no cuelga los guantes. "No sé que haría -imagina- si al cumplir los 90 me tuviera que quedar en casa".
Cuenta, mitad en broma y mitad en serio, que casi tiene un accidente en el ascensor de su edificio. Que segundos antes de dar un paso y caer en el hueco, tuvo una visión: "'Viste que se dice que al momento de morir te acordás de toda tu vida? Bueno, me pasó. No me di cuenta, di marcha atrás para entrar al ascensor y pensé, acá me mato. 'Cuánto tiempo puede haber pasado? Milésimas. En esas milésimas vi toda mi vida".
'Y qué vio, China?
Una linda vida. Toda mi vida. 'Dónde me estaré yendo, al cielo o al infierno?, me pregunté.
'Y sabe a dónde irá?
Yo creo que no puede haber infierno. Es útil que la gente crea que hay infierno, pero no puede haberlo. El Dios al que uno quiere, al que yo llamo El que te dije, no puede haber inventado una cosa tan horrible para el que, por ejemplo, se acostó con la mujer de un amigo. Yo sigo rezando, lo vuelvo loco a El que te dije...
'Y qué le pide?
Paz. Me da miedo seguir pidiendo cosas. ¡Sigo haciendo una cosa que me sigue gustando como el primer día, el teatro! Lo haría gratis y me pagan y encima mucho. Entonces, al que te dije le doy las gracias nada más. O sí, le puedo pedir terminar de envejecer y morir en Uruguay. Es un ejercicio divertido pensar en cuándo podría pasar aquello....Pero El que te dije no recibe órdenes de nadie.
'Cómo va a poder resumir su vida en un filme? 'Usted elige qué contar?
Un poco y un poco. Me llevan por una línea pero me voy por la tangente. No sé cómo se llama periodísticamente. 'Es un documental? 'En qué casillero se pone? 'Es una biografía hablada? Es más que eso. Lo leo como un espaldarazo. Voy a hablar de mí y de muchas personas. ¡Son treinta y pico de años de estar acá, donde no he parado de trabajar! De hacer películas, de estar prohibida, de morirme de miedo... De llamarme un día la Sociedad de Actores para decirme, Le conviene irse. Me llevaron en el Vapor de La Carrera, me escoltó Arnaldo André. Llamé a Migré y le dije, ¡Sacame de la telenovela, me voy a Montevideo! Contado después parece una aventura, pero fue safari africano.
Después de esta nota, estaba pronta a subir a un avión rumbo a Puerto Rico, donde la esperaban, literalmente, como a una megaestrella. Elsa & Fred, la película de Marcos Carnevale que ella protagoniza y permaneció 74 semanas en cartel. Dicen que ella no da puntada sin hilo y entonces, claro, aprovechará ese aterrizaje para subir a escena con El diario privado de Adán y Eva, junto a Carlos Perciavale. "Cada vez estoy más convencida de que tuve mucha suerte. No soy una actriz mala, soy buena actriz con suerte", analiza.
Además de saber exprimir su personaje de comediante constante para narrar su historia, es pretenciosa Concepción Zorrilla de San Martín. Tanto que aceptó viajar a Montevideo, París y Londres para recrear su biografía. En Francia evocará los primeros años en que su madre la paseaba en cochecito con el Arco del triunfo como telón de fondo (Ver Vida y Obra...). Y en Inglaterra, ese quiebre que significó entrar a la Royal Academy of Dramatic Arts. "Do you speak english?, me pregunta ron, dije Yes, viajé y la admisión ¡la hice en francés!. Viví en mi país, menos años de los que viví repartida por el mundo", dice. "A los 23 años me fui solita a un Londres bombardeado. Una vez me echaron de un cine allá porque silbé a Hitler en un documental".
Hagamos un podio de esas vivencias que estarán en el documental
No quiero que esté todo muy ordenado. Mi vida no es muy novelesca a nivel sentimental. Yo tenía necesidad de hacer cosas. Fui enfermera de un hospital dos años sin haber estudiado. Un día, me presenté y dije Quiero ayudar. Bañaba a las enfermas de neurocirugía en el sótano del hospital. Yo les hablaba y las bañaba y el médico decía ¡Vuelven como curadas!. Dejé porque se me cayó una. Un accidente. ¡Se armó un despelote!
También quería ser monja...
En todos los colegios de monjas queríamos serlo. Una vez devolví la medalla de María porque las monjas consideran que una vergüenza que yo hiciera la obra La celestina. Otro recuerdo: trabajaba en una oficina de Nueva York donde un chico que escribía a máquina me decía Quiero ser actor, pero soy feo. Un aspecto de desgraciado, pobre. Ni siquiera era un feo importante. Voy a probarme a Los Angeles, me dijo. Dedicate a otra cosa, le decía yo. 'Sabés de quién te hablo? (China saca una libreta de teléfonos). ¡Dustin Hoffman! Quedó para El graduado. Cuando volví, tomamos un café. Después, nunca más atendió el teléfono. También puedo contar sobre mi vida de periodista. Cubrí un festival de Cannes y escribí en el diario El País de Montevideo. Creo que era buena.
'Y de su vida sentimental, qué podrá decir en el filme?
Yo le avisé al director (Lanis) que de eso no se habla. En Montevideo te ofendían si preguntaban eso. Allá murió una persona a la que quería mucho. Pero cuando murió estaba casado con otra. La gente que sabía lo que yo lo había querido, venía a darme el pésame como si fuese su viuda. Amé mucho y me amaron, pero no hablo de eso. Las actrices somos el blanco. Es actriz, salió con tal y tal. De la dentista no dicen eso.
Ahora, estruja a su perra Flor, su gran compañera y "coprotagonista" del filme que posiblemente se titule China y podría estrenarse en un año y medio. "Che, oíme, 'No me moriré antes?", bromea.
Cuenta todo en tono de comedia... 'Su vida es una comedia?
Sí. Mi vida fue una gran comedia.
http://www.clarin.com/diario/2008/10/13/um/m-01779069.htm