Dos tercios de los mayores de 65 años padecen en Argentina hipertensión arterial y la falta de hábitos de vida saludables y de tratamiento son unas de las principales causas de los problemas cardiovasculares que afectan a esa población, reveló un informe médico.
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os datos se desprenden del trabajo preliminar del XVI Congreso Argentino de Hipertensión Arterial que se hará del 14 al 16 de mayo en un predio de la ciudad bonaerense de La Plata y que organiza la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (Saha).
Alberto Ré, presidente del comité organizador del congreso médico, destacó que "esa será la única oportunidad de poder reunir durante este año en Argentina a todos los expertos en hipertensión arterial en un mismo evento y abarcar la enfermedad en todas las etapas de la vida, desde la niñez hasta la madurez".
El informe del congreso adelantó que en Argentina la población mayor de 65 años es una de las más afectadas por la hipertensión y añadió que a esa franja poblacional, junto con los diabéticos y enfermos renales, es a la que debe prestársele más atención.
En ese sentido, señaló la necesidad de concientizar a la población sobre la prevención del daño cardiovascular que ocasiona la hipertensión y de adoptar hábitos de vida más saludables. Además, de lograr la adherencia a los tratamientos con los fármacos sugeridos, en los casos en que se detectan niveles altos de presión arterial.
La presión se considera normal cuando el valor de la sistólica o máxima es de 120 mmHg y el de la diastólica o mínima 80 mmHg y los consensos médicos establecen que cuando superan esos valores, empieza a aumentar el riesgo de complicaciones cardíacas.
Los médicos optan por iniciar un tratamiento con medicación y una dieta baja en sodio cuando la presión arterial oscila en 140/90 mmHg, en las personas que no tienen otras complicaciones.
En los pacientes diabéticos se inicia el tratamiento con una presión arterial de 130/80 mmHg y en quienes sufren insuficiencia renal y proteinuria, las cifras de inicio son aún más bajas.
Ré consideró que "lo más importante del tratamiento es mantener cifras de presión bajas (inferiores a 130/80 ) a lo largo del tiempo, para reducir de esa manera la morbilidad y la mortalidad generadas por la hipertensión".
Insistió en que "una vez evaluado el riesgo del paciente puede ser innecesario iniciar un tratamiento con fármacos en las primeras consultas, pero lo que se recomienda en todos los hipertensos desde el primer momento es un estilo de vida sano".
Destacó que "el reducir el consumo de sal común (cloruro de sodio) es una de las principales medidas para controlar la presión arterial, como lo es también el no realizar una vida sedentaria".
La conferencia inaugural del congreso estará a cargo de Edward Frohlich, profesor de Medicina y Farmacología de la Escuela de medicina de la Tulane University de Nueva Orléans, quien dará detalles sobre su último estudio sobre los mecanismos por los cuales la sal daña el sistema cardiovascular y sube la presión.
El 17 de mayo, al día siguiente de la finalización del evento, es el Día Mundial de la Hipertensión Arterial, por lo cual durante el encuentro médico habrá reuniones abiertas a la comunidad y en varios colegios secundarios de La Plata, para hablar sobre la hipertensión y la necesidad de hábitos saludables.
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