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El abuso y la negligencia de los adultos mayores incrementa sustancialmente las probabilidades de muerte prematura

Un experto asegura que el hallazgo ilustra la necesidad de informar sobre problemas sospechados

Por Serena Gordon
Reportero de Healthday
MARTES, 4 de agosto

Según un estudio reciente, cuando los adultos mayores dejan de cuidar adecuadamente de sí mismos, el riesgo de muerte aumenta casi seis veces.

Además, a los adultos mayores que son abusados física, emocional o financieramente, o retirándoles la atención no les va mucho mejor. El riesgo de morir más que se duplica, según informan los investigadores.

"El abuso y la propia negligencia de los adultos mayores realmente tiene consecuencias graves", señaló el Dr. XinQi Dong, profesor asociado de medicina del Centro médico de la Universidad de Rush en Chicago.

Aunque la gente con frecuencia relaciona la demencia o la enfermedad de Alzheimer con la autonegligencia, los investigadores hallaron que los que están afectados "no son únicamente los que tienen impedimentos cognitivos", aseguró Dong. "Incluso los adultos mayores más capaces se enfrentan al riesgo de muerte prematura por autonegligencia".

Se informa sobre los hallazgos en la edición del 5 de agosto de la Journal of the American Medical Association.

La autonegligencia de los adultos mayores es la razón más común por la que alguien es remitido a los servicios de protección para adultos, según el Dr. Thomas Gill, autor de un editorial acompañante en la misma edición de la revista. La incapacidad para cuidarse a sí mismo, que caracteriza la autonegligencia, puede incluir la incapacidad para abastecerse de alimentos, agua, vivienda, vestido y los medicamentos necesarios, así como no seguir prácticas higiénicas básicas, según el estudio y el editorial.

El estudio informó que el abuso puede ser físico o sexual, encierro, abuso emocional, negligencia del cuidado, privación o explotación financiera.

Dong y sus colegas siguieron a un grupo de 9,318 residentes de Chicago, todos mayores de 65, que participaban en el Proyecto de salud y envejecimiento de Chicago. Durante el período del estudio, entre 1993 y 2005, las agencias de servicio social recibieron informes sobre autonegligencia en 1,544 de los participantes, y se informó que 113 estaban siendo abusados. Durante los cerca de siete años de seguimiento, murieron 4,306 de los participantes.

Los investigadores hallaron que la autonegligencia de los adultos mayores se relacionó con un aumento de 5.82 veces en el riesgo de mortalidad en al año siguiente luego de un informe de autonegligencia. Para los adultos mayores que son abusados, la probabilidad de que mueran en el año siguiente en que se informara sobre el abuso fue más del doble de grande que para los adultos mayores que no fueron abusados.

Dong señaló que los investigadores controlaron los datos para tener en cuenta varios factores, como afecciones médicas, situación socioeconómica, hábitos de salud y memoria, pero aún así hallaron una asociación intensa entre el abuso y la autonegligencia, y el riesgo de muerte prematura.

Esto sugiere, dijo, que el abuso y la autonegligencia es lo que conducen al declive físico que termina con la muerte.

"Este grado de riesgo de mortalidad generalmente se reserva a las afecciones agudas, como el ataque cardiaco agudo o el accidente cerebrovascular, y estos hallazgos realmente recalcan la importancia de informar sobre el abuso y la autonegligencia, así como sobre la necesidad de responder oportunamente con servicios sociales, intervención médica y prevención", aseguró Dongo.

El estudio señala un problema inminente, según la Dra. Karin Ouchida, directora médica de la Agencia de atención médica en el hogar del Centro Médico Montefiore de la ciudad de Nueva York.

"Ahora mismo, la situación parece mala", dijo Ouchida. "La población va a aumentar y la población de los que pueden cuidar de ellos se está reduciendo. Yo creo que ese estudio realmente constituye una advertencia".

"Bien sea que se trate de un declive en la función médica lo que haya conducido a un comportamiento de autonegligencia o lo contrario, estas personas están en crisis y los servicios sociales y médicos necesitan más comunicación e interacción", dijo.

Cualquiera que sospeche que un miembro de la familia, vecino o amigo de mayor edad esté siendo víctima de abuso o podría estar siendo negligente consigo mismo necesita informar sobre estas sospechas, aseguraron tanto Ouchida como Dong. Un cambio repentino en el peso o la higiene, o el empeoramiento de las afecciones médicas, como tener más falta de aire, son pistas de que la gente podrían estarse descuidando. El abuso puede ser más difícil de detectar, pero cualquier hematoma inexplicable o cambio repentino en los médicos podrían ser pistas.

El abuso financiero y la explotación probablemente empeoren con la recesión, dijeron. Entre las posibles señales de esto podrían encontrarse más solicitudes telefónicas, por correo y hasta personales. También, si los adultos mayores comienzan a perder dinero si antes no lo hacían o si repentinamente faltan cosas en su casa, podrían estar en problemas.

"Las tragedias del abuso de los adultos mayores son un reflejo de todos nosotros", aseguró Dong. "Puede ser un tema difícil para hablar de él, pero este estudio demostró los resultados de salud adversos que pueden sobrevenir".

http://healthfinder.gov/

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