¿INFALIBLES LOS PROMEDIOS?
¿PARAMETROS OBLIGATORIOS?
Los tratadistas tienen la tendencia a clasificar las edades dentro de los promedios obligatorios con los cuales definen la infancia, la niñez, la adolescencia, la juventud y la madurez y la vejez dentro de rígidos cartabones “Se es así porque se es joven... hay que ser así, porque se es viejo” Los médicos, los sicólogos, los siquiatras saben como los promedios ayudan, las características generales orientan, pero no deciden. Cada uno es un mundo, un “micro cosmos” para tener en cuenta su realidad concreta e individual.
Escribe
GONZALO CANAL RAMIREZ
La infinita riqueza de la naturaleza humana no hace dos seres absolutamente iguales. Todos somos identificables en la especie, pero diferentes individualmente. Fuera de estas diferencias innatas están aquellas con las cuales crecemos, nos desarrollamos, nos realizamos o no, según una muy vasta y variada escala de circunstancias familiares, sociales, económicas culturales, morales y aun religiosas.
Al viejo se le ha aplicado siempre un estereotipo obligatorio para reducirlo convencionalmente a la impotencia.
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Hoy la evidencia científica reprueba ese procedimi9ento. Pero el primero en ser convencido de las posibilidades de la vejez ha de ser el viejo mismo, su propio objeto y sujeto, su mismo agente, el dueño de su vida, el responsable de ella. “Yo mismo y no otro” dice Job en el estercolero. No se deje encasillar dentro de los catálogos absolutos. Usted no es manufactura en serie. Su cuerpo y su espíritu son más ricos de lo imaginado por usted y por los estadísticos. Usted es un territorio inexplorado aun en gran parte de su extensión. Adéntrese en él, no se convierta en “tierra de nadie”. La experiencia de todos los días nos demuestra como dentro de la vida diaria encontramos multitud de viejos que si pueden, independientemente de los promedios estadístico donde se los quiere “fichar”.
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Por ser la gerontología y la geriatría ciencias muy nuevas –a pesar de ser muy válido estudio humanístico de la vejez hace 21 siglos de Cicerón los promedios para clasificar la vejez, participan solo aproximadamente de la seriedad científica del tema en la actualidad, y están todavía muy imbuidos por los preconceptos, de ayer. Ahora hay una nueva escala de las edades, y no es el número de años en la tabla de esa escala suficiente para determinar su lugar en ella.
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Hay mil factores diferentes para hacer de cada viejo un caso individual dentro de la heterogeneidad de la persona humana: Usted precisamente usted. El doctor Guillermo Marroquín Sánchez, en su trabajo sobre “escala periódica para el estudio de la Tercera y Cuarta Edad (Revista Española de Geriatría y Gerontología, Nº 6) está acorde con el profesor Blanco Soler: “La vejez comienza cuando íntimamente se la siente. Nadie pues, como el propio sujeto para definirla.” Establecer promedios estadísticos de edad, en relación a la vida de cada uno, no es fácil.
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Cada uno comienza la vejez a diferente edad y la realiza de distinta manera: a su manera, según su personalidad, su formación, cultura, salud, circunstancias propias. La vejez es personal. Una estratificación rígida, en un método genérico, no se compadece con la individualidad de cada uno.
Este tema continúa...
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(*) Gonzalo Canal Ramírez, es un reconocido especialista en temas de la Tercera Edad. De origen colombiano, esta radicado en España. Estos textos son del libro “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE” que ha merecido innumerables ediciones y traducciones desde 1980, año de su aparición en España.
http://cajaencrisis.blogspot.com/2009/09/la-vejez-un-tiempo-de-vida_27.html