Síntomas hay muchos. Pero existe un quinteto frente al cual no se debería perder el tiempo: 1) debilidad, pérdida de sensibilidad o parálisis en los brazos, las piernas o la cara; 2) problemas para hablar o entender; 3) alteraciones de la visión, en uno o ambos ojos; 4) cefalea o dolor intenso de cabeza, como jamás se recuerde haber tenido, y 5) dificultad para caminar, mareos y pérdida del equilibrio o la coordinación.
La Nación
Domingo 1 de noviembre de 2009
"El punto clave es que estos síntomas, generalmente asociados, aparecen de un momento a otro y hay que consultar, aun si se van al cabo de algunos minutos", advierte el doctor Luciano Sposato, director del Centro de Ataque Cerebral del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.
El ataque cerebral, a diferencia del infarto, es un problema de salud no demasiado conocido por la población, a pesar de que en nuestro país se calcula que lo sufren anualmente entre 120 mil y 180 mil personas, algo así como un caso cada ¡4 minutos!
El impacto es enorme: muere alrededor del 40% (es la tercera causa de muerte entre adultos mayores), pero del resto al menos la mitad queda con alguna discapacidad. "Existen dos tipos de ataque cerebral -agregó Sposato-. Uno, el isquémico, el 80% de los casos, cuando una arteria se tapa; el otro, si la arteria se rompe, es el hemorrágico, y afecta al 20% de los afectados."
¿Cuándo y entre quiénes? En ambos sexos, e incrementándose a partir de los 55 años, con un "pico" entre los 65 y los 75. ¿Los enemigos? La alta presión arterial, el colesterol, los kilos de más, el consumo de alcohol, el cigarrillo, la diabetes y el sedentarismo. Los ejercicios ("hay que moverse", indica Sposato, al menos 3 veces por semana, media hora cada vez), disminuyen (y mucho) el riesgo.
www.ataquecerebral.org.ar
Por Gabriela Navarra
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1191692