Si bien el 78% de los argentinos de entre 40 y 55 años sueña con tener suficiente dinero para mantener un estilo de vida cómodo cuando se jubile, sólo el 45% confía en que podrá hacerlo. Esa generación no se siente segura respecto de que ellos o sus familias estén lo suficientemente protegidos contra los cambios financieros: 60% asegura que su familia no está protegida en caso de imprevistos como el desempleo o una nueva crisis política y económica
CLARA AGUSTONI
El Cronista
Se describen a sí mismos como “la generación invencible”. Son los hombres y mujeres argentinos de entre 40 y 55 años de edad, que han enfrentado un sinnúmero de crisis y desafíos a lo largo de sus vidas. Vivieron la dictadura, la guerra de Malvinas, la hiperinflación del ‘89 y el corralito de 2001. Pero pese a haber sobrevivido a todo esto, los miembros de esta generación padecen los miedos y la falta de seguridad respecto de su futuro financiera.
Así lo muestra el estudio “El comportamiento financiero de los argentinos de entre 40 y 55 años de edad” realizado por la consultora D’Alessio Irol para Prudential Seguros. Según ese informe, si bien este grupo confía en su capacidad de dominar cuestiones monetarias de corto plazo, duda sobre su capacidad de proporcionar seguridad a sus familias y de generar ingresos confiables en el largo plazo.
El relevamiento fue realizado entre 800 personas de segmentos ABC1, C2 y C3, de entre 40 y 55 años. En la Argentina, este segmento de la población representa aproximadamente a 7 millones de personas.
Entre los encuestados, un 78% indicó que tener suficiente dinero para mantener un estilo de vida cómodo cuando se jubile lo haría sentirse “financieramente protegido”. Sin embargo, sólo el 45% confía en que podrá alcanzar esta meta. Además, el 60% de los encuestados dijo no estar seguro de que su familia vaya a estar protegida en caso de imprevistos como desempleo, crisis económica o eventos políticos desestabilizantes.
“Existe una brecha marcada y preocupante entre las metas financieras que esta generación desea alcanzar en el largo plazo y la confianza que siente en poder lograrlo, como así también en su conocimiento sobre las herramientas disponibles para ayudarlos a lograr seguridad financiera”, sostuvo Martín Gauto, presidente de Prudential Seguros. “El estudio también reveló que esta población reconoce el valor de asegurarse protección financiera en el largo plazo, la importancia de recibir orientación profesional para lograrla y que están dispuestos a explorar herramientas y oportunidades nuevas que los puedan ayudar a alcanzar estos objetivos”, agregó.
Pero aún cuando reconocen la importancia de asesorarse en temas financieros, este grupo hace un uso muy limitado de los productos bancarios. Según el informe, los argentinos de entre 40 y 55 años tienen cuatro productos financieros en promedio. El 78% tiene tarjeta de crédito, el 75% tiene seguro automotor y el 55% tiene un seguro de vida proporcionado por la empresa en la que trabaja.
Sin embargo, sólo 24% dijo tener un plazo fijo bancario, 11% indicó que invierte en acciones y bonos y apenas 5% tiene dinero colocado en fondos comunes; lo que muestra que hay muy poca penetración de los productos financieros relacionados con el ahorro y la inversión. “Esta generación siente un escepticismo justificado con respecto al valor que pueden recibir de las instituciones financieras; a la luz de las dificultades que experimentaron en el pasado”, dijo Gauto.
Una mancha más al tigre
El estudio de D’Alessio se llevó a cabo a lo largo de los meses de agosto y septiembre de este año. En ese entonces, la crisis financiera internacional estaba dando signos de haber quedado atrás, y las elecciones legislativas ya habían pasado. Pero para la generación de los “invencibles”, los meses difíciles de 2008 y principios de 2009 no se vivieron de manera traumática.
El 41% de los entrevistados indicó que la reciente crisis financiera mundial no tuvo un impacto sobre su planificación financiera porque están “acostumbrados” a este tipo de situaciones. Además, el 70% dijo que no hizo cambios sustanciales respecto de sus hábitos de ahorro por culpa de la crisis.
Ahora bien, un 30% reconoció haberse sentido afectado por la reciente crisis financiera mundial y la nacionalización de las AFJP. Y dijo que estos conflictos los impulsó a incrementar los ahorros y a procurar protección adicional para sus familias. “Tratamos de medir más nuestros gastos, de recortar las compras superfluas y de enseñarles a nuestros hijos a cuidarse y a estar atentos económicamente”, dijo uno de los encuestados.
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