Si se realiza en las primeras 24 horas en la que se manifiesta el primer síntoma de infarto, la consulta se convierte en clave para reducir el riesgo de muerte por esa enfermedad que daña el sistema coronario, sostuvieron hoy especialistas.
La enfermedad cardiovascular en Argentina es la principal causa de muerte y el síndrome coronario agudo, a través de sus distintas manifestaciones como la angina de pecho inestable o el infarto agudo de miocardio, es una de las emergencias más comunes.
Carlos Tajer, jefe de Cardiología del Instituto Alexander Fleming y del Hospital de Alta complejidad El Cruce de la Provincia de Buenos Aires, precisó en el encuentro médico que "se estima por diferentes cálculos epidemiológicos, que hay una incidencia anual de 40.000 infartos por año en Argentina".
Pero añadió que "a eso, debe sumarse una cifra cercana al doble de cuadros de síndrome coronario agudo sin infarto", cuya manifestación principal es el dolor continuo de pecho.
El informe médico precisó que la mortalidad asociada a esos cuadros cardiológicos, contribuyen a consolidar a las enfermedades cardiovasculares como la principal causa de muerte en Argentina en adultos.
Los especialistas coincidieron que reducir la mortalidad del síndrome coronario agudo es posible si se implementan en forma precoz los tratamientos que permiten destapar las arterias coronarias obstruidas e impiden la correcta oxigenación del músculo cardíaco.
Tajer explicó que "hay dos maneras de destapar una arteria, a través de una angioplastia, en la que mediante un cateterismo de emergencia se infla un balón dentro de la arteria que restablece la circulación o con trombolíticos, que son fármacos de administración intravenosa que licúan el coágulo que obstruye el vaso".
Destacó que la consulta precoz al cardiólogo "se recomienda ante la aparición de molestias en la región del pecho, brazos y/o mandíbula, en particular si tienen características opresivas o quemantes y no ceden en pocos minutos".
Reconoció que "todos padecemos molestias en la región del pecho, que en su inmensa mayoría son problemas menores, como dolores musculares".
"Pero los malestares cardíacos tienen algunas particularidades que son molestias inquietantes, feas y que se vivencian como que algo malo está pasando sin modificarse con el movimiento", precisó.
Por su parte, Alfredo Rodríguez, jefe de Cardiología Intervencionista del Sanatorio Otamendi, señaló que cuando un paciente ingresa al hospital con síntomas de síndrome coronario agudo "el primer paso es medir las enzimas cardíacas y luego realizar el electrocardiograma".
Rodríguez precisó que "si se trata de un infarto con alto nivel de ST (que es el fragmento del electrocardiograma que indica si hay una oclusión de la arteria y si es parcial o total) hay que hacer un cateterismo inmediatamente, porque cuanto más rápido uno interviene la arteria, más músculo cardíaco se recuperan".
Añadió que "si es un infarto sin elevación de ST o un síndrome coronario agudo de alto riesgo con cambios en el electrocardiograma, se puede esperar un poco más, pero hay que hacer un cateterismo dentro de las próximas 24 horas".
En cuanto a la medicación oral, señaló que "siempre se recomienda que todo paciente que tiene dolor de pecho tome una aspirina camino a la guardia".
Para eso, consideró que "los antiagregantes plaquetarios con drogas como el prasugrel, tienen un papel clave en el tratamiento de los pacientes que son sometidos a una angioplastía".
Indicó que "eso es muy importante porque durante la evolución de esos enfermos en la sala de cateterismo se producen muchos trombos, por lo cual un paciente que se realiza una angioplastía coronaria y que sufre de síndrome coronario agudo debe seguir tomando antiagregantes por un período de un año".
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