Gerontologia - Universidad Maimónides

Mayo 15, 2005

Las drogas "inteligentes" son las nuevas armas elegidas contra el cáncer

ANUNCIOS EN EL CONGRESO ANUAL DE LA SOCIEDAD ONCOLOGICA AMERICANA

Los tratamientos apuntan a destruir células enfermas y a salvar las sanas.

Mariana Iglesias.
miglesias@clarin.com
Domingo | 15.05.2005

Alta especificidad. Eso es lo que buscan hoy en día los investigadores en materia oncológica. La mayoría de los estudios apuntan a que los tratamientos den en los llamados "blancos tumorales": destruir las células enfermas en la forma más directa posible, pero al mismo tiempo no afectar a las que están sanas.
Por ahí van las noticias. Es que, se sabe, no habrá anuncios estruendosos en esta edición —la número 41— del Congreso Anual de la Sociedad Oncológica Americana que comenzó el viernes y termina este martes. Lo que sí se ve en las salas del gigantesco Centro de Convenciones de Orlando son diversos estudios que comprueban avances en la aplicación de nuevas terapias que se comparan con los tratamientos tradicionales que todavía sigue la mayoría de los pacientes.
Una de las características de estas nuevas drogas que se están testeando es que tienden a presentar un diseño "racional", es decir, que están pensadas para actuar en forma inteligente, di recta. En la actualidad, los tratamientos, como la quimioterapia, atacan a las células tumorales pero también atacan a las células buenas. Además, tienen efectos adversos como la caída del cabello, dolores físicos y hasta problemas cardiológicos. Eso es lo que se quiere evitar con estos nuevos tratamientos. Se busca lograr terapias específicas. "Lo que se busca es que todo eso no ocurra más", aseguró David Epstein, licenciado en Farmacia y presidente del departamento oncológico del laboratorio Novartis.
Con lápiz y papel, Epstein trató de explicarlo de manera simple: dibujó una célula y apuntó a ella. Así deben actuar las drogas. Y también sobre los vasos sanguíneos, que son los que "comunican" estas células tumorales con las otras y así van alimentando el tumor y por ende propagando la enfermedad. Epstein también habló de la combinación de drogas y tratamientos. En este caso usó una mesa para dar un ejemplo: la célula cancerosa necesita cuatro patas para vivir, una droga combate dos, pero aun así la mesa sigue en pie, entonces hay que hacer una combinación con otra droga que apunte a las otras dos patas y así termine de una vez con la célula.
La idea es combinar drogas que combatan en conjunto a los blancos moleculares: no dejar ningún punto sin atacar. Ricardo Kirchuk, coordinador de docencia e investigación del Instituto Roffo, y Ana María Alvarez, también del Roffo, forman parte del numeroso grupo de especialistas argentinos que participa en el congreso. En una charla con Clarín, explicaron estos avances. "Hubo un gran paso desde 2000 que fue la biología molecular. Se focaliza el uso de determinados medicamentos. Y se trabaja con moléculas dirigidas, se atacan las células tumorales específicas", explica Kirchuk. "Son los marcadores biológicos, los que determinan qué herramientas hay que usar y servirán para atacar esos blancos terapéuticos", agrega Alvarez.
"Las dos ventajas son: por un lado, que se logra disminuir la toxicidad en los pacientes; por el otro, que al actuar selectivamente en la célula tumoral, la terapia es mucho más efectiva", asegura Kirchuk. Para Alvarez, otro desafío es la "terapia personalizada": "Antes había un remedio para cada tumor, y a todos los pacientes con ese tumor se les recetaba lo mismo. Ahora, a partir de los genes, se sabe que cada caso es diferente y debe ser tratado en forma particular".
Pero las investigaciones ya están demostrando que esos genes a los que se comenzó a atacar en forma directa, también pueden ser resistentes a determinadas medicaciones. Y por ahí apuntan hoy en día muchos estudios, a ver justamente cómo se combate esa resistencia.

Políticas públicas de prevención

Más allá de las investigaciones que se realizan en el mundo y de los indudables avances de la ciencia, los especialistas del Instituto Roffo hacen mucho hincapié en la prevención y el control. Es que en la actualidad el cáncer puede volverse una enfermedad crónica o incluso curarse. Pero para que eso ocurra hay que "verlo" a tiempo.
"Para empezar, debería existir una política de prevención del Estado —dice Alvarez—. Si el cáncer de cuello de útero se ve a tiempo, es absolutamente curable. Lo mismo puede pasar con el cáncer de mama y de próstata. Y no es verdad que hace falta dinero. El Estado gasta muchísimo dinero en pacientes que ya pueden curarse, cuando saldría más barato invertir en campañas preventivas".
Kirchuk da un ejemplo muy concreto: "La tasa de cáncer de útero de Jujuy es alta como la de Villa Soldati, India o Biafra. Mientras que en Barrio Norte es tan baja como en EE.UU. ¿Por qué? Porque hay educación y control". Y sigue: "Desde que se instaló la idea de lo mal que hace fumar, en EE.UU. el cáncer de pulmón bajó un 6%. Es un cáncer evitable. Sólo el 6% de los que contraen cáncer de pulmón no son fumadores".

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Mayo 15, 2005 08:52 AM