Las campañas de educación sanitaria dirigidas a la población llegan casi siempre al mismo tipo de ciudadano, por lo general bien informado a priori, y apenas lo consiguen respecto a los ancianos con menos recursos y más riesgo de dependencia. Esta es una de las conclusiones a las que se ha llegado durante las I Jornadas sobre Envejecimiento Saludable en el Siglo XXI. Propuestas Prácticas, organizadas por la Fundación Pfizer..
Publicado por Mayores en Movimiento
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Estas jornadas enfocadas a añadir calidad a los años con un papel activo dentro de la sociedad pretenden, por un lado, enseñar a la población a lograr un envejecimiento saludable y, por otro, analizar propuestas prácticas que demuestran que esto es posible.
Asumir el envejecimiento.
Para la directora del Observatorio de Personas Mayores del IMSERSO, es preciso un cambio de actitudes en relación con el envejecimiento. “En España, ya es mayor el número de personas con más de 65 años que el de jóvenes y eso requiere un esfuerzo, especialmente desde el ámbito de la educación. Es fundamental que desde la misma adolescencia se empiece a entender que el envejecimiento es un hecho natural y que es posible envejecer de manera satisfactoria si se siguen determinados consejos. Se trata en definitiva de conseguir que la vejez no se vea como una carga social”.
También se destacó la estrecha relación entre envejecer con salud y llevar una vida activa, entendida ésta como “la participación en los asuntos familiares, sociales, económicos, culturales y cívicos, es decir, con una continua implicación en todas estas esferas. Para ello, es preciso que los sistemas públicos sanitarios reconozcan la necesidad de movilizar recursos e invertir en programas y servicios que mantengan y protejan la salud, promoviendo estilos de vida sanos desde la infancia”. Fomentar la motivación y la autoestima como complemento a los esfuerzos individuales en pro de un envejecimiento activo”. Desterrar los prejuicios existentes sobre el envejecimiento que acaban influyendo en la visión que tienen los propios mayores de sí mismos, prejuicios sin ninguna base, como pensar que los ancianos son personas pasivas, crónicamente enfermas o con necesidades de atención y cuidados constantes. Debemos tratar de crear una cultura donde cumplir años sea considerado un símbolo de experiencias, sabiduría y respeto, con el fin de eliminar la discriminación y la segregación por motivos de edad”.
Fuente: http://www.gericubaonline.sld.cu