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Después de cuatro décadas trabajando, ¿qué puede hacer para lograr una jubilación más feliz?
Por Jonathan Clements
The Wall Street Journal
Julio 28, 2005
Economistas que trabajan en el campo de la "búsqueda de la felicidad" ofrecen estos consejos:
1. Valore su tiempo. Estudios señalan que hay una relación entre la edad y la felicidad. La gente tiende a ser menos feliz entre los 20 y 30 años, usualmente tocando fondo al llegar a los 40 y mejorando a partir de ahí. "Si uno no está enfermo, la jubilación debería ser una etapa feliz", dice el profesor de economía de Dartmouth College, David Blanchflower.
Keith Bender, profesor de economía de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, dice que la insatisfacción durante la etapa media se deriva de una falta de control sobre nuestra cotidianeidad, y que los jubilados son más felices porque gozan de más libertad.
"Cuando se tiene mediana edad, uno no tiene mucha elección", anota. "Uno tiene que trabajar. Pero cuando se es joven o viejo, se tiene más tiempo".
2. Piense en el futuro. La transición a la jubilación puede ser dura. El profesor Bender descubrió que quienes planifican su jubilación son generalmente más felices, mientras que las personas mayores que dejan de trabajar por enfermedad o despido están menos satisfechas.
Por supuesto, si usted se ve obligado a retirarse prematuramente, no hay mucho que pueda hacer. Aún así, podría aliviar parte de su angustia ahora pensando en cómo pagar por su jubilación y qué hacer cuando deje de trabajar. "Usted puede verse obligado a retirarse en casi cualquier momento, así que debe estar lo más preparado posible", dice el profesor Bender.
3. Tenga menos expectativas. Cuando se acerque el momento de jubilarse, piense en el estilo de vida que puede permitirse. Los investigadores señalan que mayores ingresos conducen a una mayor felicidad. Pero la ganancia en satisfacción de, por ejemplo, US$25.000 extra es menor de lo que podría imaginarse. Mucho depende de su riqueza con relación a sus expectativas.
"Según los datos, lo que usted tenga en el banco no importa tanto", dice Andrew Oswald, profesor de economía de la universidad inglesa de Warwick. "Lo que realmente importa es la brecha entre lo que tiene y lo que piensa que debería tener. Los millonarios pueden sentirse relativamente pobres".
4. Escoja a sus vecinos. La gente se preocupa mucho sobre su estándar de vida en comparación con el de sus vecinos.
"Suponga que usted planea mudarse a Florida", dice Erzo F.P. Luttmer, un profesor de economía de la Kennedy School of Goverment de Harvard University. "En vez de mudarse a un vecindario que apenas puede costearse, podría optar por un lugar que puede pagar cómodamente. Así estaría entre personas que se dan menos lujos, y usted se sentiría más contento".
5. Compre sus propios ingresos. El profesor Bender descubrió que los jubilados que reciben pensiones tradicionales de la compañía son más felices que aquellos que dependen únicamente de sus planes de retiro. Parece que a las personas mayores les gusta la seguridad de un ingreso predecible y garantizado.
Si no cuenta con una pensión tradicional, siempre podría comprarse un flujo comparable de ingresos colocando parte de su dinero en una renta vitalicia que paga un ingreso de por vida.
A menos que tome menos ingresos a cambio de algún tipo de garantía, este flujo de ingresos morirá con usted, así que sólo debería comprar una renta vitalicia si goza de buena salud. Además, debido a que los pagos en la mayoría de las rentas fijas no suben con el tiempo, no debería pasar todos sus ahorros a la renta vitalicia. En vez, considere invertir parte en acciones para así poder mantenerse al ritmo de la inflación.
6. Trabaje al retirarse. Aceptar un trabajo a tiempo parcial puede verse como un paso drástico, sólo para jubilados desesperados por ingresos extra. Pero el profesor Bender descubrió que trabajar después de jubilarse puede ser beneficioso.
Hay, sin embargo, un dato curioso: los jubilados están menos satisfechos si no trabajan pero su cónyuge sí. "Usted querrá disfrutar del tiempo juntos" dice el profesor Bender. "Es mejor si lo pueden acomodar de manera que ambos se jubilen al mismo tiempo".
7. Invierta en amistad. Tal vez su sueño de jubilación sea viajar. Pero podría serle de mayor ventaja invitar a comer a algunos amigos.
"Recientes estudios sugieren que ver a buenos amigos regularmente en el parque local da un impulso más grande a la salud mental que tener un flamante automóvil alemán estacionado fuera de su casa", dice el profesor Oswald.
"Mi consejo para aquellos que están envejeciendo es que usen el dinero que han ganado en invertir más en sus amistades que en objetos materiales".