Albina Cruces, una profesora mexicana de 102 años que ejercía su profesión en una escuela de la capital del país ha accedido a regañadientes a jubilarse tras 85 años dedicados a la enseñanza, para dejar paso a "otras corrientes con nuevas ideas", informó el diario Reforma.
Albinita comenzó a trabajar como maestra en 1920 en el estado de Guanajuato (noroeste) y ocho años después se trasladó a Ciudad de México, donde enseñó en varias escuelas hasta que en 1947 fundó una escuela de primaria en una colonia del sur de la urbe.
Tras 58 años como directora de dicho centro, la veterana enseñante pensó que quizás ya era hora de ceder el bastón de mando y retirarse.
"No quiero jubilarme, pero hace falta que vengan otras corrientes con nuevas ideas", manifestó la profesora.
Sus compañeros y alumnos, presentes y pasados (que son muchos), le organizaron a Albinita una gran fiesta de despedida con mariachi, boleros, poemas y bailes.
Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Noviembre 17, 2005 09:31 PM