De acuerdo a los últimos estudios presentados en el último Congreso estadounidense del Corazón quedó demostrado que la presión arterial de la aorta es un indicador independiente del posible daño cardiovascular y renal. Los nuevos datos dejaron en claro además que los pacientes hipertensos con tratamiento en base a Amlodipina lograron mayor control de la presión arterial central.
Urgente24.info
22/11/2005
Un nuevo estudio realizado en pacientes hipertensos que recibieron tratamiento en base al fármaco antihipertensivo de Pfizer Amlodipina presentaron niveles más bajos de presión arterial central, en comparación con los pacientes que fueron tratados en base a betabloqueantes.
Así, la presión central (que se mide en la aorta) es un indicador independiente del posible daño cardiovascular y renal.
Los resultados se presentaron esta semana durante el encuentro anual de la Asociación estadounidense del Corazón, celebrado en Dallas, USA.
El estudio CAFE (Evaluación de la Función de las Arterias de Conducción), en realidad es un subestudio del ASCOT-BPLA (Estudio Angloescandinavo de resultados cardíacos - Rama de disminución de presión arterial).
Se trata del primer ensayo clínico que evalúa los efectos a largo plazo de dos tratamientos antihipertensivos sobre los niveles de la presión arterial central comparada con la periférica.
La presión arterial central es la presión en la aorta, que determina el estrés y el daño sobre el corazón y los vasos principales. La medición de la presión arterial periférica, mediante el uso de un tensiómetro, es considerada una alternativa práctica, aunque menos precisa, para medir la presión arterial central.
“El CAFE demuestra por primera vez en un ensayo clínico de resultados de gran envergadura que los fármacos antihipertensivos tienen efectos considerablemente distintos sobre la presión arterial central, a pesar de tener un efecto similar sobre la periférica”, señaló el Dr. Bryan Williams, profesor de medicina en el Departamento de Ciencias Cardiovasculares de la Universidad de Leicester, Reino Unido.
“Se demostró que el tratamiento con amlodipina es más efectivo para disminuir la presión arterial central que el tratamiento con atenolol. Estos resultados, combinados con los beneficios que se observaron en el ensayo ASCOT sobre la mortalidad cardiovascular y total, pueden tener consecuencias significativas sobre los lineamientos para tratar la hipertensión.”
El estudio involucró a 2.200 pacientes de cinco centros del Reino Unido e Irlanda. Dentro del estudio, la presión arterial central se calculó a partir de la presión de pulso mediante una metodología reconocida. La presión de pulso es la diferencia entre la presión arterial sistólica y la diastólica.
“El CAFE resalta información importante sobre los beneficios cardiovasculares asociados con cada tratamiento antihipertensivo,” explicó el Dr. Michael Berelowitz, vicepresidente senior de Investigación Mundial Médica y de Resultados en Pfizer.
“Los hallazgos del estudio son prueba de la eficacia de amlodipina para reducir la presión arterial central, que parece ser un indicador importante e independiente del riesgo cardiovascular de los pacientes.”
El tratamiento con amlodipina redujo la presión arterial central en un porcentaje significativamente más alto que el tratamiento con atenolol: la presión sistólica central disminuyó aproximadamente 4,3 mm/Hg más, mientras que la presión de pulso central disminuyó 3,0 mm/Hg más. Esta diferencia, importante desde el punto de vista clínico, puede ayudar a explicar la diferencia considerable en los resultados cardiovasculares del estudio ASCOT-BPLA.
La hipertensión es uno de los factores de riesgo más extendidos para la enfermedad cardiovascular: afecta a casi 800 millones de personas en todo el mundo. Se presume que por lo menos el 80% de los hipertensos puede padecer otros factores de riesgo cardiovascular sin tratar; el alto colesterol es el factor de riesgo más común.
El estudio, que duró cinco años y fue uno de los ensayos sobre hipertensión de mayor envergadura de la historia, abarcó más de 19.000 pacientes hipertensos de Europa. El estudio comparó los efectos cardiovasculares de un tratamiento en base a amlodipina versus el tratamiento estándar en base a betabloqueantes sobre la reducción de eventos cardíacos en pacientes con hipertensión y otros factores de riesgo cardiovascular.
Según un comunicado de prensa sobre los datos presentados en el Congreso, indica que “los pacientes tratados con amlodipina tuvieron reducciones significativas en la mortalidad cardiovascular, la mortalidad total y los eventos y procedimientos cardiovasculares en general, incluidos los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, comparado con los pacientes tratados con betabloqueantes. Los pacientes tratados con amlodipina mostraron también una reducción en el objetivo primario del estudio: enfermedad coronaria fatal y ataque cardíaco no fatal, que resultó estadísticamente no significativo”.