Gerontologia - Universidad Maimónides

Diciembre 15, 2005

Jubilados, en defensa propia

La ya alarmante ola delictiva contra personas mayores ha determinado la aparición de respuestas inéditas, como es el caso de la creación de la Red Vecinal Voluntaria de Asistencia al Anciano en Riesgo Delictivo, que se ha instalado con el auspicio de los Foros de Seguridad de Vicente López.

La Nacion Editorial
Jueves 15 de diciembre de 2005

El propósito de esta red, que cuenta con el apoyo y la participación de las autoridades bonaerenses y de la policía provincial, es "censar a los abuelos en situación de vulnerabilidad", para buscar, a partir de ahí, la creación de adecuados mecanismos de defensa ante los ataques contra las personas mayores, que son tema casi diario de los medios de comunicación desde hace ya bastante tiempo.
La red se integra con vecinos, centros de jubilados, instituciones religiosas y educativas. Entre las ideas figura la de organizar "corredores protegidos", formado por grupos de vecinos que vayan a cobrar juntos sus jubilaciones. Esos corredores contarían con el apoyo de personas dedicadas a vigilar las zonas críticas y dar aviso a las fuerzas policiales en presencia de cualquier anomalía.
El jefe de la policía distrital de Vicente López, inspector Mario Barragán, señaló que esa modalidad en el distrito no es alarmante, y que la situación está bajo control. Desde principios del año actual hubo cuatro casos delictivos en casas de personas mayores. "Hay que estar prevenidos pero no paranoicos", opinó el policía.
Esas expresiones no parecen afortunadas. Si el jefe policial considera que cuatro casos no son dignos de inquietud, correspondería responderle que bastaría uno para que cundiera la alarma, pues lo característico de esta modalidad reside no solamente en los robos, sino en las brutales golpizas de que son víctimas y que terminan con frecuencia en el asesinato, o concluyen creando en los afectados crisis que suelen desembocar en la muerte.
El problema de las agresiones a las personas mayores tiene características propias del sadismo más desenfrenado, que podría explicarse en el alto consumo de drogas de los delincuentes, con capacidad suficiente para generar el bloqueo de cualquier mínimo impulso humanitario. La magnitud de los botines que se llevan no es un dato destacable, pues lo corriente es que no pasen del robo de los haberes jubilatorios, no precisamente espléndidos, o de electrodomésticos.
Debe alabarse la decisión de los jubilados de asociarse en defensa propia, creando hasta cartillas para dar las informaciones que más necesitan sus miembros, pero no se puede sino lamentar que el poder político siga en falta con respecto a sus obligaciones más fundamentales, como son las que se relacionan con la seguridad de las personas. Por cierto que muy poco se puede avanzar si los jefes policiales de mayor rango pretenden relativizar la importancia de estos delitos, a pesar de que han provocado una verdadera psicosis en quienes suelen sufrirlos. Lo mismo sucede si algunos funcionarios públicos terminan por suponer que la prensa, por la forma en que realiza la cobertura de los hechos, puede actuar de una manera que no beneficia a los atacados. Esto y cultivar la "política del avestruz" parecen ser una misma cosa.
Ha llegado la hora de que se tomen las medidas necesarias para acabar con estas nuevas modalidades del delito, que si son espantosas con personas de cualquier edad y condición, lo son mucho más cuando se ejercen con quienes menos posibilidades tienen de defenderse.

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Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Diciembre 15, 2005 02:25 AM