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Abril 21, 2004
La compu, esa vieja amiga

jubilados_computadoras.jpgLA INFORMATICA CONQUISTA A LAS PERSONAS MAYORES

Los ancianos estadounideneses usan Internet para comunicarse por e-mail con sus parientes, investigar su historia familiar y averiguar sobre viajes. También para sus hobbies y para conseguir recetas de cocina.

Katier Hafner
Publicado por Clarín
21 de abril de 2004


Helen Karjala, de 88 años, decidió armar su propia computadora. Trabajando pacientemente y con gran perseverancia, logró completarla y conectarse a Internet. "Empecé a investigar los cables y las conexiones y pensé: soy capaz de hacer esto —relata—. Pero, por supuesto, tuve que usar una lupa."

Karjala vive en Rossmoor, una comunidad para jubilados en la ciudad norteamericana de San Francisco, y dedica por lo menos una hora por día a la computadora. Se escribe con más de veinte parientes en Finlandia, perfecciona sus conocimientos del finés leyendo un periódico online y colecciona recetas de cocina.

Los viejos norteamericanos están convirtiéndose en usuarios de Internet por iniciativa propia. Investigan la historia de sus familias, utilizan el e-mail y cultivan distintas actividades.

Según Pew Internet and American Life Project, la cantidad de estadounidenses de más de 65 años que usan Internet aumentó un 47% desde 2000: son el grupo de crecimiento más rápido en el mundo online.

Pero, por ahora, sólo el 22% de los estadounidenses de más de 65 años se conectan a la Web, a diferencia de los que tienen entre 30 y 49 años, cuyo porcentaje de participación es del 75%.

Susannah Fox, investigadora de Pew, dice que el factor más fuerte que impulsó a los viejos a entrar en Internet fue la familia.

Para muchos jóvenes, el apoyo que brindaron a sus mayores llegó hasta armar una computadora para algún pariente viejo. Y los centros para jubilados suelen tener programas para orientar a ancianos novatos.

La señora Karjala, por ejemplo, dice que ella le debe su afición al club de computación de Rossmoor. Le gustó tanto el e-mail que decidió instalar una computadora en su hogar.

Cuando se conectó a Internet, se dio cuenta de que estaba ingresando a un mundo poblado por gente mucho más joven que ella, pero perseveró.

Leonard Krauss, de 74 años, presidente del club de Rossmoor, asegura que la experiencia de la señora Karjala no es única. Y cita el caso de Kathryn Robinson, quien tenía 99 años cuando aprendió a usar una computadora. La señora Robinson usa Internet todos los días: manda tarjetas a amigos, busca información y se comunica con nietos y bisnietos.

Según Krauss, de las 9.500 personas que viven en Rossmoor —donde el promedio es 78 años—, casi un tercio participa en actividades del club de computación.

Mientras más ancianos ingresan en el espacio cibernético, surgen más sitios web especialmente pensados para ellos. Tales sitios pretenden facilitar a las personas mayores el uso de la Web. Pero las barreras para la gente de esa franja de edad que piensa estar online pueden ser formidables.

Hasta el tipeo puede ser un impedimento. Mujeres que han sido secretarias escriben bastante bien, pero muchos hombres escriben con dos dedos.

Usar el mouse, sobre todo para quienes padecen de temblores o de artritis es un problema adicional. Uno de los cursos del club de computación de Rossmoor está dedicada sólo a la navegación con mouse."Yo le digo a la gente que asista a la clase de mouse, porque es allí donde decidirán si quieren usar la Web", explica el maestro Don Torrence.

Muchos médicos recomiendan el uso de la computadora a ancianos que han sufrido algún accidente cerebrovascular leve, para ayudarles a recuperar totalmente ese tipo de motricidad.

Las dos aulas donde se dan las clases de computación en Rossmoor están equipadas no solo con computadoras sino también con algunas ayudas adicionales, como por ejemplo un sistema de amplificación del sonido, útil para quienes tienen problemas auditivos. A veces los alumnos se entusiasman tanto que se olvidan de otras cosas. Hay gente, por ejemplo, que continuamente se deja el bastón.

En Rossmoor las exigencias técnicas son modestas. La señora Karjala está plenamente satisfecha con su sistema operativo Windows 95 y su conexión dial-up. Cuando le preguntaron si le gustaría tener una conexión más veloz, reflexionó, y después se negó: "Tengo mucho tiempo".

Recientemente se hizo un análisis de 16 mil búsquedas realizadas por estadounidenses viejos, y se llegó a la conclusión de que esos usuarios no estaban obsesionados con enfermedades. Según la investigación, los temas más buscados fueron: viajes, historia, hobbies y genealogía. Las enfermedades y dolencias figuran sólo en sexto lugar. Investigar asuntos del pasado es una fuente de placer para ellos.

Al contemplar a la señora Karjala sentada a su computadora, instalada en un rincón de su pequeña sala, uno se pregunta si la computadora no agudizará una sensación de aislamiento.

Pero no: en los centros para ancianos es habitual que alguien se siente a la computadora y a poco lo rodee un grupito que conversa, observa o da consejos.


The New York Times y Clarín.

Traducción de Ofelia Castillo.

Enviado por Prensa el: Abril 21, 2004 10:18 AM
Comentarios

Me gustaria tener conocimiento más a progundidad la manera en que se llevo a cabo esta investigación.

Gracias.

Enviado por: Elizabeth el: Octubre 13, 2004 03:19 PM
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