Las jubilaciones y la educación estuvieron entre los sectores más castigados.
Ismael Bermúdez
Clarín - Viernes 23 de abril de 2004
Mientras se discute el destino que debería darse al excedente fiscal que muestran las cuentas públicas, el Banco Mundial divulgó ayer un estudio que revela que entre 2001 y 2003 el gasto social cayó en términos reales un 29%.
Según la terminología del Banco Mundial, el gasto público nacional en desarrollo humano comprende los rubros educación, salud, asistencia social y seguridad social.
El trabajo fue elaborado por Damián Bonari, director de Gastos Sociales del Ministerio de Economía (se aclara que participó a título personal) con los especialistas Marcelo Becerra y Ariel Fiszbein.
El estudio indica que por la crisis social y el aumento de los precios hubo dos cambios en el gasto público humano:
* Un aumento de los recursos asignados a asistencia social y a algunos programas de salud. Básicamente, por la puesta en práctica de planes sociales masivos, como el Jefas y Jefes de Hogar. También porque en 2003, por la Emergencia Sanitaria, se implementó el programa Remediar y Lucha contra el SIDA, se ampliaron las becas escolares y los programas alimentarios.
* "Un congelamiento en términos nominales de prácticamente todas las erogaciones restantes, compuestas fundamentalmente por las jubilaciones y pensiones y los salarios". El congelamiento nominal de los salarios impactó en el sector de la salud pública y educación, "que representan en ambos casos alrededor de 90 por ciento".
Con relación a 2001, la inflación minorista fue del 45%; la mayorista, del 113%, y el índice combinado, del 79%.
Estos factores determinaron una fuerte caída, "tanto en términos reales como del PBI", del gasto en desarrollo humano. Así, entre 2001 y 2002 "el gasto del Gobierno nacional cayó 29,16% en términos reales y 7,58% en términos de PBI", reducciones que se mantuvieron en el 2003.
A nivel provincial, el gasto social también disminuyó en términos reales. Sin embargo, por la falta de datos de 2003, el trabajo sólo consigna que entre 2001 y 2002 los gastos provinciales disminuyeron un 35,92% en términos reales, cifra que no habría tenido mayores cambios durante el año pasado.
Del gasto social, el sector más afectado fue el de la seguridad social , que representa casi el 80% del gasto en desarrollo humano.
En este rubro hubo una fuerte caída en 2002 y una leve recuperación durante el año pasado, según el estudio, "por la restitución del 13% en las jubilaciones que habían sido recortadas durante 2001-2002, el aumento de la jubilación mínima de 150 a 200 pesos y al mayor gasto de las obras sociales, incluido el PAMI, por el crecimiento de los aportes y contribuciones, con la normalización de la economía".
Según el trabajo, las mayores caídas en seguridad social se registraron en jubilaciones —disminuyeron del 5,84% en 2001 al 4,71% del PBI—, y en las asignaciones familiares, que cayeron del 0,67% al 0,48%.
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La Nación
24 de abril de 2004
Banco Mundial: el gasto social no llega a los pobres
Sostuvo que si bien la Argentina tiene un presupuesto elevado, debe mejorar su utilización
* Martin Ravallion, economista del banco, afirmó que en el país existe un alto potencial para hacer más eficiente el uso de recursos
* Inequidad en el reparto del dinero entre las provincias
WASHINGTON.- En momentos en que crece el debate sobre la necesidad de destinar más fondos al pago de la deuda o al combate de la pobreza, el Banco Mundial (BM) dijo ayer que la Argentina ya tiene un gasto social elevado, pero el problema es que "el dinero no llega a los pobres".
En los últimos días, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el BM insistieron en que la Argentina deberá aumentar el porcentaje del superávit fiscal primario para destinar más fondos al pago de la deuda.
El Gobierno respondió que ello va en detrimento del gasto social.
En una conferencia de prensa, el economista jefe del Banco Mundial, François Bourgignon, dijo que frente a la crisis en la Argentina se puso énfasis en la necesidad de aumentar las redes de protección social. Pero indicó que, dada la importancia de la crisis, "esto no fue suficiente".
En Buenos Aires, Luciana Díaz Frers, economista del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), suscribió los dichos del BM y dijo que en los últimos años hubo una fuerte subejecución del gasto.
"En un estudio que hicimos en 2002 se comprobó que existía una importante subejecución del gasto social, es decir, que no se usó todo el dinero previsto. Las razones pueden ser muchas, algunas válidas (como que se calculó comprar, por ejemplo, vacunas a un tipo de cambio que después bajó considerablemente) y otras, como administrativas, que no se justifican", dijo a LA NACION.
Otro dato no menor que surgió del estudio es que el gasto social focalizado (el que se destina a los sectores pobres) se aplica de manera arbitraria. "En ese trabajo surgió que el gasto focalizado llegaba a las provincias que menos lo necesitan. Las que tenían mayores tasas de indigencia o de pobreza recibían menos dinero per cápita pobre que los que tenían menores tasas", afirmó. Si bien el estudio de 2003 no pudo terminarse por falta de información oficial, la economista sostuvo que "en algo se mejoraba la distribución".
Los números oficiales
Los números oficiales muestran que el gasto destinado a servicios sociales en 2002 fue de $ 28.153 millones, subió en 2003 a $ 36.098 millones y ahora, en el presupuesto para este año, se prevén 40.392 millones de pesos.
De todos modos hay algo que tener en cuenta: el gasto en servicios sociales incluye la seguridad social (jubilaciones, asignaciones familiares y seguro de desempleo) y ese rubro, por ejemplo para este año, se lleva 24.738 millones de los 40.392 millones previstos.
Respecto de la inequidad con que se distribuyen los recursos, se pueden destacar ejemplos con provincias que tienen realidades similares. Existe una muy leve relación entre el porcentaje de población con necesidades básicas insatisfechas (NBI) y el total del gasto social (sin contar el gasto de seguridad social). Por ejemplo, datos del Cippec de fines del año pasado muestran que Formosa recibe $ 669 por habitante y posee el 33,6% de su población con NBI mientras que Santiago del Estero recibe $ 441 per cápita y posee el 31,3% de su población en igual situación. Santa Cruz, en cambio, recibe $ 587 per cápita y posee tan sólo el 10,4% de su población con necesidades básicas insatisfechas.
"Si podemos estar seguros de que el problema de la pobreza está satisfactoriamente encarado en la Argentina, las negociaciones en los círculos internacionales serán mucho más fáciles", dijo Bourgignon en Washington en relación con el debate que se está dando en la Argentina sobre destinar más fondos del ahorro nacional al pago de la deuda o utilizarlo para la atención de las necesidades sociales de los argentinos. Martin Ravallion, director del BM para la Investigación de la Pobreza, destacó que la Argentina "tiene mucho gasto social. Pero tiene un alto gasto social que no llega a la gente pobre", una forma directa de decir que se gasta mal.
En ese sentido, el especialista del organismo multilateral destacó que hay un gran potencial en la Argentina para reformar el gasto social "que podría hacerlo más efectivo, con el programa fiscal existente, para llegar a la gente pobre".
Por su parte, Bourgignon explicó que en la crisis de los últimos años el banco puso énfasis en asegurar la red social para que la situación de la pobreza no fuera peor. El BM aprobó la semana pasada asistencia financiera por 2000 millones de dólares para apoyar programas sociales y de infraestructura, que se desembolsarán hasta diciembre de 2005. LA NACION intentó consultar a la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, pero no respondió a las llamadas.
Por Jorge Rosales
Corresponsal en Estados Unidos
Con la colaboración de María Giselle Castro
http://www.lanacion.com.ar/04/04/24/de_595476.asp