Gerontología - Universidad MaimónidesGerontología - Universidad Maimónides
Mayo 11, 2004
Comer bien es como sacar un seguro de vida

ranjit_chandra.JPGLo afirma el especialista Ranjit Chandra, de la India

Eres lo que comes. Para Ranjit Chandra, el reconocido nutricionista indio que presidió el Congreso Mundial de Nutrición realizado de 1997 y que desde hace más de tres décadas estudia la influencia de los alimentos en la inmunidad, aquella antigua máxima es un buen resumen de lo que averiguó la ciencia moderna: una alimentación correcta puede ayudar a ahuyentar enfermedades, preservar las capacidades cognitivas y vivir más.

La Nación
11 de mayo de 2004

Invitado por la Sociedad Argentina de Nutrición a dar dos conferencias en Buenos Aires, el doctor Chandra, que llevó adelante investigaciones en más de 30 países, desde Guinea, Nigeria o Marruecos, hasta China y Tailandia, disertó ayer sobre la relación que existe entre inmunidad, nutrición e infección, y sobre la importancia de la nutrición en las enfermedades emergentes, como el sida o el sars.

-Doctor Chandra, se insiste en que una buena dieta aumenta nuestra inmunidad a las enfermedades, pero ¿está científicamente comprobado?

-En gran parte, sí. Mientras la alimentación sea balanceada, variada y en las cantidades correctas, se puede decir que el alimento hace al hombre o la mujer. Claro que de este concepto tan general es difícil extraer un conocimiento muy específico.

-¿Cuáles, a su juicio, son las reglas básicas de una buena alimentación?

-Siempre digo que hay tres palabras clave. La primera es "equilibrio". Existen varios grupos alimentarios -como los cereales, la fruta, los vegetales, la carne, el pescado y los lácteos-. Deberíamos tratar de comer algo de cada grupo, si no diariamente, al menos tres o cuatro veces por semana. Podemos desarrollar más este concepto destacando que deberíamos ingerir diariamente seis porciones de frutas y vegetales, dos de cereales y una de carnes, huevos o lácteos.

La segunda palabra clave es "variedad". Por ejemplo, si pensamos en las frutas, es importante no comer solamente bananas o naranjas. Y lo mismo se aplica a los vegetales. Yo les digo a mis alumnos que tengan en cuenta el color. Si usted come frutas y vegetales de diferentes colores -verde, amarillo, anaranjado, blanco-, cubrirá casi todos los buenos nutrientes que necesita.

Y la tercera clave es "moderación". Ni tanto ni tan poco. Y esto se aplica no sólo a los alimentos, sino también a los suplementos dietarios.

-Si las personas que comen alimentos de todos colores serán saludables, ¿también es verdad lo opuesto?

-Por supuesto. Y las malas consecuencias podrán verse en el corto plazo -más infecciones, más resfríos, más alergias-, o después de mucho tiempo, como los problemas cardíacos o el cáncer.

-¿Conviene comer alimentos frescos o cocidos?

-Cuando uno hierve los alimentos, puede perder algunos nutrientes solubles en el agua. Depende de la temperatura y del tiempo de la cocción. Si uno quiere conservarlos, lo mejor es envolver los alimentos y ponerlos en el freezer. Eso preservará muchos de los nutrientes. Por supuesto, nada es mejor que los alimentos frescos.

-Dado que los micronutrientes son tan importantes para el desarrollo neurológico infantil, ¿hay que suplementar la alimentación de los más chicos?

-Si uno recuerda los tres principios, puede diseñar una dieta muy buena, también para los chicos: equilibrio, variedad y moderación. Hay dos nutrientes especialmente importantes para el cerebro infantil: uno es el hierro y el otro el zinc. Diversos estudios muestran que, si tienen deficiencia de hierro, su habilidad para hacer tareas teóricas y ejercicios matemáticos no es tan buena. Si uno corrige rápidamente esa deficiencia, puede revertir estos cambios. Pero si no lo hace y los examina diez años más tarde, habrá déficit. En 2003 hicimos un estudio en adolescentes con deficiencia de hierro, porque queríamos ver si lo mismo que les ocurre a los chicos se registra en adolescentes. Y descubrimos que sí.

-¿Esa deficiencia se advierte en los exámenes clínicos?

-Sí, cuando la anemia es severa...

-¿Y cuándo habría que empezar a suplementar?

-Tan pronto se sepa que hay deficiencia, debería suplementarse con hierro e indicar una buena dieta.

-¿Esa deficiencia está relacionada con la pobreza o es porque los adolescentes no comen bien?

-Creo que por las dos razones. Con pobreza, las deficiencias son múltiples. Pero lo que pasa con los adolescentes es que siempre están apurados, se alimentan mal. Incluso en países que no son pobres, como Canadá, encontramos que el 28% de los adolescentes tiene deficiencia de hierro. Es sorprendente, pero es lo que encontramos.

-¿Y las personas mayores que no comen bien también deberían recibir suplementos?

-Es verdad: no comen bien, en primer lugar porque están psicológicamente solos. También porque tienen discapacidades: si uno tiene problema de articulaciones, no puede ir al supermercado o cocinar. Y especialmente si pierde al marido o la esposa, se pierde la motivación para cocinar y comer. En nuestros estudios encontramos que incluso si se les dan alimentos, los dejan en la mesa. No los comen a menos que alguien se siente con ellos. Estoy convencido de que todos aquellos que están por encima de los cincuenta o sesenta años deberían tomar un suplemento, porque la prevalencia de déficits es muy alta, de alrededor del 40%. Me parece que la suplementación es una respuesta. Pero hay que asegurarse de que el suplemento sea el correcto, que esté bien investigado... También hay que fijarse que las cantidades de nutrientes no causen efectos colaterales. Tanto como las carencias son malas, tener mucho de algo también puede ser dañino. Hay que evitar las "megadosis" de cualquier nutriente, porque si usted da un solo nutriente, puede causar deficiencia de otro. Si tiene demasiado zinc, podría causar deficiencia de hierro. Si suplementa con demasiado hierro, puede causar deficiencia de zinc. De modo que, aun en los suplementos, el equilibrio es importante.

-¿Es decir que usted indicaría una píldora con diversos micronutrientes?

-Por lo menos dieciséis, porque todos son esenciales para nuestro organismo.

-¿Usted toma algo así?

-Sí: una diaria.

-¿Qué opina de los llamados "alimentos funcionales"?

-Muchos estudios muestran que los probióticos serán muy importantes en los próximos diez años, en prevención e incluso en el tratamiento de enfermedades. Por ejemplo, entre los ancianos, si usted les da probióticos, en tres meses puede ver mejoras en la función inmunológica. Creo que en el futuro se va a indicar una combinación de probióticos con micronutrientes. Pero eso es el futuro...

Nora Bär

http://www.lanacion.com.ar/04/05/11/sl_600149.asp

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Mayo 11, 2004 10:47 PM