INVESTIGACION DE LA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA
Es el DHA. Forma parte de la familia del Omega-3. Se halla en pescados y en la soja.
Clarín
04.09.2004
Para el mal de Alzheimer aún no se descubrió ninguna cura. Lo ideal, por ahora, es encontrar formas de prevenir esta enfermedad neurológica. Eso es justamente lo que acaban de hacer científicos de una universidad de Estados Unidos: descubrieron que un ácido graso que abunda en alimentos como la soja y el pescado protege al cerebro contra ese mal y puede, incluso, frenar el desarrollo de la enfermedad hacia sus etapas más avanzadas
"Una dieta rica en el ácido docosahexanoico (DHA, por sus iniciales en inglés) reduce el impacto del gen de Alzheimer", afirmó Greg Cole, profesor de neurología en la Escuela David Geffen de Medicina en la Universidad de California.
El DHA es un ácido graso que pertenece a la serie Omega-3 y que el organismo es incapaz de elaborar. Es aportado a través del consumo de productos ricos en este tipo de lípidos, principalmente los pescados azules: atún, anchoa, salmón, sardina, arenque, trucha y cazón, entre otros. El Omega-3 también se encuentra en la soja.
"Esta es la primera prueba de que nuestras dietas afectan la forma en que las células de nuestro cerebro se comunican entre sí bajo las dificultades que presenta la enfermedad de Alzheimer", explicó el profesor Cole.
Sólo en Estados Unidos se calcula que el 5% de la población mayor de 65 años y un tercio de los mayores de 80 padecen de Alzheimer, una enfermedad que destruye la capacidad intelectual de los afectados. Ese mal es en ese país la tercera causa de muerte, después del cáncer y los males coronarios.
Se estima que en Argentina hay unos 500 mil pacientes con demencias por Alzheimer.
Una dieta rica en el ácido docosahexanoico "es algo que cualquier persona puede hacer con el fin de controlar fácilmente el riesgo del mal de Alzheimer", aseguró Cole.
Para el estudio, Cole y sus colegas usaron ratones criados con mutaciones genéticas que causan lesiones cerebrales vinculadas al Alzheimer avanzado.
Cuando los ratones desarrollaron las lesiones cerebrales pero no mostraron la pérdida de memoria que evidencia la enfermedad, los científicos comenzaron a analizar qué tipo de dieta tenían los animales.
"Y encontramos que los ratones tenían una dieta de soja y pescado, dos ingredientes repletos de ácidos grasos del tipo Omega-3", dijo Sally Frautschy, profesora de neurología en la Escuela David Geffen.
"Dado que estudios anteriores habían sugerido que los ácidos grasos Omega-3 podían prevenir la enfermedad, nos dimos cuenta de que la dieta que tenían los ratones podía ser el obstáculo en lo que nosotros buscábamos, que era demostrar el daño cerebral relacionado con el mal", agregó la experta.
Los investigadores, entonces, sustituyeron para un grupo de ratones la dieta de soja y pescado con una de cártamo, una hierba con la que se produce harina y aceite y no tiene ácidos grasos del tipo Omega-3. El otro grupo mantuvo la misma dieta.
"Los ratones que tuvieron la dieta sin DHA registraron, cinco meses después, altos niveles de daño cerebral y deterioro de sinapsis" (es la conexión química entre las células cerebrales), dijo Frautschy.
Los ratones que tuvieron dieta con DHA también eran portadores del gen de Alzheimer, pero obtuvieron resultados bastante mejores que los otros roedores en las pruebas de memoria.