Cerca del 60 por ciento de los ancianos ingresados en residencias presentan demencia o deterioro cognitivo
El 42 por ciento de los ancianos institucionalizados sufre algún tipo de demencia y el 19 por ciento presenta deterioro cognitivo, según muestran los resultados preliminares del estudio Resydem, realizado por el Grupo de Trabajo de Atención Sanitaria en Residencias y Centros Geriátricos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), en colaboración con Pfizer y Eisai.
Fuente: e-medicum
Publicado por Mayores en Movimiento
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El trabajo, que ha contado con la participación de 1.034 pacientes de todas las comunidades autónomas españolas, también indica que sólo el 21 por ciento de los ancianos con demencia recibe tratamiento específico.
"El análisis de los datos muestra que cerca del 60 por ciento de los ancianos ingresados en residencias tienen un deterioro mental y la elevada dependencia asociada a este tipo de trastornos nos debería llevar a establecer medidas mucho más eficaces para detectarlos y tratarlos de manera precoz", ha señalado Rosa López Mongil, coordinadora del Grupo de Atención Sanitaria en Residencias de la SEGG.
Asimismo, el 72 por ciento de los pacientes con demencia presentan comorbilidad por trastornos conductuales y psicológicos, como depresión, agitación, delirios, alucinaciones, apatía, alteraciones motoras y del sueño, y trastornos de la alimentación.
En este grupo también son más frecuentes los síndromes geriátricos. "De las personas con demencia, un 50 por ciento han sufrido caídas, el 16,4 por ciento presentan desnutrición y el 15 por ciento tienen úlceras por presión", según López Mongil.
Por otra parte, el estudio ha permitido clasificar los tipos de demencia más frecuentes en las residencias.
"El 40 por ciento de los casos se deben a la enfermedad de Alzheimer, el 24 por ciento a demencia mixta y el 18 por ciento a demencias vasculares. El resto corresponde a otras demencias asociadas a parkinsonismos o los cuerpos de Lewy".
Más en mujeres
La investigación también muestra diferencias de sexo en la prevalencia de la demencia, ya que el perfil del paciente responde al de una mujer con una edad media de 85 años, estudios básicos o analfabeta.
Según López Mongil, los datos del estudio deben traducirse en medidas preventivas y terapéuticas eficaces.
"Es imprescindible detectar y tratar a tiempo todos los factores de riesgo vascular, como la hipertensión, la diabetes o la fibrilación auricular, y sobre todo la demencia con los fármacos de los que disponemos, como los inhibidores de la acetilcolinesterasa y la memantina.
Además, hay que tener claro que cada paciente necesita un abordaje individualizado, y que hay que tratar los trastornos psicológicos con antipsicóticos atípicos y terapias no farmacológicas, como la estimulación cognitiva".