¿Es realmente eficaz la vacuna frente a la gripe en ancianos?
Con la llegada del invierno comienzan también las recomendaciones de las autoridades sanitarias para que los grupos de riesgo, entre los que se encuentran los ancianos, reciba la vacuna de la gripe. Sin embargo, según un estudio esta vacuna no eficaz para evitar el contagio ni los cuadros gripales pero sí evita complicaciones asociadas a este virus en el anciano.
· J. Manzarbeitia - 26/12/2005
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Durante los últimos años, muchos millones de personas mayores de 65 años han sido vacunadas frente al virus de la gripe con el objetivo de disminuir las complicaciones derivadas, pues este grupo tiene un riesgo elevado de complicaciones. Para determinar la eficacia real de la vacuna frente al virus en las personas mayores, un grupo de investigadores británicos ha evaluado los resultados actuales disponibles en la literatura médica.
El estudio, publicado en la revista The Lancet, una de las más prestigiosas entre los médicos de todo el mundo, ha analizado los artículos publicados al respecto de mayor impacto. Ellos han demostrando que en contra de las creencias populares la vacuna frente a la gripe no consigue disminuir las patologías asociada a la infección del virus.
La gripe está causada por más de 300 agentes diferentes y las vacunas actuales sólo consiguen proteger frente a dos de ellos. ¿Qué ocurre, por lo tanto con los casi 300 gérmenes restantes? ¿Es la vacuna de la gripe un arma preventiva eficaz?
La vacuna no evita el contagio
Las autoridades sanitarias de todo el mundo hacen todo lo posible porque la población de la tercera edad reciba este tipo de vacunación. En este sentido, en el año 2003 fueron repartidas más de 290 millones de vacunas en muchos países; durante el año 2004, 41 de los 50 países desarrollados o en vías de desarrollo recomendaron la vacunación frente a la gripe a todas las personas con edades superiores a 60 años. Este año han sido empleadas aproximadamente 100 millones de vacunas frente al virus de la gripe, especialmente destinadas a personas de la tercera edad y determinados grupos de riesgo, como las personas con las defensas bajas o el personal sanitario.
El análisis de los resultados ha puesto de manifiesto que la eficacia de la vacuna frente al virus de la gripe en los ancianos es modesta y limitada. Esta vacuna evitó el 30% de las neumonías en las personas de la tercera edad que no vivían en residencias, sin embargo, no consiguió evitar la infección por el virus y el padecimiento del cuadro gripal.
En el caso de los ancianos que viven en residencias, la vacuna evitó el 40% de las muertes secundarias a las complicaciones asociadas a la gripe. Aunque las vacunas actuales han disminuido las patologías derivadas de la infección por este virus en la tercera edad, no han sido eficaces en la prevención frente a la infección, como consecuencia de las variaciones del virus, parece evidente la disminución progresiva de los resultados de la vacuna.