La religión, una de las claves para la longevidad
El papel de la religión en la salud fue estudiado ya en 1897 por Durkheim.
Los factores psicosociales y culturales que son modificados por la religión parece que están directamente relacionados con la salud. Según estudios realizados recientemente, el estilo de vida y los comportamientos que promueven las diferentes creencias religiosas potencian la sensación de bienestar y salud personal.
· J. Manzarbeitia - 11/01/2006
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Un grupo de expertos israelies ha realizado un estudio de la población de su país en el que se han incluido aproximadamente 140.000 personas, con edades comprendidas entre 45 y 89 años. Los pacientes han sido observados durante un período de 9 años para evaluar la influencia de las creencias religiosas en la salud, y si la religión de los vecinos determina la actitud religiosa de las personas.
Las conclusiones del trabajo, han confirmado resultados de trabajos publicados previamente, en los que se demuestra que el estilo de vida y los comportamientos que promueven las diferentes creencias religiosas, potencian la salud. Además parece que la mayoría de las personas que fallecieron durante el largo período de seguimiento se calificaban como ateos.
El papel de la religión en la salud fue estudiado ya en 1897 por Durkheim. Éste observó que existía una diferencia en la mortalidad entre personas que practicaban el protestantismo y aquellas que seguían la religión católica.
Menos riesgo
Cien años después, los estudios más recientes publicados al respecto, demuestran que las personas con creencias religiosas tienen menos riesgo para sufrir prácticamente cualquier enfermedad, pero sobre todo se describe baja incidencia de depresión, hipertensión arterial, enfermedades infecciosas, cirrosis hepática e incluso enfermedades tumorales.
En el estudio israelí también se han hallado diferencias estadísticamente significativas en la mortalidad entre hombres y mujeres, ya que los hombres asisten con mayor asiduidad a los templos religiosos que las mujeres y, curiosamente, la mortalidad de las mujeres religiosas es notablemente superior a la mortalidad recogida en los hombres.
Diferencias entre sexos
Sin embargo, según los autores, esta diferencia en función del sexo, no debe atribuirse completamente a la condición religiosa, sino que influyen otros factores.
El trabajo ha evidenciado una relación entre la paridad, creencias religiosas y mortalidad, demostrando que las mujeres practicantes que tienen dos hijos, tienen menores índices de mortalidad que el resto, aunque en la actualidad se desconoce la razón que explicaría estos hallazgos.
Otro factor relacionado con la mortalidad es la influencia ejercida en las personas que viven en comunidades religiosas. Los estudios epidemiológicos futuros determinarán qué influencia tiene la religión y cómo ésta puede aumentar la supervivencia de las personas creyentes.