Los ancianos con anemia tienen más riesgo de demencia
El déficit de oxígeno en el cerebro es una de las consecuencias de la anemia.
Un estudio realizado por investigadores de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, ha establecido una relación entre la anemia en ancianos y un mayor riesgo de desarrollar demencia. Ante esta situación, los expertos recomiendan la necesidad de establecer el diagnóstico precoz de la anemia para reducir el riesgo de demencia.
· V. Rodríguez - 14/01/2006
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La anemia es una entidad muy prevalente en la población mayor de 65 años, que afecta a entre el 4% y el 28% de las personas en edad geriátrica. Al igual que ocurre con la demencia tipo Alzheimer, la anemia es más frecuente a medida que se envejece. Muchos trabajos han tratado de establecer la asociación entre diferentes tipos de demencia y anemia con resultados dispares.
Recordemos que ambas condiciones se refieren a situaciones clínicas que pueden estar producidas por múltiples enfermedades. Un estudio de la Clínica Mayo, uno de los centros médicos más prestigiosos de Estados Unidos, publicado recientemente ha confirmado el aumento de riesgo de demencia asociada al Alzheimer en personas ancianas que padecen síndrome anémico.
Degeneración neuronal
Los pacientes que desarrollan esta demencia presentan una disminución de la vascularización de determinadas áreas cerebrales, que conduce a la degeneración neuronal. Por eso, la disminución del aporte de oxígeno al cerebro, proceso que puede producirse en los diferentes tipos de anemia, se ha intentado asociar a un aumento del riesgo de sufrir demencia.
El estudio americano ha demostrado que las personas de la tercera edad que padecen anemia de cualquier etiología tienen un riesgo dos veces superior que los ancianos que no padecen anemia de sufrir demencia en un período de tres años. Además, el riesgo para desarrollar demencia es aún superior en las personas cuyas cifras de hemoglobina son más bajas.
Afortunadamente, los estudios publicados al respecto han demostrado que aquellas personas que padecen demencia como consecuencia del déficit de oxigenación cerebral producido por la anemia pueden recuperar potencialmente su capacidad cognitiva cuando se soluciona el problema inicial y se instaura tratamiento para incrementar las cifras de hemoglobina.
Cifras de hemoglobina
Estos hallazgos consiguen apoyar la hipótesis inicial por la que las cifras menores de hemoglobina, por lo tanto, la anemia más grave, implica una lesión cerebral más severa debido a mayor disminución de los niveles de oxígeno con incremento del riesgo de desarrollar demencia.
En conclusión, este es el primer trabajo publicado que consigue establecer la relación entre diferentes tipos de anemia y demencia. Las implicaciones de esta apreciación son importantes, motivo por el cual los expertos recomiendan la necesidad de establecer tanto diagnósticos como tratamientos precoces en estos pacientes geriátricos para reducir así el riesgo de desarrollar demencia.