Los abuelos, acorralados por la pobreza
Investigación: Una realidad invisible
En una década, el 170% de los ancianos dejó de pertenecer a la clase media; son 76.000 los mayores porteños en esa situación
La Nación
Lunes 20 de febrero de 2006
Respetados, venerados y protegidos en las sociedades orientales, los adultos mayores son hoy, en nuestro país, uno de los grupos más olvidados. Excluidos, casi invisibles, buscan formar parte de una sociedad que los ignora.
Sólo en esta ciudad la cifra de adultos mayores de 60 años en situación de pobreza por ingreso aumentó más de 170 por ciento entre 1995 y 2004. Son cerca de 76.000 adultos porteños los que viven en la pobreza, según la última medición de mayo de 2003.
Así lo afirma el Informe de Situación Social de la Ciudad de Buenos Aires, Proyecto URB-AL Red 10, La Situación de los Adultos Mayores en la Ciudad de Buenos Aires, elaborado para el gobierno porteño. Si bien en la Argentina la pobreza hace menos estragos en esta población que en los más jóvenes, las cifras demuestran que cada vez son más los ancianos que no tienen posibilidades de acceder a los bienes y servicios básicos para sobrevivir.
Los pronósticos no son mejores. De acuerdo con el estudio "Situación de los adultos mayores en la Argentina, 2004", promovido por Cáritas Argentina y elaborado por Juana Ceballos y Susana Said, se espera, para el 2010, que cuatro de cada diez personas de más de 65 años no tengan acceso a una jubilación ni a una pensión y para el 2025 se estima que el desamparo alcance al 56% de los mayores.
"Se registró una gran explosión en los índices de pobreza por ingresos que venía siendo un fenómeno anterior a la crisis, pero que se intensificó a partir de la misma", expresa María Valeria Isla Blum, una de las especialistas que confeccionaron el informe Proyecto URB-AL.
Amenazados por la soledad, la vulnerabilidad, el desempleo y las magras jubilaciones, son muchos los que terminan en geriátricos u hogares. O en la calle. Según cifras oficiales, alrededor de 600.000 adultos mayores -el 20% de la población total- viven en Buenos Aires. Más de la mitad depende previsionalmente de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) y su cobertura médica y social corresponde al Programa de Asistencia Médica Integral (PAMI) o a diversas obras sociales.
Unos 50.000 adultos mayores en situación de extrema pobreza, que no reciben una jubilación, son cubiertos por el Programa Federal de Salud (Profe) y la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales (CNPA).
"Más de 500.000 ancianos de nuestro país no cuentan siquiera con cobertura alimentaria. Si bien gran parte de las personas mayores de 65 años dispone de una obra social, es desparejo el nivel prestacional y se asigna más del 80% de sus recursos a los aspectos biomédicos de la vejez con poca o nula aplicación en lo social", explica el médico en neurogerontología y neurogeriatría y máster en gerontología social de la Universidad Autónoma de Madrid, Leonardo Strejilevich.
Según datos del Censo 2001 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), del total de 478.445 adultos mayores de 65 años residentes en esta ciudad, 145.190 viven en hogares nucleares sin hijos, 121.633 en hogares unipersonales y 116.275 en hogares extendidos o compuestos (por jefe/a o núcleo y otros parientes no nucleares y/u otros no familiares). Estos últimos son los que registran la mayor incidencia de pobreza, ya que generalmente son hogares con muchos miembros que conviven con el fin de reducir los gastos. Es importante señalar que mientras la Canasta Básica Total para un adulto es de 269,11 pesos, la jubilación promedio en esta ciudad ronda los 500 pesos. "Se debe tener en cuenta que sólo aumentaron las jubilaciones mínimas, y que desde hace más de 12 años no se incrementan las jubilaciones de los que ganan 500 pesos o más", dice Nélida Redondo, especialista en sociología del envejecimiento.
"Las personas mayores son consideradas enfermas, seniles, deprimidas, pasadas de moda, diferentes, discapacitadas, sin derechos. La mayoría son pobres por insuficientes ingresos, son dependientes de los programas asistenciales de la seguridad social y de las obras sociales y muchos de ellos son maltratados y víctimas de violencia familiar, institucional y social", opina Strejilevich.
"Existen dificultades que limitan la integración social y comunitaria de esta población debido a problemas de inadecuación de los servicios, principalmente el transporte público y de seguridad personal", dice Redondo.
Es en la familia donde debe crecer la valoración de sus mayores, rescatando sus conocimientos, capacidades y valores. El envejecimiento es ineludible y es responsabilidad de todos aceptar este proceso como algo digno.
Por Micaela Urdinez
Para LA NACION
* Red de Adultos Mayores: 4737-9037, 15-4564-3284, www.redadultosmayores.com.ar
* Fundación para la Asistencia Integral del Anciano de Córdoba: (0351) 489-6235, www.faidela.org.ar
* Cilsa: esta organización dedicada a la integración busca por medio del programa "Un niño, un abuelo" que los mayores puedan brindar un espacio de contención y crecimiento a niños de escasos recursos. Su página en Internet es www.cilsa.org.ar
* Papelnonos: es una entidad promotora de actividades destinadas a las personas mayores, para que éstas sean protagonistas de alternativas viables, generadoras de proyectos de envejecimiento activo e inclusión social. Su página: www.papelnonos.org.ar
* Fundación OVO: cuenta con el Programa Adoptar un Abuelo. Más información en www.fundacionovo.com.ar
* Fundación Mempo Giardinelli: desarrolla el Programa de Abuelos Cuenta Cuentos, que puede visitarse en www.fundamgiardinelli.org.ar
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/782279