Los ancianos también pueden ser donantes de órganos
Una tendencia universal hacía despreciar los órganos de personas mayores de 60 años
Un estudio ha demostrado que no es la edad del donante la razón por la que fracasa un trasplante de riñón, sino el no haber sometido al órgano a un estudio histológico previo a la operación.
· J. Manzarbeitia - 22/02/2006
websalud.com
La insuficiencia renal terminal es una de las patologías en las que primero se introdujo la técnica del transplante de órganos. En un principio, los órganos implantados procedían de cadáveres, pero actualmente cada vez son más los donantes vivos.
Una tendencia universal hacía despreciar los órganos de ancianos al estimar que no funcionarían adecuadamente en el receptor, sin embargo, un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine contradice esta apreciación.
En el estudio, 62 pacientes recibieron uno o los dos riñones de donantes mayores de sesenta años, habiéndose comprobado previamente su estado en el microscopio, es decir, se realizó un estudio histológico a los órganos; en otros 124 pacientes se implantó un riñón de anciano sin verificar su estado histológico, y finalmente, en 124 personas más se implantó un riñón de donante joven.
En el primer y segundo grupo, los fallos del transplante fueron de 4 y 9 respectivamente, mientras que en el segundo grupo resultaron fallidos 29 casos. Por lo que según los datos, la tasa de fracaso fue tres veces mayor en el grupo que recibió un riñón anciano no analizado, con respecto a los que sí recibieron un órgano previamente analizado.
Teniendo en cuenta estos resultados, los autores han concluido que es el hecho de someter a un estudio histológico al riñón antes de realizar el transplante lo que da efectividad a la operación, y no la edad del donante.
Escasez de órganos
La insuficiencia renal aparece cuando el riñón no puede cumplir los requerimientos metabólicos para los que está dotado. En el caso de que el paciente se encuentre en fase terminal y no haya posibilidad de operarle por ausencia de un donante, la única opción de seguir con vida es mediante las técnicas de depuración extrarrenal, que se puede realizar mediante hemodiálisis, es decir a través de una máquina que se conecta a los accesos venosos arterializados, o mediante diálisis peritoneal. Pero por supuesto, el transplante renal suple estas técnicas, con una mejoría en la calidad y expectativa vital considerables, el único inconveniente es que no hay suficientes riñones donados para todos los candidatos, aunque con las conclusiones del estudio anterior, se amplia el campo de posibilidades.