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Rezar por los enfermos no mejora su salud

rezar.jpgSegún un estudio hecho en EE.UU. En algunos casos, hasta puede ser contraproducente

La Nación Ciencia/Salud
Sábado 1 de abril de 2006

Los rezos ofrecidos por extraños no tendrían ningún efecto en la recuperación de las personas que han pasado por una operación del corazón, revela un estudio realizado en los Estados Unidos.
Es más, los pacientes que sabían que se estaba rezando por ellos tuvieron una tasa más alta de complicaciones posquirúrgicas, como ritmos cardíacos anormales, quizá debido a las expectativas creadas por los que rezaban, sugirieron los investigadores.
El estudio en cuestión es la investigación científica más rigurosa sobre la posibilidad de que rezar pueda curar enfermedades: comenzó hace casi una década, abarcó a más de 1800 pacientes y ha sido, durante años, objeto de especulaciones.
Los defensores han sostenido que rezar es quizá la respuesta más profundamente humana ante la enfermedad y que podría aliviar el sufrimiento mediante mecanismos aún no comprendidos. Los escépticos lo han refutado y sostienen que estudiar los efectos de rezar es una pérdida de dinero ya que es algo que se encuentra más allá del alcance de la ciencia.
Al menos diez estudios sobre los efectos de rezar han sido llevados a cabo en los últimos seis años con resultados dispares. El nuevo informe estaba programado para ser publicado en The American Heart Journal la semana próxima pero el editor de la publicación lo difundió online ayer.
En una apresurada conferencia de prensa, los autores del estudio, dirigido por Herbert Benson, cardiólogo y director del Instituto Médico-Mente, afirmó que los descubrimientos no eran la última palabra sobre los efectos del llamado rezo mediador. Pero los resultados plantean dudas sobre si los pacientes deben ser informados de que alguien reza por ellos.
"Una conclusión es que la función de conciencia del rezo tendría que ser más estudiada", aseguró el doctor Charles Bethea, cardiólogo del Integris Baptist Medical Center, de Oklahoma City, y coautor del estudio. Otros expertos dijeron que el estudio subrayó la cuestión de si el tema es apropiado para un estudio científico.
"El problema con el estudio científico de temas religiosos es que violenta el fenómeno al reducirlo a elementos básicos que pueden ser cuantificados y ello produce una mala ciencia y una mala religión", afirmó el doctor Richard Sloan, profesor de medicina conductista de Columbia.
El estudio costó 2,4 millones de dólares y la mayor parte del dinero provino de la Fundación John Templeton, que apoya la investigación sobre espiritualidad. Por su parte, el gobierno de Estados Unidos ha invertido más de 2,3 millones de dólares en estudios sobre el rezo desde el año 2000.
Plegarias no atendidas
En el estudio, los investigadores monitorearon a 1802 pacientes de seis hospitales que recibieron by pass coronarios. Los pacientes fueron divididos en tres grupos, por dos de los cuales se rezaba; por el tercero, nadie lo hacía. La mitad de los que recibían rezos fueron informados del hecho, y a la otra mitad no se le dijo nada.
Los investigadores solicitaron a los miembros de tres congregaciones que rezaran utilizando los nombres de pila de los pacientes y la inicial de sus apellidos. Se les dijo que podían hacerlo a su manera, pero se los instruyó para que agregaran la frase "para una operación exitosa y con una recuperación rápida y sin complicaciones".
Al analizar las complicaciones a los 30 días de las intervenciones, se observó que no había ninguna diferencia entre los pacientes por los que se había rezado y por los que no.
Otro hallazgo fue que un número alto de pacientes que sabían que se había rezado por ellos ( 59%) sufrieron complicaciones, comparados con un 51% entre los que no tenían la certeza. Los autores dijeron que saber que extraños estaban rezando por ellos podría haber causado en algunos pacientes una suerte de ansiedad.
"Puede haberlos hecho sentir inseguros y preguntarse: «¿Tan mal estoy que debe intervenir un grupo de rezos?»", afirmó Bethea.
El estudio también encontró que en el grupo de los que no estaban informados hubo un 18% que sufrió complicaciones severas, como ataques al corazón o al cerebro, mientras que en el grupo que no recibió ningún tipo de rezo sólo fue del 13%. En su informe, los estudiosos sugirieron que estos resultados podían ser casuales.
Aunque el estudio fue diseñado rigurosamente para evitar distintos problemas que surgieron en estudios previos, los expertos dijeron que no podía superar el mayor obstáculo: la cantidad de rezos no conocidos que cada persona recibía de amigos, familiares y congregaciones de todo el mundo que rezan diariamente por los enfermos y moribundos.
Bob Barth, director espiritual de una cngreación de Missouri, aseguró que los resultados no afectarían su misión. "Una persona de fe diría que este estudio es interesante -dijo Barth-, pero hemos estado rezando durante mucho tiempo y hemos visto que funciona, sabemos que funciona y la investigación sobre el rezo y la espiritualidad recién comienza."

Por Benedict Carey
De The New York Times
Traducción: María Elena Rey
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/793749

Para la Iglesia, la oración no tiene efectos mágicos

"La oración no tiene efectos mágicos. La Iglesia recomienda acercarse a los enfermos y acompañarlos en su dolor, con la mirada puesta en lo trascendente. Si la evolución del enfermo dependiera de la oración, habría que suprimir las medicinas."
Ante la investigación científica que relativiza el efecto de los rezos en la salud de los pacientes, el padre Roberto José Lella, coordinador de la Pastoral de los Enfermos de la Arquidiócesis de Buenos Aires, recurre al magisterio de la Iglesia para distinguir sus enseñanzas de las creencias de "sanación automática", propias de sectas y manosantas, que recurren a prácticas no contempladas en el protocolo médico.
La Iglesia promueve, por un lado, la oración junto al cristiano que enferma seriamente, para darle un acompañamiento solidario y espiritual. Eso se expresa en el rito de la unción de los enfermos, un sacramento cuyo fin es la salvación, el alivio y el perdón de los pecados.
Por otro lado, sostiene la oración en el misterio de la comunión de los santos, que contempla los rezos de intercesión y las llamadas cadenas de oración, que tienen carácter solidario.
"La Iglesia invita a la comunidad cristiana a solidarizarse con el enfermo y acompañarlo en el rezo comunitario. Pero no es una receta mágica", expresa el padre Lella, que sustenta su explicación en los textos bíblicos y documentos pontificios, a lo que suma su experiencia de 40 años en recorrer hospitales para llevar alivio y esperanza a los enfermos y familiares.
"La oración junto al enfermo -agrega- renueva al hombre en lo espiritual, le lleva alivio, serenidad. Es fuente de paz y puede ayudarlo a superar momentos de angustia y desesperación. En esta visión global del hombre, lo espiritual puede llegar a incidir en lo corporal, dada la interacción entre cuerpo y alma."
"Las cadenas de oración son una petición en favor de otro, y sus efectos son muy difíciles de cuantificar. Pertenecen al ámbito de la fe."

Mariano de Vedia
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